Cap 70

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El tratamiento que me habían dado, me estaba llendo bien, el dolor había disminuido pero sabía que no era la solución, sabía cual era y eso pasaba por pasar por el quirofano, Malú había dejado el tema aparcado por unos días pero sabía que lo volvería a mencionar pero hoy no era día para pensar en eso, hoy era un día especial, hoy era catorce de diciembre el cumpleaños de Malú, nuestro primer cumpleaños juntas y estaba dispuesta a sorprenderla, hoy haría de ella un día especial.

El día empezaría despertandola de manera diferente, me levante de su agarre despacio para no despertarla aunque sabía que no lo haría, su sueño era bastante profundo.

Abri el cajón donde tenía guardados sus juguetes, me quede mirándolos, pase la mano por ellos y opte por el arnés, no lo habíamos utilizado, no me hacía mucha gracia que lo probará conmigo así se lo deje caer un día, Malú acepto de momento, sabía que a ella le gustaba y pensé y si  soy yo quien se lo pone, pensado y hecho.

Me lo coloque bien puesto y fui a la cama, me metí debajo de las sábanas, besando su piel y dejando tiernas caricias.

No tarde en notar como su piel se erizaba y no tardo en removerse en la  cama, cuando mordí su pezón ya duro escuche claramente un gruñido, fui a sus labios cuando ya tenía los ojos abiertos, con besos tiernos y pasando en segundos a ser frenéticos, cuando deje sus labios fui a su oído y le dije de manera sensual.

-Mmmmmm felicidades mi gorda.... Vas a recibir tu primer regalo de hoy.

-Mi regalo eres tu?

-Esto....

Me descubrí y le enseñe lo que llevaba puesto, su sonrisa no le cabía en la cara.

-Mi amor....

-Hoy mando yo gorda.

Empezamos con besos fuertes, mordidas y la lamidas, pase mi mano por su sexo estaba empadado preparada para mi, acerque el pene de plástico a su entrada, no costó nada entrar dentro de ella, gruño y enredo sus piernas en mi espalda para que pudiera penetrarla mejor, empecé despacio dentro fuera pero sus caderas se movían quería más y las mías empezaron a moverse fuerte penetrandola duro, Malú gritaba de placer, gemia y a mi verla así desatada pudo conmigo, llegué al órgasmo con solo verla a ella disfrutar como una loca, Malú tardo más pero no importaba su placer era el mío y verla disfrutar era precioso, mi espalda lo noto con sus arañazos, el sudor en nuestros cuerpos era latente, caí encima de su cuerpo cuando explotó gritando mi nombre.

-Cariño.... Ha sido brutal....

Me dijo aún con la respiración acelerada.

La mire a los ojos.

-Lo he hecho bien?

Le pregunté temorosa.

-No lo dudes amor me has dejado agotada.

Sonreí y me abrace a su cuerpo unos minutos mientras recuperabamos fuerza.

-Ahora quiero que te quedes aquí no te muevas voy a por tu segundo regalo.

-Con este tenía suficiente.

-Jajaja te amo.

-Y yo.

Me quite el aparatito, me puse una camiseta y unas bragas y me fui a la cocina, prepare un desayuno completo, lo puse en un arreglo de globos y un paquete envuelto en papel de regalo y me fui otra vez a la habitación.

Volvió a sonreír, su sonrisa no cabía en su cara al ver el desayuno.

-Jolines amor que bonito, habrás traído para las dos?

-Claro no vas a comertelo todo tu.

Me sente con ella en la cama con la bandeja en medio de las dos, no paraba de mirar el paquetito pero no decia nada, comíamos con muchas sonrisas tontas y muchos besos.

Cuando ya lo habíamos terminado todo le di el paquete.

-Toma amor es un detalle.

Claro que le regalas a una persona forrada de dinero que lo tiene todo opte por algo que fuera a utilizar y sobre todo que no cogiera los míos.

Abrió el paquete como si tuviera en las manos una bomba a punto de estalla, estuve apunto de quitárselo de las manos y hacerlo yo misma, pero asi era Malú una niña pequeña.

-Es precioso....

Era un conjunto de ropa interior, de color vino el sujetador del tipo que te levanta los pechos con encaje en las orillas, el tanga con transparèncias, ya me moria por verselo puesto.

Me lo agradeció con un beso que me puso la carne de gallina, tanto que de ahí fuimos a la ducha dando rienda a nuestro amor.

Pasamos el día en el trabajo pensando en esta noche, el día lo pasamos con miradas y sonrisas demasiado pícara, con mi amigo Leo atento a todo.

-Vosotras habéis follando!

-Leo calla y no digas bobadas.

-Hueles a sexo cuéntame como has celebrado su cumpleaños.

Podía ser imposible y hasta que no me saco los colores y quedo satisfecho con el relato  no paro.

Pude escabullirme e irme a casa yo primero, había pedido cena para las dos, prepare la mesa en el salón con velas en el centro, la luz tenue, cuando llegó ella volvió a sonreír vino corriendo y me abrazo estaba emocionada beso mis labios apasionadamente.

-Nadie ha hecho esto por mi, eres increíble mi amor.

-Te lo mereces todo gorda, hoy es tu día siéntate.

La hago que se siente mientras pongo la cena y con las manos entrelazadas y con miradas complices cenamos, me levante y puse música, la canción te conozco desde siempre, le cogí de la mano para bailar con ella la canción, las dos abrazadas apenas nos movíamos del sitio no era necesario, solo existimos las dos mientras le cantaba al oído la canción que sonaba  de fondo, quitando su ropa despacio no había prisa, la noche era joven para nosotras.

Debajo de la ropa llevaba el conjunto que yo le había regalado, me quede mirando lo bien que le quedaba, estaba preciosa, le hacía unos pechos más bonitos cosa que era bastante imposible, le quedaba como me imaginaba cuando se lo compre.

No podía dejar mi mirarla cuando más lo hacía más me derretia, más la deseaba, mordi mi labio, sus ojos eran todo deseo brillaban como nunca, fue ella la que se acerco a mi.

-Te sobra mucha ropa.

Me dijo para después morder mi lóbulo como solo ella sabía, atacando mi cuello, me subí a su cintura entrelazando mis piernas en ella.

Con los labios pegados con los de ella me condujo hasta la habitación, parando en cada rincón por que ya la desesperación era latente.

Me dejó caer en la cama con su cuerpo encima del mío, esta vez hicimos el amor con cuidado con delicadeza, besando cada parte de mi piel, me sentí deseada, me sentí amada, solo ella sabía hacerme sentir así, disfrute, me hizo llegar al  órgasmo y luego le hice llegar yo, la noche no terminó ahí ese fue el primer asalto, Malú era explosión, era  fogosidad y te hacía sentir como ella, con tan sólo tocarte hacia que cada célula de mi cuerpo se activará.

Terminó con todas mis energías agotada agarrada a su cuerpo.

-Ha sido el mejor cumpleaños de mi vida.... Gracias amor por darme tanto.....

Dijo estas palabras y se fue quedando dormida y para mí era un auténtico placer verla dormir.

Mi jefa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora