—Y de repente has dejado de ser Cruella de Vil y has empezado a ser María Teresa de Calcuta. Me conmueve tu obra de caridad. —Dejé el sarcasmo a un lado y me puse seria—Creo que era lo mínimo que podías hacer. —Enfaticé.
—Ay Alexia, eres increíble. Incluso los psicópatas más despiadados tienen un corazón latiendo en el pecho. —Dijo mientras se golpeaba el suyo con la palma de la mano derecha como queriendo imitar el sonido de los latidos. Incluso el mismísimo Hitler tuvo a judíos que apreciaba bajo su protección personal, como el médico de su madre por ejemplo. Además, fue el primer líder europeo en prohibir los zoológicos humanos. Incluso se enamoró y se fue a vivir con el gran amor de su vida.
—Sí, y todos sabemos cómo acabó eso. Tienes que aprender a diferenciar entre amor y obsesión,—dije a la par que levantaba las manos y las ponía en posición con las palmas hacia arriba y con los dedos en dirección opuesta como si fueran una balanza—el primero te deja libre anhelando que en tu libertad lo elijas,—dije mientras levantaba la palma de la mano derecha un poco y miraba hacia ella—el segundo te aprisiona y no te da la oportunidad de elegir—añadí a la par que levantaba la palma de la mano izquierda y giraba la cabeza en su dirección. El rostro de Julia parecía pensativo, como si en mi absoluta ignorancia le hubiese revelado algo. No pronunciaba palabra así que volví a hablar yo. ¿Piensas ayudarme o te crees que voy a limpiar yo sola todo esto?
—¿Qué quieres que haga? —Respondió serena.
—Pues estaría bien que tú limpies una parte y yo la otra, así terminamos antes. Tú haces esta zona —señalé haciendo un cuadrado con el índice la zona donde nos encontrábamos — y yo esa otra —señalé la zona de los pupitres con el mismo dedo. Yo voy a llenar los cubos al baño, tú vete quitando todas las sábanas y si puedes pásale el polvo a las cosas que encuentres debajo. Julia acató las órdenes sin rechistar, no me podía creer la sumisión que estaba teniendo, no pude evitar pensar cuánto tiempo tardaría en revelarse de nuevo mientras iba de camino al baño. Al regresar con los cubos llenos me quedé con la boca abierta, había hecho lo que le había pedido que hiciera de verdad. Había quitado todas las sábanas, incluso las que estaban en mi lado, las había dejado enroscadas en un lugar específico del suelo y estaba quitando el polvo de la mesa con el trapo. Mis ojos no daban crédito a lo que estaban viendo, como dice el dicho a veces una foto vale más que mil palabras, y en efecto, aquella imagen quedaría grabada en mi mente para siempre, pero como no la quería solo allí, posé los cubos en el suelo con cuidado de no hacer mucho ruido, saqué el móvil y empecé a grabar. Julia permanecía de espaldas sin inmutarse de que yo la estaba grabando. Después de haber grabado alrededor de treinta segundos, paré el vídeo, bloqueé el móvil y me lo volví a meter en el bolsillo del jogger sin que ella se diera cuenta. Agarré de nuevo el cubo, lo llevé hacia el lugar que me tocaba y seguí limpiando aquellos pupitres. Cuando Julia había terminado de limpiar aquella mesa junto con la silla que aparentemente era del profesorado años atrás, se sentó poniendo las piernas cruzadas sobre la mesa.
—Señorita Alexia, sino se sienta en su sitio inmediatamente me voy a ver en la obligación de ponerla un parte. —Decía a la par que me señalaba con el índice imitando al profesor de Ciudadanía. Debo admitir que me hizo cierta gracia para ser una ocurrencia proveniente de alguien como ella.
