—Adiós mamá, nos vemos más tarde. —Le di un beso en la mejilla y bajé del coche.
—Adiós Alex, cuida de tu hermana.
—Sí mamá, lo haré.Lo cierto era que desde que entré al instituto Alex iba por su lado y yo por el mío, pero tampoco tenía nada que reprocharle, él era popular y ninguno de sus amigos quería a una marginada social como yo en su grupo, en parte lo entendía, era uno contra todos los demás, y por desgracia para mí siempre ganaban las mayorías.
Entré al instituto, había demasiada gente mirando en una misma dirección, algo había cautivado su atención y, no voy a negarlo, sentía la misma curiosidad que ellos, así que me abrí paso entre la muchedumbre y para mi sorpresa estaban contemplando una taquilla en la que estaba escrito con spray rojo en letras bastante grandes "You're a bitch". ¡No lo podía creer! ¡Era la mía! ¿¡Pero yo que había hecho!? ¿Y por qué me había ganado oficialmente el título de zorra delante de todo el instituto?—No pasa nada, cálmate, respira, tú puedes con esto. —Eso me repetía una y otra vez. Todos me miraban como esperando que hiciera o dijera algo y al final la presión pudo conmigo. Salí corriendo en dirección a los baños del instituto, lancé la mochila al suelo, me metí en un baño, cerré la puerta y comencé a llorar. Parece que alguien me estaba esperando en el baño de al lado, porque no corría la tercera lágrima por mi cara cuando de repente se escuchó:
—Vaya, parece que alguien está teniendo un mal día...
—¡Julia! ¡Maldita Julia! ¡Tenía que ser ella! ¡Y encima me estaba esperando para regodearse de mi! —Pensé. Pero en su lugar solo pregunté:
—¿Qué quieres Julia, te hacen gracia las desgracias ajenas?
—¿Pero cómo puedes decir eso, Alexia? Parece que no me conocieras...Solo quiero ayudar.En ese momento se me ocurrieron un montón de adjetivos y no precisamente elogiables, pero me contuve y solo dejé salir un poquito de mi desagrado con su persona:
—¿Que no te conozco? ¡Por favor, Julia! ¡Si absolutamente todos te conocen! ¿Y cómo no van a conocerte? ¡Si dejas tu huella donde quiera que vas! Si tu tacón de aguja se clava en las entrañas de todas tus víctimas. Si para ti todos son blancos fáciles, y está claro que yo no iba a ser la excepción.
De repente se abrió la puerta del baño donde me encontraba y apareció Julia clavándome su mirada, una mirada que te aseguro que jamás querrías tener en frente. Tanta era la rabia que desprendían sus ojos que hasta dejé de verlos bonitos, cuando Julia era una de las pocas chicas con los ojos más bonitos de todo el instituto, pero en ese instante sus ojos azules dejaron de alumbrar como un cielo despejado para pasar a ser un mar embravecido.
—¿Cómo te atreves a hablarme así, Alexia? ¿De verás crees que puedes hablarme así e irte de rositas? ¿Por quién me has tomado? No sabes lo que acabas de hacer, esto solo acaba de empezar.
Y tras haberme infundido un miedo irreparable, se fue, dejándome allí sentada en el suelo de ese baño lleno de escritos por todas partes. Escritos que parecían una especie de desahogo, tales como: "Ya no lo aguanto" "No puedo más" "Que alguien lo pare" "¿Por qué todo me pasa a mi? " "Quiero desaparecer." Y mientras leía todas esas frases aparentes de consuelo, volvieron a retumbar las palabras de Julia en mi cabeza. ¿Irme de rositas? Si eres tú la que siempre lo hace, no importa lo que hagas, siempre te sales con la tuya, ¿y cómo no ibas a hacerlo? Siendo la hija del dueño del instituto, teniendo a todos comiendo de tu mano. Tal vez sea por eso por lo que te metes conmigo, porque sabes que no voy a rendirme a tus caprichos, o tal vez no, tal vez tienes una buena razón para escribir en mi taquilla lo zorra que soy, pero no te preocupes Julia, porque tú en todo caso todavía no has probado la astucia ni la inteligencia de la que estoy dotada, puede que la serpiente inyecte veneno, pero las zorras son mil veces más veloces, así que veamos quien de las dos acaba ganando la carrera.

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Fuera de lugar
Roman pour AdolescentsAlexia es una estudiante sobresaliente que pasa desapercibida en el instituto, hasta que se descubre el suicidio de Erick Gómez, ahí su vida da un giro de 180 grados. Empieza a ser vista por la despiadada Julia, la cual se encargará de hacerle la vi...