Y por fin la vi a lo lejos y empezó a caminar a lo largo de aquella pasarela con su mirada firme al frente. No tenía palabras para describirla. Estaba absolutamente radiante. Creo que si me hubiese mirado directamente a los ojos hubiese visto el brillo del que me habló la otra noche en aquel pasaje. Llevaba un vestido largo de espalda abierta con escote bastante escotado en v y cordón de muslo con abertura azul eléctrico. Su larga melena rubia ondulada caía sobre sus hombros y aunque su maquillaje era natural el rojo de sus labios carnosos me mataba de amor. Se paró como todas las demás al final de la pasarela, posando para los medios que tenía en frente, en aquel instante, la tenía de espaldas ya que yo me encontraba sentada en el medio de aquella fila. Pero incluso su espalda era hermosa. En ese mismo momento quise coger el móvil y enviarle un WhatsApp que dijera: <<Te tengo de espaldas y te sigo viendo tan preciosa como siempre.>> Pero me contuve, ya que tenía a mi costado a Hannah y al otro a Tyara, y seguramente desviarían la mirada para ver qué escribía y a quién.
Después Julia regresó de igual manera, mirando al frente sin desviar la vista hacia ningún lado en todo el trayecto. <<Lo bueno de que no haya mirado hacia ningún sitio más que al frente es que no ha visto la cara de tonta que se me ha quedado al verla.>> —Discurrí. Una vez hubo terminado el desfile, se encendieron e inmediatamente los medios se agolparon alrededor de alguien. No pude distinguir quién era porque los periodistas me impedían verlo, mas en cuanto empezó a hablar tuve unas ligeras sospechas de quién podía ser. Pero antes de inmiscuirme en ese misterio eché un rápido vistazo alrededor. Seguía sin haber rastro de Tony ni de Aída. Me acerqué a aquel corro que formaba la multitud y por aquella voz le daría a aquel hombre alrededor de unos cuarenta años. Caminé hacía la multitud y aunque no pude meterme entre los huecos y lograr verlo a plenitud, sí que pude verle a través de dichos huecos. Era un hombre blanco que rondaría los treinta y nueve años. De pelo rubio, ojos azules y sin barba. Iba trajeado con el típico traje de ejecutivo de color azul marino, con camisa con puño para gemelos azul claro y una fina corbata de azul marino. Y parecía estar en buena forma física para la edad que tenía. Los periodistas le hacían preguntas y él se limitaba a sonreír y responder de manera concisa y breve. Aunque los medios no cesaban de repetir su apellido, yo ya sabía de quién se trataba antes de que lo hicieran. Era Jhon Smith, el padre de Julia. No me podía creer que un hombre tan ocupado como él se hubiera tomado la molestia de acudir a aquel evento cuando nunca antes lo había hecho. ¿Qué le traía a la ciudad? ¿Sería realmente aquel evento o tenía algo más entre manos? ¿Julia sabía por qué habría venido? ¿Tal vez la distancia que había tomado conmigo en aquel backstage era por su culpa? No lo sabía pero intuía que alguna respuesta obtendría con el tiempo. Me agobié de ver a tanta gente allí agolpada así que decidí salir afuera. Muchos de los alumnos tomaban dirección rumbo a sus casas. Otros se quedaban hablando unos con otros, de vez en cuando soltaban alguna broma y se reían. Y las parejas se besuqueaban y manoseaban. Algunos seguían dentro ya que el cocktail para picotear no debía tardar mucho en empezar. Y seguía sin ver a Tony ni a Aída por ningún lado. Aquello no me gustaba ni un pelo. Sobre todo cuando Alex había vuelto a casa el día anterior con golpes en la cara.—¿Qué te ha parecido? —Oír aquella voz me resultó un tanto extraño.
—Ha estado bien. —Me limité a responder. Entonces Stefany giró la cabeza en mi dirección y me quedó mirando como esperando que dijera algo más. Yo hice lo mismo y mientras le sostenía la mirada ella añadió: —¿Crees que no lo sé? Te he visto desde el backstage. ¿¡¡Qué!!? ¿Qué es lo que había visto exactamente? ¿Mi cara de tonta al ver a Julia con aquel vestido tan atractivo? Así que controlando mis nervios y sin perder la calma pregunté: —¿Qué es lo que crees que has visto? Stefany me miró seria y cuestionó: —¿Me tomas por tonta? ¿Qué se supone que estabais haciendo el otro día en el cuarto de mi hermana? ¿Jugar a las muñecas sobre la cama? <<Desde luego no estábamos haciendo lo que tú crees que hacíamos.>> —Reflexioné. Inmediatamente después de aquel pensamiento me vino otro: <<Sí estás buscando algo con lo que chantajearme para devolvérmela, sigue soñando.>> Pero no podía dejar fluir por mi boca aquello, así que contesté:
—Pues no. Pero sí tienes razón. Porque yo estaba consolando a la muñeca de tu hermana. —hice una pausa muy breve y seguí con mi locución— Porque otra muñeca le había roto el corazón. —Hice especial énfasis con la cabeza en esta última frase.
—¿Entonces la consuelas sin esperar nada a cambio? —Dijo en tono burlesco.
—Se llama empatía. Pero ya veo que en los genes Smith no fluye esa humanidad. —Respondí seria. La expresión de su rostro reflejaba no estar muy convencida de mis palabras, por lo que añadí:
—¿Después de todo lo que me ha hecho, crees que me fijaría en alguien como ella? Estás loca. Parece que aquella actuación le convenció porque la expresión de su rostro había cambiado, ahora sí parecía creerlo, así que no me hizo falta añadir la escena que tuve con Tony para darle más veracidad a mis palabras. Aunque lo cierto es que aquello era una verdad un tanto distorsionada. Entonces sonó la notificación de un móvil. Era el de Stefany. Inmediatamente se sacó el móvil de la banda negra de encaje que tenía en el muslo izquierdo, lo abrió, lo leyó, respondió, y mirándome, con el móvil aún en la mano contestó:
ESTÁS LEYENDO
Fuera de lugar
Teen FictionAlexia es una estudiante sobresaliente que pasa desapercibida en el instituto, hasta que se descubre el suicidio de Erick Gómez, ahí su vida da un giro de 180 grados. Empieza a ser vista por la despiadada Julia, la cual se encargará de hacerle la vi...