El peso de aquel sobre se debía a que efectivamente era una llave. Pero...¿de qué lugar? Y...¿por qué y quién me lo había mandado? Entonces posé la llave en la mesa, metí la mano de nuevo en el sobre y saqué algo bastante liviano. Era una carta de póker. La jota de corazones. Automáticamente mi vista se desvió hacia mi muñeca, seguía allí la jota junto al corazón que Julia me había escrito y dibujado. Demasiada casualidad, tenía que ser ella. Lo cierto es que amaba su creatividad. Una indirecta demasiado directa. Pero, ¿Qué quería? Al no advertir ninguna información de nada, le di la vuelta a la carta y allí encontré mi respuesta.
<<De tu acosadora favorita.>>
Lo cierto es que no me esperaba que hubiera conseguido mi dirección tan pronto, pero aquello era innegable, lo había conseguido, me había sorprendido. ¿Y eso era todo? No podía serlo, aquella llave tenía que abrir alguna puerta. Posé la carta sobre la mesa y volví a mirar si en el sobre había algo más. Nada. Absolutamente nada. Mi desesperación aumentaba más y más. ¿Qué puerta abría esa maldita llave? Agarré de nuevo aquella carta y entonces me percaté de ello. Había otra carta pegada, así que con un leve movimiento de dedos la despegué. La otra carta era el As de corazones. ¿J y A de corazones? Julia iba con todo. Debo decir que aquella jugada me había impresionado. Ese allin me inquietaba un poco. En el reverso de la segunda carta estaba escrito lo que había leído con anterioridad. Así que volví a mirar el reverso de la jota de corazones, y en efecto, allí estaba la respuesta que tanto anhelaba leer.
<<C/ El Sol, bajo 5>>
Y debajo de aquella dirección también se encontraba escrito:
<<Mañana 5 pm>>
Aquella información hizo que mi ansiedad se disipara. Ya sabía a dónde ir, cuándo ir y a qué hora. Solo me faltaba saber para qué me estaba citando en aquel lugar. Pero tampoco era algo que me quitara el sueño, ya que faltaban algo menos de veinticuatro horas para saberlo. Tomé las dos cartas y las guardé en el primer cajón de la mesita, aquel era un lugar seguro donde ni mi madre ni Alex las encontrarían. Después rompí el sobre en pequeños pedacitos y lo tiré a la papelera. Una vez que borré toda evidencia de aquel envío, bajé a la cocina a comer algo, ya que me moría de hambre, no comía nada desde la hora del descanso en el instituto. Cuando tuve el estómago saciado, regresé al cuarto, ya que tenía deberes por hacer, la obligación me llamaba. Escuché cerrarse la puerta principal, intuí que era mamá. Me lo confirmó cuando vino al cuarto para comprobar si estaba allí o aún no había llegado.
—Estás aquí. —sonrió— Pensé que todavía no habías llegado. ¿Cómo ha ido?
—Todo bien, mamá. Pero no quiero ver más el libro de Física y Química. —Mentí. Le estoy empezando a agarrar manía.—Bromeé.
—Ya sabes lo que digo siempre, Ale. Nadie se ha ahogado jamás en su propio sudor. Mamá no cesaba de repetirme aquella frase de Ann Landers. Era como si quisiera que la interiorizara hasta el punto de creérmela y así poder dar todo de mi.
—Pero huele realmente mal. —Hice muecas con la cara de asco. Mamá sonrió cortésmente.
—Qué exagerada eres, Ale. Voy abajo a dejar listas las cosas para preparar la cena. ¿Vas a acompañarme a buscar a tu hermano?
—Sí. —Contesté en seco. La verdad es que más que apetecerme ir a buscarle, quería comprobar que no se había metido en ningún lío.
—Vale, pues te aviso diez minutos antes de salir para que te prepares. —Cerró la puerta y se fue.Y dejando todo de lado, por mi falta de ganas, me tiré a la cama. La idea era descansar y cerrar los ojos un rato, pero me acabé quedando dormida. Y en esa hora y poco que estuve en el mundo de lo onírico le dio tiempo a mamá a ir por Alex y volver. Alguien tocó a la puerta y acto seguido entró. Era Alex. Pero no el Alex que acostumbraba a ver, tenía bastantes golpes en la cara, y tal vez en otras partes del cuerpo que no eran perceptibles a mi vista.

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Fuera de lugar
Ficção AdolescenteAlexia es una estudiante sobresaliente que pasa desapercibida en el instituto, hasta que se descubre el suicidio de Erick Gómez, ahí su vida da un giro de 180 grados. Empieza a ser vista por la despiadada Julia, la cual se encargará de hacerle la vi...