Cap 57

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Estaba muy enfurecida, quería golpear tirar todo lo que tuviera a mi alrededor así es como entre en  mi casa despues de la discursion y enterarme de que Laira era mi hermana.

Me sentía traicionada por ella, no por que fuera mi hermana de eso ella no tenía la culpa, siempre lo habia sentido así pero que no me dijera nada, que me mirara a los ojos y callara como una zorra, me daban ganas de golpearla.

Respire hondo al entrar en la cocina, saqué una cerveza y me la bebí de un trago puse mis  manos en la encimera y grite todo lo que pude desgarrandome la garganta.

Ana la chica que cuidada de mi casa, la que cocinaba, limpiaba y mantenía en orden mi desorden entró asustada.

-Malú esta bien?

Levante la mano en señal de tranquilizarla.

-Si si..... Necesito estar sola.... Tomate el día libre me apañaré con lo que tengo.

Asintió y desapareció, volví a coger otra cerveza esta vez me lo tomé con más calma, no queria emborracharme tenía que tomar decisiones.

Primero tenía que llamar a mi abogado tenía que poner todas mis pertenencias las cuales, todo estuviera bien y no tener problemas, vender alguna propiedad y comprar otras fuera de Madrid tal vez una ciudad con playa sabía que Gillian le gustava.

Tenía que resolver cosas en la empresa pero hoy no, no queria enfrentarme a Laira ya hacia horas que me estaba llamando y yo ignorando sus llamadas, estaba segura que nuestro padre ya le había ido con el cuento y vendría con sus escusas que no tenía ganas de escuchar, hoy no.

Fui a mi habitación empecé a preparar unas maletas para enviarlas ya para las islas así pase hasta media tarde entretenida con la cabeza en otro sitio ignorando mi móvil que no paraba de sonar.

Llamé para que recogieran las tres maletas les di la dirección de Gillian en la noche la llamaría para contárselo, decirle que iba a ser yo la que fuera pero no le iba a contar el motivo no por ahora, esto no era para decirlo por teléfono para ella también sería un golpe.

El servicio de paqueteria llegó para recogerlo mientras lo cargaba en la furgoneta y firmaba el albarán llegó el coche de Laira, maldije para mis adentros.

Quise cerrarle la puerta en las narices   pero llegaba con los niños al bajar del coche corrieron con los brazos abiertos hasta mi.

-Ti.. Ta!!

Gritaban los  dos con esa sonrisa que hacían que me derritiera,los cogí a los dos en brazos babeandome la cara su manera de besarme.

-Malú llevo todo el día llamándote, tenemos que hablar.

-Si no te lo he cogido es por que no quiero hablar.

-Y esas maletas?

-Me voy.

-Cuando?

-No lo se pronto Laira, cuando resuelva algunas cosas.

Ya estabamos dentro en el salón les saque juguetes que tenía para ellos.

-Papa me ha llamado.

-Ah ya es papá?

-Malú no he venido ha discutir y menos delante de los niños.

-Por eso los has traído para que no te monte un espectáculo y te diga cuatro cosas?

-En parte no te voy a mentir.

-Llevas mucho tiempo mintiendome.

-Esa no es la cuestión ahora, no puedes irte así.

-Como quieres que me vaya tu padre ya habrá ido con el cuento.

-Es nuestro padre Malú.

-No te creas que eres la única Laira seguro que hay más tendrás que portarte bien, bueno que como tú ya le has dado herederos no creo que te deserede.

-No te va a deseredar hablaré con el.

-No hace falta que hables a mi favor mi decisión esta tomada tenía que haberla tomado hace un par de años y no haberle hecho caso a Gustavo pero claro ya sabría el con quien se juntaba con la futura heredera que engañados me teníais.

-No es así no hace tanto que lo se para mi también fue duro.

-Desde cuando lo sabes y no me mientas?

-Un año más o menos.

-Y como me has podido mirar a la cara.

-No te lo dije por que tuve miedo de tu reacción que pensaras que  lo quería todo, no queria que nada cambiará entre nosotras y luego cuándo se lo conté a Gustavo....

-Gustavo siempre Gustavo, se le habrieron los ojos un imperio para el.

-No para sus hijos ellos tienen el derecho que yo no he tenido.

-Jajaja no me hagas reír nunca te ha faltado nada.

-El cariño de mi verdadero padre.

-No te equivoques Laira no te has perdido nada yo me quedaba con el tuyo cien por cien.

Sus padres eran el ejemplo que yo quería, en lo que yo creía pero ahora ese mito había caído, su madre era amiga de la mía y la traicionó.

-Se que estas pensando mal de mi madre yo lo hice y la odie pero fue tu padre quien la sedujo.

-Dos no se lían si uno no quiere.

-Estava enamorada y ciega nuestro padre...

-Ni me lo nombres  no quiero saberlo.

-Le dijo que dejaría a tu madre y nunca la dejo....

-Imagina lo que le importabais promesas y promesas que nunca se cumplían.

-Lo siento Malú..... No es culpa mía lo que hicieron nuestros padres, no es culpa tuya.

-Lo se de eso no te culpo, para mí siempre habías sido mi hermana pero que no fueras capaz de decírmelo.

-Y tu que hubieras hecho Malú....

Igual tenía razón hubiera callado mire a los niños.

-No lo se....

-Por favor no quiero perderte.....

-Yo tampoco pero necesito tiempo.

-Esta bien...... No te vayas.... Malú.

-Esta decidido Laira me voy.

-Te voy a hechar de menos.

-Yo a ti también pero tengo que pensar en mi, en mi vida y mi vida es ella, estoy enamorada, voy a luchar por ella.

-Lo sabe que lo dejas toda tú vida?

-Mi vida es ella Laira y no lo sabe se lo diré cuando vaya, no quiero que también me coma la cabeza por que se que seguro que lo hará y nadie me hará cambiar de opinión, también te pido que no le digas nada a Gustavo no quiero discutir con él ni que lo haga con Gillian, ella acaba de salir del covid y no lo ha pasado bien y su salud no es la más idónea, voy a cuidar de ella.

- Te veo muy enamorada.

-Lo estoy, esto que siento no lo he sentido antes por nadie y creía que si.

-Te deseo lo mejor de verdad... Y que no me guardes rencor.

-No lo hago te quiero mucho, el dolor que ahora siento se irá pero ahora necesito hacer mi vida.

-Puedo abrazarte?

-Claro.... Lo necesito.

Nos abrazamos por minutos, la quería y la hecharia mucho de menos pero nada ni nadie me haría cambiar de opinión, se me iba hacer eterno los días que me quedaban en Madrid.

Me despedí de ella y de los niños ya estaba anocheciendo, me hice algo de cenar que era solo calentarlo, me tire en la cama ahora lo único que quería era escuchar su voz hablar con Gillian hasta quedarme dormida, tenía que contarle la verdad a medias, decirle que en poco de un mes estaríamos otra vez juntas y esta vez nadie nos iba a separar.

Marque su número, mi corazón se aceleraba como un adolescente.

Mi jefa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora