Capítulo #4

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El miércoles al mediodía observo el imponente gimnasio de 6 pisos. "RMV centro de formación de artes marciales y defensa personal" dice el letrero de la fachada. Se ve muy moderno y con estilo minimalista. Muy Raphael debo decir. Habíamos acordado con anterioridad llegar a esta hora. Me lleno de valor y me obligo a entrar. Mientras atravieso las puertas de acceso puedo notar la música que sale por los altavoces, en el aire hay un ligero olor a limpieza y a sudor. Lo cual es normal dado los servicios que prestan. Me dirijo a la recepción donde hay un hombre delgado con forma atlética, tiene una camisa blanca con el nombre y logo del gimnasio en la parte delantera.

Ya había venido antes, pero no a trabajar precisamente, sino a hacer ejercicio, solo conozco el primer piso ya que hago ejercicio muy poco, me gusta más correr en las mañanas en el parque. Así que no tengo idea de cómo estará distribuido en los demás pisos. El chico me ve y sonríe, seguramente le indicaron que vendría.

-Buenas tardes, he quedado en reunirme con Raphael Moretti- le digo mientras me acerco al mostrador.

-Bienvenida. El señor Moretti me pidió que cuando llegaras te mostrará donde está- salió del mostrador. – Mi nombre es Javier. Sígueme.

-De acuerdo, gracias. - siguiendo al chico, logro observar lo concurrido que está. Es un lugar muy amplio y bien certificado.

-Cómo puedes observar aquí se encuentra la cafetería- señala unas puertas de vidrio que se encuentran al lado de la recepción- A tu derecha tienes el área de las máquinas de fitness y allá se encuentra las canchas para practicar tenis, baloncesto y a su lado la piscina y jacuzzis.

-Los ascensores y la escalera de servicio se encuentran aquí, el señor Moretti se encuentra en el tercer piso que es donde están los salones de práctica- me indica- la acompaño hasta aquí no puedo dejar sola la recepción

-Entiendo, tranquilo. Gracias- me dirijo hacia las escaleras. ¿Sala de prácticas? Que extraño. Seguramente estará dando clases o algo por el estilo.

Cuando llego al tercer piso no es difícil encontrarlo, en una de las puertas hay varias personas viendo algo dentro. Cuando me acerco mi boca se seca. Está en el medio del salón. El cual da la impresión de parecer un dojo, el piso es de madera y las paredes tienen grandes ventanas por donde entra iluminación natural, en las paredes hay implementos utilizados para las prácticas y algunos armarios. Lo que me impresiona es ver a la persona que ocupa mis pensamientos. Su espalda es enorme, con grandes músculos en los brazos, hombros anchos y fuertes. Su piel ligeramente bronceada. Su tatuaje, que es como una especie de enredadera, domina todo su brazo izquierdo y continúa en parte de su hombro y espalda media.

Es impresionante. Tiene un pantalón negro largo, al observar a los demás tiene puesto el habitual uniforme que usa para estas prácticas. Está en una auténtica pose de combate su piel es brillante por el sudor. Esperando a que su contrincante dé el primer paso y lo hace.

El tipo alto musculoso ataca y Raphael en un solo movimiento le tuerce el brazo de una forma dolorosa y golpea su cara con la palma de su mano. Y aquí es donde grito sorprendida. El tipo cae con un golpe sordo en el piso sangrando. Raphael voltea y me observa, lo miro con la boca abierta estoy muda, no puedo creer que lo golpeara así. Su mirada es depredadora y eso me asusta. Aparto la mirada de él y observo al pobre sujeto que se retuerce en el piso sosteniendo su nariz. Está sangrando. Le dobló el jodido brazo y le rompió la nariz, todo en menos de un minuto. Lo observo horrorizada. Cuando levanto la mirada me doy cuenta de que todos me observan. En especial él. Me quedo paralizada. Alguien tira de mi brazo delicadamente y me doy cuenta de que es Olivia. Me saca de la sala y nos dirigimos a un salón vacío.

- ¿Estás bien? – me pregunta preocupada. Olivia es una de las entrenadoras del gimnasio. Desde que lo comencé a frecuentar nos hicimos buenas amigas. Ella me ayudó mucho con un objetivo que tenía trazado cuando llegué aquí y gracias a sus clases particulares lo logré. Olivia es un poco más alta que yo, diría que por cinco centímetros. Tiene el cabello corto color castaño claro, ojos verdes y un cuerpo que cualquiera envidiaría. Para tener dos hijos está muy bien formada. Está cansada con Andrés, quien es un entrenador de artes marciales. El mejor amigo de Raphael según tengo entendido.

Detrás de las cicatrices.🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora