Capítulo #34

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Advertencia, Capítulo altamente emocional. no me responsabilizo de su llanto... yo también lloré

Blanco y luz. Todo lo que veo es blanco. La sala de espera donde me encuentro es blanca. Estoy de pie en el pasillo, observando fijamente la puerta doble por donde ingresaron a mi hermano hace unos minutos. Siento mi cuerpo tenso. Un nudo en mi garganta que me asfixia, no me deja respirar bien. Mis manos arden y duelen. Mi cuerpo tiembla ligeramente.

Dios tiene que estar bien.

Por favor.

Apoyo mi mano en la pared buscando estabilidad mientras me siento en el sofá con la vista fija en el suelo. No podré soportar otra cosa así, no podré. Siento el ruido de ruedas en el suelo, levanto mi rostro y observo como traen en una camilla a Ángelo, un doctor y dos enfermeras bien rodeando la camilla, junto a ellos Esme. Sigo el recorrido de la camilla al pasar en frente de mí, notando la sangre. Cierro los ojos ante eso, intentando llevar oxígeno a mis pulmones.

Voy a colapsar.

Necesito respirar para estar consciente.

Siento la voz de Esme, pero no la escucho, me enfoco en respirar profundamente. Siento sus manos apoyadas en mis brazos. Pasos fuertes y constantes se escuchan entre tanto silencio hasta detenerse junto a nosotras. Aun así, no abro los ojos, solo tengo que controlarme. Hay una tormenta desatada en mi interior.

-Aurora... ¡Aurora por favor reacciona! – exclama la voz desesperada de Esme- Tienes que ser fuerte, por favor reacciona – continúa insistiendo mientras sacude mi cuerpo. Eso me hace regresar.

Abro mis ojos, notando a Esme con su cabello despeinado y su rostro roja por llorar, sus ojos están llenos de dolor, desesperación. Detrás de ella hay una figura de pie. Al levantar la vista noto que se trata de Ekrem, su rostro esta impasible, pero puedo notar preocupación en su mirada ¿Qué hace aquí?

Regreso mi mirada a la de Esme. Regreso mi vista a las puertas dobles.

Alex.

-Esme – Exclamo colocándome de pie, ella lo hace también sosteniéndome del brazo- Esme, Alex... él...él estaba lleno de sangre y...él no...- murmuro con la voz entrecortada observando a Esme. Esta llora mientras me observa mientras intenta consolarme.

-Necesito saber de mi hermano, necesito saber si ambos están bien- susurro mientras intento caminar hacia las puertas, las empujo con mis manos, pero no se abren.

"Solo personal autorizado"

-Por favor, necesito saber cómo esta mi hermano. Por favor...- Exclamo golpeando la puerta con mis manos. La sangre de mis manos mancha la puerta.

-Aurora por favor basta – exclama Esme con vos dolida. Me toma de los brazos y me separa de la puerta mientas continúo susurrando en voz baja. Cierro los ojos cuando un mareo muy fuerte me hace perder el equilibrio. Las manos fuertes de Ekrem me sostienen contra su cuerpo evitando que mi cuerpo caiga la suelo.

- Mon Chéri, busca una enfermera, necesita que le curen las heridas, está sangrando mucho – orden la voz tosca de Ekrem. Esme corre hacia el pasillo para buscar atención médica, mientas me aferro a los brazos de Ekrem. – Tranquila Aurora, todo estará bien. Ya Esme le aviso a tu familia y a la de Ángelo, pronto estarán aquí.

Asiento levemente, mientras intento mantenerme consciente. Pero fracaso completamente mis parpados se cierran contra mi voluntad y me sumerjo en la oscuridad perpetua escuchando la voz de Ekrem maldecir mientras me sostiene en sus brazos.

***

Estoy de pie en la entrada de nuestra casa, donde solíamos vivir cuando era niña. La calle esta desierta a excepción de la otra calle, donde mamá me saluda felizmente mientras habla por teléfono. Camina mientras cruza la calle, cuando un auto sale de la nada. Corro hacia ella intentado avisarle que se detenga, pero es inútil, el auto choca con ella arrojándola varios metros por delante.

Detrás de las cicatrices.🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora