Siento el cuerpo adormecido. Voces murmullan alrededor de mí, pero por más que lo intento no logro hacer que mi cuerpo reaccione. Intento abrir los ojos, pero mis parpados pesan, pesan con la realidad de todo. A medida que soy más consciente las voces se hacen más claras. Tan claras, llenas de emociones; que me hacen darme cuenta de la magnitud de lo que sucedió.
Tuve un ataque de ansiedad y pánico.
-Es el accidente, eso fue el detonante de los recuerdos... ella se veía bien...- la voz suave de mi hermana Sophia rompe el silencio. Solo escucho el sonido de las máquinas conectadas a mi cuerpo, el sonido de sus respiraciones.
-Sí, lo supe en cuento miré sus ojos el día del accidente. Su brillo ya no estaba...- la voz ronca de papá se escucha cerca. Sus manos cálidas acarician mi cabello. Me esfuerzo en despertar.
Mis parpados se mueven, hasta que logro abrirlos poco a poco. Mi vista está borrosa, pero aun así logro distinguir sus figuras y la habitación que me rodea.
- Aurora ¿Hija? Estamos aquí... todo estará bien - me confirma la voz de papá. Muevo mi rostro hacia la derecha y ahí está. Rostro cansado, cuerpo agotado y mirada cansada. No.
No quiero eso otra vez.
- Estoy...bien - intento trasmitir, pero mi voz es débil y entrecortada. Mi garganta se siente seca y rasposa. Molesta cuando intento volver a hablar.
- Tómalo con calma hermana ¿Quieres un poco de agua? - cuestiona Sophia a mi lado izquierdo. Asiento ligeramente cuando nuestras miradas se encuentran. Presiona un botón en el lateral de la camilla y esta tras hacer un sonido, comienza a levantarse hasta que me deja en una posición sentada. Ambos me ayudan a acomodar bien. Luego de eso me acerco un vaso de agua, me ayuda a tomar poco a poco mientras me observa con sus ojos húmedos de lágrimas sin derramar.
- Tranquila, estoy bi...- intento reconfortarla, pero la voz fuerte de papá nos hace saltar de la impresión.
- NO! ¡BASTA YA! No estas bien Aurora- exclama con voz enojada. Lo observo sorprendida por la forma en la que habla, jamás levanta la voz de esa forma. Su entrecejo este fruncido, su respiración es acelerada y sus manos están cerradas con fuerza a los lados de su cuerpo - No has estado bien desde que tu madre murió.
Sophia exclama ante sus palabras. Cierro los ojos ya que no puedo enfrentarse a su mirada en estos momentos.
-Papá deja...- intento explicarme, pero no me lo permite.
-Papá nada Aurora- interrumpe mi voz mientras pasa una mano por su cabello canoso. Camina hasta los pies de la cama y suspira fuerte - No estas bien Hija, lo sabes. ¿Hasta cuándo Aurora? Hasta cuando vas a permitir que ese momento traumático y doloroso afecte tu vida. Se que duele Hija... yo más que nadie lo sé, pero si no lo sientes, si no lo enfrentas... te va a consumir.
Lo observo fijamente. Tiene razón, tanta en sus palabras. Durante muchos años e sepultado ese día. Todo lo que viví para no sentirlo. Pero ya es momento de afrontar.
-Tienes razón papá- Admito con voz entrecortada. Cierro los ojos y respiro para calmar el nudo que siento en la garganta que no me deja respirar con calma- Necesito ayuda, lo mejor será hablar con un Psicólogo.
Ambos al escuchar mis palabras se acercan a mí. Lo que veo reflejado en sus ojos me confirma que tomé la mejor decisión.
***
Luego de conversar los tres con calma, sobre todo, Alex, Esmeralda y mi nana entran a la habitación. Les comento la decisión que he tomado de hablar sobre ese día con un profesional, y los tres al igual que papá y Sophia sienten que es lo más sano para mí.
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Detrás de las cicatrices.🔥
ChickLitAurora no ha tenido una vida fácil. Desde pequeña, cuando tuvo que presenciar el fatídico accidente que le arrebató a su madre; se ha cerrado al mundo. A no amar, confiar, sentir y sufrir. Sin embargo ha aprendido que la vida está llena de eso, es...