—Disculpe profesora. —Le seguí la broma. Ya me siento. —Y me senté en uno de los pupitres que había limpiado como una chica obediente. Entonces nos miramos fijamente y al cabo de segundos no pudimos contenernos más y empezamos a reírnos a la par, era bastante difícil de creer que ella y yo estuviéramos en ese ambiente vacilante, parecía no existir ningún tipo de rivalidad entre nosotras, sino más bien una cercanía que solo existe entre gente de tu círculo íntimo. En aquel lugar y en aquella hora parecíamos de esas mejores amigas que andan bromeando y riéndose todo el día. Cualquiera que nos hubiese visto en ese momento jamás podría decir que éramos las mayores enemigas que habían pisado el suelo del Valento Sierra. Pero como lo bueno dura poco, supongo que se cansó de aceptar sus responsabilidades como persona adulta y se levantó de aquella silla. Al llegar a su destino se sentó en aquella silla zarrapastrosa de aquel piano anticuado, piano que anteriormente había quitado el polvo, y empezó a tocar con su dedo índice alguna que otra tecla como cuando los niños pequeños están experimentando e intentan descubrir para qué sirve y cómo funciona. Entonces al ver lo que hacía me levanté de aquel pupitre, fui hacia ella y me senté a su lado mientras la seguía observando, parecía importarle poco que yo la estuviera contemplando porque sin vergüenza alguna seguía tocando las teclas como si fuera una niña ensimismada en lo suyo. Entonces posé ambas manos sobre el piano y empecé a tocar acordes con la mano izquierda mientras que con la derecha tocaba la melodía del estribillo de la canción "Why u always in a mood" de 24kGoldn. Tocaba la segunda vuelta del estribillo cuando de repente Julia empezó a cantar la canción bajito, tanto que pareciera que estaba murmurando. Entonces al percatarme de aquello, no seguí tocando la estrofa, seguí tocando la misma parte una y otra vez esperando a que se soltara, a que se dejara llevar y cantara de una manera audible para mis oídos. Al cabo de diez veces tocando lo mismo por fin subió la intensidad del sonido. Parecía otra Julia completamente distinta a la que conocía hasta ahora, como si le apasionara lo que estaba haciendo, como si no existiera nada más alrededor, y debo admitir que no lo hacía nada mal, su voz agradable y suave te invitaba a querer seguir escuchándola todo el día. Aunque parecía una ironía del destino la letra que estaba cantando, ya que lo que decía era más bien para que se lo cantaran a ella y no al revés. Sin embargo, allí estaba ella cantando con una pasión admirable aquella letra de aquella canción:Why y always in a mood?
¿Por qué siempre estás de mal humor?
Fuckin' 'round actin' brand new
Jodiendo a los demás como si fueras la mejor
I ain't gonna tell you what to do
No estoy tratando de decirte lo que tienes que hacer
But try to play cool
Pero chica cálmate
Baby I ain't playing by your rules
Bebé no estoy jugando con tus reglas
Everything look better with a view
Todo se ve mejor con actitud—No sabía que cantabas tan bien. —Interrumpí su actuación.
—Hay muchas cosas que no sabes de mí, querida Alexia. —Ladeó la cabeza a la derecha.
—Bueno, algo sé. Sé que te gusta...—hice un breve silencio mientras ella me miraba fijamente como con miedo a lo que iba a decir— Mario.
—¿Mario? —Puso cara de no entender nada de lo que hablaba.
—Sí, Mario. Benedetti. ¿No creerías que estaba hablando del profesor de Educación Física? Aunque bueno, tendría sentido que tengas una aventura con él y ese sea el motivo de que te quedes sentada en el banco mientras los demás sudamos como perros.
—¿Yo que voy a estar saliendo con ese? Con ese sale la tonta de mi hermana. —Respondió tan rápido que no le dio tiempo a pensar que después se arrepentiría de revelar aquel secreto, pero ya lo había dicho, ya estaba hecho, y por más que se retractara de aquellas palabras yo tenía muy claro lo que había oído. Pero ni se te ocurra decírselo a nadie, ¿eh? Porque si lo haces voy a ser tu peor pesadilla despierta. Además, no olvides que tengo algo tuyo que todavía no ha visto la luz. Me apetecía decirle que yo también tenía algo suyo que el mundo desconocía pero la intriga pudo más conmigo.
—¿Y entonces por qué quiere salir con mi hermano? ¿Es que acaso es de las que juega a dos bandas? ¡Pues con mi hermano que no juegue!
—No lo sé a ciencia cierta, pero me hago una ligera idea del porqué. —Me quedé mirándola como esperando a que me diera la respuesta que tenía en mente.
—¿Y bien? —Seguí mirándola con la intención de intimidarla y que soltara prenda.
—Pues...es que...mis padres se han enterado de que tiene novio. Y lógicamente no puede presentarle a Mario, mis padres jamás aceptarían que salga con alguien que le saque diez años. Me pellizqué el dorso de mi mano derecha para ver si lo que estaba ocurriendo era cierto y no un sueño. ¿De verdad Julia me estaba revelando secretos de su familia? ¿Y por qué razón lo estaba haciendo? ¿Sería porque su hermana se le había revelado y había decidido excluirla de su protección personal? ¿Pero entonces porqué me había amenazado para que no se lo contara a nadie? ¿Qué ganaba ella a cambio? ¿No hacer el ganso como hacíamos los demás en Educación Física? ¿O sería por otra razón?
—Claro, tienes razón. —Respondí. ¿No hay nada más que quieras contarme? —Pensé. Y entonces como si me hubiese leído la mente respondió a aquella pregunta.

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Fuera de lugar
Ficção AdolescenteAlexia es una estudiante sobresaliente que pasa desapercibida en el instituto, hasta que se descubre el suicidio de Erick Gómez, ahí su vida da un giro de 180 grados. Empieza a ser vista por la despiadada Julia, la cual se encargará de hacerle la vi...