Cap 40

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Miraba al techo sin saber que hacer, cansada de todo, de mi vida, de mi soledad, cuando mi móvil empezó a vibrar en la mesilla de noche, el corazón empezó a bombear muy fuerte al ver el nombre con la que yo la tenía puesta "Churri", así era como me llamaba entre besos en el oído, esa manera de llamarme me encendía pero de eso ya hacia meses, ni siquiera lo había borrado tampoco sabía por que.

Mirando el nombre quieta con solo el ruido de fondo de mi corazón dejo de sonar, suspiré de alivio, lo que menos me apetecía era escuchar su voz.

Volví a mirar el techo cuando volvió a vibrar el móvil otra vez ella, que mierda  quería ahora después de tanto tiempo sin hablarme ni mirarme.

Volvió a dejar de sonar, volví a sentir alivio, pero un minuto después un wasap de ella.

Estuve diez minutos esperando a ver si volvía a llamar o si mandaba otro wasap al no hacerlo abri su conversación, con una foto de perfil ella besando mi mejilla y me pregunté por que tenía aun esa foto que yo misma le puse, por que no se la había quitado y ya no estaba conmigo.

Su último mensaje hacia tres meses cinco días cuatro horas un como estas al que ya no le conteste, el de ahora de hacia diez minutos.

-Te he llamado, se que no quieres hablar conmigo pero no es por mi, Laira esta de parto, pensé que debías saberlo, solo era eso.

Me levante de golpe, mis sobrinos venían al mundo, aun le quedaba un mes pero los partos gemelares siempre se adelantan, mi hermano estaba de viaje, tenía que ir al hospital, sabía lo que me la podía encontrar ahí.

Pedí un taxi, ya que aún no me dejaban conducir y me plante en el hospital nerviosa y preguntando por Laira.

No me cogía las llamadas era lo normal, le escribí un mensaje era frío pero que le iba a poner que la hechaba de menos.

Guarde el móvil y me equipe con la ropa adecuada para entrar en quirofano.

Laira ya estaba preparada  abierta de piernas y muy asustada, los dolores eran muy frecuentes y sus gritos se podían oír en todo Madrid, agarre su mano que casi me quedo sin ella y me prometí a mi misma que yo no pasaría por esto, quería ser madre pero yo no seria la que se embarazara, pensé en Gillian ella no podía tampoco.

-Ahhhhhhhhhhhh!!!

El grito de Laira me sacó de mis pensamientos.

-Vamos empuja!

-Vamos laira cariño....

-Vete a la mierda Malú!!

No se lo iba a tomar en cuenta si fuera yo algún puñetazo se llevaría alguien aparte de los gritos y algún insulto se estaba portando como una campeona.

-Ya se ve la cabecita, vamos un pequeño empujón.

No tardaron los primeros lloros del pequeño, me dejaron cortan el cordón antes de poberselo en brazos de su madre que lloraba igual que su pequeño, era muy guapo para que negarlo, se me saltaron unas pequeñas lágrimas.

Una de las enfermeras cogieron al niño.

-Dónde se lo llevan? Esta bien que le pasa?

-Tranquila es para la primera revisió  todo está bien ahora te queda sacar el otro.

-Otro!! Nooooo!!

Grito horrorizada.

-Ese para mañana no tengo fuerzas.

Nos hizo reír por esa ocurrencia como si el bebé pudiera salir cuando su madre quisiera.

-Ya veras este tiene el camino hecho dos empujones y sale.

La matrona dándole ánimos que a ella no le llegaban.

-Vamos laira.

Le di un beso en la frente, su cara era de mucho cansancio el pelo pegado del sudor de tanto esfuerzo pero el pequeño salió hicimos lo mismo corte el cordón y se lo pusieron encima, mi amiga volvió a llorar con su pequeño en brazos.

-Es guapo verdad?

-Se parecen a ti tranquila Laira no al imbécil de tu novio.

No pude evitar soltarlo, ella no dijo nada no podía evitar mirarlo, se lo llevaron y le dieron al primero, al poco rato tenía a los dos en sus brazos, con los ojitos abiertos mirando a su madre que les hablaba, una escena de lo más tierna.

-Gracias Malú por estar a mi lado.

Sonrei y les di un beso a esos pequeños.

-Ya sabes cómo los vas a llamar?

-No se cuando venga Gustavo lo decidiremos los dos.

-Nos lo llevamos para limpiarlos y asearlos y a ella también en un rato la subiremos a planta puede esperarlos allí.

Salí del quirofano quitándome la ropa  lanzandola a una papelera cuando la vi a tan solo unos pasos, mi cuerpo tembló hacia tiempo que no la tenía tan cerca.




Llevaba rato esperando, seguía de parto eso es lo poca información que me habían dado, hasta que la vi salir con la bata de papel hasta con eso puesto se la veía tan sexy, levantó la vista y me miró, se quedó parada se acerco a mi y con la voz timida me preguntó.

-Acaban de nacer.....

Asenti no le conteste no le pregunte fue ella la que dio toda la información yo tan solo escuchaba.

Después las dos ella delante y yo detrás siguiéndola fuimos a la habitación, Laira aún no había llegado, solas las dos con la tensión que se podía cortar con un cuchillo hasta que volvió a preguntar.

-Como estas?

-Y que más te da.....

-Si que me da Gillian que no estemos juntas no significa que no preucupe por ti.

-No me hace falta ya tu prucupacion, te agradezco todo lo que hiciste por mi pero igual que arreglaste mi vida destrozaste mi corazón.....

Iba a contestar pero en ese momento entro Laira en la cama con sus dos bebés en brazos.

Eran preciosos tenían una mezcla de mi hermano y de ella, no pude evitar coger uno y Malú cogió el otro, las dos sentadas alejadas les dimos su primer biberon y su primer pañal, me quede bastante sorprendida al verla, esa manera de cogerlo con esa gracia, sería una buena madre esos críos tenían a su tía perfecta.

Cuando mi hermano llegó todo nervioso solo tubo ojos para sus niños y su novia, luego se dio cuenta de nuestra presencia, me abrazo y beso.

-Has visto enana tus sobrinos igualitos a mi.

El todo orgulloso de sus vástagos pero si de algo me di cuenta es de que el y Malú apenas se miraron.

-Yo me voy Laira..... Mañana volveré.

Le dijo a su amiga, a mi hermano ni lo miro ni se despidió, paso por mi lado con la cabeza agachada y me dio lástima por que ahí había pasado algo y me tenía que yo era la causa.

Pasaron un rato decidiendo como llamarlos hasta que eligieron llamar al mayor Javier y al otro Albert.

Pero yo tenía la mosca detrás de la oreja, mi cabeza no podía dejar de pensar que había pasado así que le pregunté

-Gus puedo hacerte una pregunta?

-Las que quieras enana?

-Que pasa entre Malú y tu.

-Nada.

-No me mientas, sois amigos y ni siquiera os habéis hablado.

-Tonterías tuyas.

-No son tonterías Gus y no me trates como una niña estáis así por mi culpa?

-Nada es tu culpa son diferencias entre los dos.

Me mentía lo sabía puede que yo no tuviera la culpa pero era parte de su desacuerdo pero como no iba a sacar nada el podía ser tan hermético y a Malú no le iba a preguntar decidí callar y contemplar a esos chiquitines que no tenían culpa de nada.

Mi jefa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora