En verdad me llenaba de alegría y me saciaba el alma que él hubiese notado mi ausencia, era como si de repente, entre tanto revuelo de papeles inservibles caía en mi mano el único que era útil. Antonio Gómez, con su pelo castaño claro medio tupido-medio alborotado y sus verdes ojos, sus arqueadas y delgadas cejas y su cara despejada de niño. Antonio Gómez, el chico de piel de vampiro que tenía ese cuerpo atlético por el que se morían todas las chicas del instituto. Antonio Gómez, el empollón al que también se le daban bien los deportes. Antonio Gómez, el chico con el que mamá decía que haríamos la pareja perfecta y el chico que parecía que hasta hoy no notaba mi presencia. Antonio Gómez...¡el hermano de Erick! Automáticamente dejé de soñar despierta. No había estado mal volver a babear haciéndome ilusiones con Tony, pero aquel solo era otro día más, el hecho de que hubiese preguntado por mi no significaba nada más que el que no era ciego. Volví a sumergirme en el diario de Erick. Vamos allá con la tercera página, espero que me descubras alguna de las incógnitas que tengo. —Pensé.
<<Juega con las personas a su antojo
Une todas tus piezas y después las divide
Llega a tu vida como un rayo de esperanza
Invade todo el espacio que te pertenece y
Al final cuando conoce tu punto débil
T E D E S T R O Z A >>Poco tardé en darme cuenta que era un acrónimo. Estaba hablando de Julia. Y si mi criterio no fallaba aparentaba que ella se había acercado a él con el fin de conocer sus debilidades para después sepultarlo. ¿Qué clase de persona era? Parecía más peligrosa de lo que creía. ¿Se hizo amiga de él solo para conocer su debilidad y terminar de arruinarle la vida? ¿O tuvieron un romance? ¿Podría ser que Erick le hubiese confesado su amor por su hermana y para que él sufriera más aún había empezado a salir con ella? No sería el primer chico que sale con una chica de la que no está enamorado. ¿Sería ese el detonante para que Erick viera el suicidio como la única opción? <<Y al final cuando conoce tu punto débil te destroza.>> Aquellas palabras retumbaban una y otra vez dentro de las paredes de mi mente, era como un eco que no acababa nunca, como cuando tiras una piedra al mar y sigue su camino hacia abajo sin parar ni un segundo. Julia era la maldad personificada. Empezó a salir con Aída solo para romperle el corazón a Erick y hundirle más profundo que el Titanic de manera que no saldría a flote nunca jamás. Imaginé que al enterarse Aída de eso el corazón se le habría roto en mil pedazos, pues la chica que aparentaba quererla, en realidad, buscaba destruir a su hermano. Y tal vez Aída, después de esa decepción amorosa habría encontrado refugio en los brazos de Alex. Todo empezaba a tener sentido, pero todavía había algo no encajaba. Aquel día en el baño escuché cómo Julia le decía a Stefany que era Aída quien le había dejado a ella y no al revés. ¿Entonces? ¿Quién había roto el corazón a quien? ¿Y si Erick al ver que su hermana no le hacía caso se vio obligado a contarle el verdadero motivo por el cual Julia empezó a salir con ella y después de saberlo fuera Aída quien cortara la relación? ¿Había sido por la vergüenza de confesarle a su hermana que estaba enamorado de ella que se habría suicidado? ¿O fue porque Julia le hizo sentir que jamás sería suya y eso le estaba consumiendo por completo? Esto tenía más sentido. Pero era bastante aterrador. Y fue aquel mismo miedo el que me llevó a cerrar aquel diario y guardarlo en la estantería, tal vez para siempre jamás. Pero no sé a qué le temía más, si a los secretos que Erick escondía en aquel libro o a la inconmensurable perversidad de Julia. Ahora que conocía una cosa más sobre ella pensaba que era mejor no conocerla. En aquel momento se me fue la valentía de plantarle cara, me aterraba la idea de volver a tenerla de frente, de que sin querer se me escapara cuál era mi debilidad y ella se aprovechara de eso. Miedo de que me hundiera como a Erick. Justo en ese instante parece que mi mente se apiadó de mi trayéndome a la memoria la frase de Tito Livio. <<El miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son.>> ¿Sería cierto que no era tan malo como lo veía? Necesitaba despejar mi mente con algo, así que me acerqué de nuevo a la estantería y agarré el verdadero libro de Walt Whitman. Lo abrí y como si fuera un presente divino ahí estaba el poema que me alentaría de nuevo. El título "No te detengas" era el prólogo que me indicaba que el poema espantaría mis temores.
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Fuera de lugar
Teen FictionAlexia es una estudiante sobresaliente que pasa desapercibida en el instituto, hasta que se descubre el suicidio de Erick Gómez, ahí su vida da un giro de 180 grados. Empieza a ser vista por la despiadada Julia, la cual se encargará de hacerle la vi...