Cap 86

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Ya estaba hecho no había marcha atrás los papeles para solicitar la adopción entregados ahora solo falta esperar, en dos  semanas darían el visto bueno se me iban a hacer largas muy largas.

Yo no soy mujer de paciencia soy mujer de negocios, tratar con gente pagar si pudiera hacerlo pagar y tener a mis hijas ya.

Tenía que centrarme con el trabajo para no desesperarme y de ese tenia un montón, la fundación iba mejor de lo esperado, empezábamos a exportar  a la península, tocarían viajes es lo que menos me gustaba de esto, antes era mi prioridad viajes a todo lujo, negocios reuniones y luego alguna en la cama de algún hotel.

Esa vida había terminado el dia que había decidido luchar por Gilian esa día mi pasado se quedaba en pasado, mi vida era ella y nuestras futuras hijas.

No sólo era yo la que llevaba mal salir de viaje, Gilian lo pasaba igual de mal o peor, en este viaje le había propuesto venir conmigo tan solo serían unos días, en lo que me costaría trabajar pero tendríamos nuestros momentos.

Quería aprovechar ya que iba a ir a Valencia playas y Buenos hoteles con la maleta preparada nos subimos al avión.

Apenas tuve tiempo de ver el hotel deje a Gilian en la misma puerta del hotel y yo me dirigí a las oficinas que teníamos ya instaladas desde hacía unas semanas.

Me enfrasque de lleno entre papeleos y reuniones, inversores que iban a dejar su dinero en este proyecto, comida con ellos hasta bien entrada la tarde en la que ya dimos por terminada la jornada.

Estaba tremendamente cansada, el chófer me dejó en la puerta del hotel con una gran pinta en eso nunca escatimaba.

Aun  era de día sobre ser las ocho de la tarde, Gilian me había dicho que estaba aún en la piscina, antes de subir a la habitación pase por la gran terraza, de lejos la vi tumbada en una de las tumbonas con un diminuto biquini, se me hizo la boca agua, las hormonas se me dispararon, el cansancio se hizo a un lado, le pedí a uno de los camareros que pasaban por ahí un par de cócteles y me acerque a mi chica, llevaba las gafas de sol puestas intuí que tendría los ojos cerrados por que no dijo nada en un principio.

-Me estas tapando el sol gorda.

-Jajaja.

Me sente a un lado pasando mi mano por su abdomen.

-Me vas a dejar marca quita esas manazas

-Cuándo te quite ese biquini y te haga el amor no querrás que te las quite.

-Malú.....

Se quita las gafas y se sienta, le ofrezco el coctel y las dos le dimos un sorbo al coctel.

-Como fue el día gorda?

-Agotador pero ya se me pasó al verte así.

Ella negó con la cabeza y yo le sonreí.

-El tuyo?

-Bien agua y sol.

-Te apetece salir damos un paseo cenamos fuera y luego.....

-Jajaja eres incorregible Malú.

Y eso hicimos fuimos a la habitación, preciosa completa con una gran cama donde podría poner toda esa imaginación que tenía en mente.

Hubiera abortado el salir a pasear pero ni de coña me dejó Gilian ni me dejó ducharme con ella lo tuvimos que hacer por separado no se fiaba ni un pelo de mi y con razón lo hubiéramos hecho en la ducha y de ahí a la cama.

Ya había anochecido cuando salimos, corría una pequeña brisa de playa paseamos por la playa repleta de gente, chiringuitos llenos, los restaurantes repletos.

-Creo que no cenamos gorda.

Sonrei.

-Tranquila mi amor he hecho los deberes mientras tu no me has dejado tocar tu cuerpo.

Suspiro.

-Jajaja.... He reservado tranquila.

-Y seguro que en uno de estos no.

-Por supuesto.

Le guiñe el ojo.

Y dando un paseo llegamos al mejor restaurante de la zona, una pequeña mesa para nosotras en el reservado por que el dinero está para eso para ocasiones como esta aunque ella se hubiera ido a una hamburguesería.

Cenamos demasiado bien, terminamos con dos botellas de vino blanco entre las dos, salimos subiditas y bastante achispadas.

Apenas la dejé entrar en la habitación y ya la tenía acorralada entre la pared, directa a su boca entrelazando nuestras lenguas.

La subí a mi cuerpo sus piernas rodeando mi cintura con sus manos alrededor de mi cuello y su cuerpo pegado a la pared, devorando su boca y después su cuello escuchando en mi oído sus gemidos.

A volandas y tronpicones llegamos hasta la cama tirando lo que pillaba por mi camino ya que aún no me conocía la habitación.

La dejé caer en la cama, su pequeño vestido fue por los aires, no llevaba sujetador lo que me puso a mil, sus pechos me volvían loca.

Mi boca y mis manos fueron directas a ellos uno mi boca jugaba con el mordiendo su pezón y con el otro era mi mano, su cuerpo se movía impiciente debajo de mi cuerpo, suspiraba y gruñia a la vez, la deje por un momento para coger el satisfayer y volví a por ella volviendo a su cuerpo, besando sus labios, encendí el satisfayer lo puse en su clitoris la hice gritar como a mi me gusta y mientras la miraba a los ojos iba subiendo de velocidad, sus piernas se tensaron del placer que estaba recibiendo hasta que explotó en un tremendo órgasmo y no se como no me fui yo detrás de ver su cara, verla disfrutar era mi disfrute.

Temblaba de placer y y yo sin poder quitar mis ojos de ella, pero fue recuperar sus fuerzas y atacarme con las mismas armas desarmandome de placer.

No dejó ni una parte de mi piel sin besar ni tocar me retorcía debajo de su  cuerpo, me volvió loca cuando su boca bajo hasta entre mis piernas buscando mi sexo empapado, lamiendo como si no hubiera un mañana, mis caderas se levantaban buscando fricción, buscando más, buscando un órgasmo.

Metio sus dedos en mi moviéndolos en circulos a la vez que con su lengua jugaba con mi clitoris, luego empezó a sacar y meter, y yo ya no podía ni hablar pensé que moría de placer.

Explote como hacia tiempo empapando sus dedos y su boca con mis fluidos, caí derrotada en las sabanas y ella a mi lado sonriendo satisfecha acariciando mi piel dibujando cosas sin sentido en ella.

Mis ojos y los de ella se fueron cerrando, dejando pasar la primera noche.

Los siguientes días fueron agotadores, demasiado trabajo y dejándola demasiado  tiempo sola, ese poco tiempo lo pasaba con ella que era donde más quería estar.

Deje todo cerrado, el Viaje solo nos quedaba una noche, ese día lo pasamos juntas piscina playa y sol.

Estábamos en la terraza tomando algo cuando lo vi entrar un viejo conocido mío con su mujer, había hecho bastantes negocios con el y mucho tiempo que no lo veía, fueron ellos los que nos vieron, más bien su mujer a la que solo había visto una vez, se acercaron a nosotras, hice las típicas presentaciones y se sentaron con nosotros también idea de ella.

No tardamos en entablar conversación y hablar de negocios podría ser una buena oportunidad para mi.

Mi jefa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora