Capítulo #39

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El sonido de una puerta cerrarse se funde entre mi sueño profundo, lo que hace que poco a poco despierte. Al hacerlo, soy consciente de donde me encuentro, acurrucada en la cama de Raphael. Poco a poco me siento en la cama, notando que estoy sola en la habitación. Lo observo todo en silencio y no puedo creer todo lo que ha sucedido en esta semana.

Es abrumador.

En eso viene a mi mente que Esme logró agendarme la cita con su Psicólogo para hoy, me inclino hacia la mesa de noche y observo la hora en mi teléfono, 08:00 am, una hora en la que no suelo estar dormida, pero dado la crisis de ayer es normal que mi cuerpo pidiera un descanso más extenso. Según lo que hablamos ayer la cita es a las 10:00 am, así que salgo de la cama. La arreglo rápidamente y camino hacia el Vestier, notando que mi ropa ya está acomodada; suspiro y sigo mi camino hacia el baño.

Luego de asearme y estar cambiada, con un jean, un suéter cuello en V y tenis cómodos, salgo de la habitación con mi bolso y pertenecías. Bajo lentamente las escaleras notando un dolor en mi cuello y hombro, todo el estrés, la ansiedad y el dolor se reflejan en el cuerpo. Al legar al primer piso escucho voces provenientes de la cocina, así que camino hacia esta. Lo primero que observo es a Emilia frente al fuego cocinando algo, en el comedor se encuentran papá y Raphael conversando. Al notar mi presencia ambos se colocan de pie. El primero en llegar a mi es Raphael.

-Buenos días Cara mía ¿Cómo dormiste? - interroga mientras rodea mi cintura con su brazo acercándome a su cuerpo. Apoyo mis manos en su pecho, embriagándome de su aroma y su calor.

-Buenos días, Amor, dormí mucho mejor para ser sincera ¿Cómo estas tú? – respondo mientras observo su rostro, notando un poco de cansancio en sus ojos. Esa preocupación que siempre quiero evitar, pero que es inevitable.

-Me alegra saber eso, estoy bien ahora que sé que te sientes mejor– contesta con su voz ronca, se inclina y presiona un beso en mi frente. Lo que ocasiona que cierre los ojos disfrutando de la sensación de sus labios en mi piel.

Me separo de él para acercarme a mi papá, quien nos observa con una sonrisa. Me acerco a él y lo abrazo. Este suspira mientras me rodea con sus brazos, acaricia mi espalda, igual como hacia cuando era niña. Siempre era algo que me reconfortaba. Me hace separarme de su cuerpo y centra su mirada en mi rostro.

-Me alegra saber que lograste descansar hija – trasmite mientras acaricia mi cabello. Asiento ante sus palabras -Hoy es la cita con el psicólogo...

-Lo sé, a las 10:00am – confirmo mientras abro mis ojos – también sé que será muy difícil y abrumador hablar... pero es algo que tengo que hacer.

-Lo será, pero es parte del proceso hija mía. No estás sola, ambos estaremos contigo – promete mientras cruza miradas con Raphael, quien está a mi lado y entrelaza su mano junto con la mía. Levanto el rostro y le sonrío, este me guiña un ojo.

-Agradezco eso, pero prefiero ir sola – les trasmito observándolos, el entrecejo de ambos se frunce en desacuerdo y antes de que digan algo intervengo – No sé cómo voy a reaccionar al hablar sobre eso, lo menos que quiero es que me vean así, les prometo que si algo sucede los llamaré, pero necesito enfrentar esto sola.

Ambos me observan, papá con desacuerdo y Raphael con el entrecejo fruncido.

-No me gusta la idea, pero si es lo que quieres lo respeto- responde Raphael. Le sonrió en señal de agradecimiento. Volteo para ver a papá esperando su respuesta, al final suspira y asiente.

-De acuerdo – exclama levantando ambas manos.

Les agradezco a ambos por comprender. Luego de eso ambos me acompañan a desayunar, como un poco de fruta con yogurt, mi estomago está cerrado. Debo admitir que me siento nerviosa por esta cita, sé que será doloroso, pero es necesario.

Detrás de las cicatrices.🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora