Cap 61

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Su carita de mala leche por haberla despertado , sus ojos medio cerrados así y todo estaba tan bonita.

-Sorpresa!!

Le grite al abrir la puerta.

-Malú.... pero que haces tu aquí? Tu no estabas en Madrid... Pero si hace poco me estabas hablando...

Estaba que no estaba, se había puesto en bucle, como si lo estuviera soñando tenerme aquí delante de ella.

-Jajaja quieres dejarlo ya gruñona, como se nota que te desperté, anda dame un abrazo.

Se abalanzó a mis brazos, abrazandomos con fuerza, cerré la puerta con ella agarrada y ahí mismo  ataque su boca, moria por besarla y por como lo hacía ella estaba igual que yo, muchos años sin besar sus labios, no podía dejar de hacerlo, parando solo para coger un poco de aire.

-Mmmm..... Te hechaba mucho de menos no podía estar más tiempo lejos de ti.

Sus manos ahuecaron mi cara, se mordia su labio.

-Te quedas?

-Para siempre mi amor para siempre.

Me cogió de la mano entrelazando nuestros dedos, me llevó hasta el salón y allí nos sentamos en el sofá, ella abrazada a mi escondiendo su cara en mi cuello, notando su respiración en el, haciéndome cosquillas y volvimos a besarnos, de manera muy tierna.






Ahí en mi sofá acurrucadas sin poder dejar de besarnos, de una manera muy tierna no era pasional como al principio, era nuestra manera de decirnos cuanto nos habíamos hechado de menos, me sentía en una nube en sus brazos en su boca jugando con su lengua, como besaba de bien, sobre llevar tanto tiempo sin besarla, sus besos sabían a gloria, pensé que lo había olvidado pero para nada.

-Quieres un café? Y me cuentas como ha ido todo.

Le pregunte después de no se cuanto tiempo besándonos, Malú asintió, me levante, la cogí de la mano para que me acompañará a la cocina como si tuviera miedo que su presencia fuera un sueño y fuera a despertar de él.

Le dije que se sentará en el taburete de la cocina mientras yo preparaba café para las dos.

-Toma amargo.

-Como yo.

-No ya no eres así....

-Veremos cuando cambias de opinión.

Me sente a  su lado nuestras manos entrelazadas, no queria soltarla.

-Tranquila no me voy a ir.

-Por si acaso.

No podíamos dejar de mirarnos  en silencio sonriendo como adolescentes.

-Cuenta eso como es si me dijiste nueve días hace unas horas.

-Jajaja lo siento amor ya te he dicho necesitaba verte, terminé todo lo que tenía que hacer, he trabajado de noche y de día para estar aquí.

-Esta todo bien.

-Si no te preucupes.

Sonrió de manera timida.

-Has discutido con tu padre con mi hermano?

-Hoy no mi amor, esta todo bien no te preocupes, he hecho lo que yo quería, tu hermano está de viaje no le he dicho nada.

-Se pondrá furioso.

-Me da igual lo que piense tú hermano, lo que piense mi padre y lo que piense el mundo entero solo me importa lo que pienses tu.

-Yo lo único que pienso es que te amo y que estoy muy feliz de que estés aquí.

Termino de confesarme y me besa con tal ternura que  me vuelve loca.

-Estoy muy cansada, necesito un baño  y dormir.

-Anda ven....

La cojo de la mano y la llevo a mi habitación, allí en un rincón están sus maletas, nuestros ojos miran la pequeña me pongo roja pero Malú no dice nada, me siento en la cama y ella empieza a desnudarse delante de mí, va dejando caer cada prenda al suelo hasta quedarse completamente desnuda, yo no sabía donde mirar, mi cara estallaba de tan caliente que la tenía.

-Me dejas algo para ponerme?

-Ehhhhh si si....

Me levante corriendo y le saque una de sus camisetas que tenía de ella y se la tendí, Malú la agarró rozando mi mano y erizando toda mi piel y se fue directa al baño.

Me volví a sentar en la cama mientras escuchaba el agua correr, me hubiera gustado ir con ella pero me quedé bloqueada sin saber que hacer, tenía muchas ganas de ella, de besarla sin descanso, de que me hiciera el amor y gritar su nombre pero tenía miedo a la vez, de no estar a la altura y no quería volver a esconderme en el baño.


Me desnude delante de ella, sin ninguna intención mala, solo ver su reacción era tan tierna, toda colorada, sentada en la cama sin saber dónde mirar quise estrecharla en mis brazos cuando le pedí algo que ponerme, no quise ponerla más nerviosa y fuera ella sola otra vez a esconderse en el baño, iría despacio a su ritmo, me fui sola a la ducha con la esperanza de que ella viniera aunque sabía que no lo haría.

Al salir de la ducha secarme bien pero con el pelo húmedo y la camiseta que me había dejado que al fin y al cabo era mía volví a la habitación, Gilian seguía en el mismo sitio sentada al borde de la cama sonrei al verla, me metí en la cama y con la mano la invite a meterse.

La abrace a mi cuerpo tenía tantas ganas de tenerla a si junto a mi abrazadas cómo si fuéramos una solo.





Me abracé a su cuerpo, Malú apartó mi pelo del cuello y empezó a besarlo, besos húmedos, mi piel se erizaba al notar sus besos, luego chupo mi oreja y no pude evitar soltar un pequeño gemido, mientras sus dedos acariciaban mis brazos con las llemas de los dedos, luego las pasaba por mi abdomen, sin dejar de besar mi cuello  y algún mordisco en el cuello y  en el obulo de mi oreja, dando pequeños tirones, susurrando con esa voz tan sexy.

-Eres tan bella mi amor, tan hermosa, estas hecha toda una mujer..... Te deseo tanto..... Me muero por hacerte mía mi amor.... No tengas miedo, nunca te haré daño.... Solo quiero amarte, hacerte feliz....

El calor de mi cuerpo subía a pasos ajigantados, mi cuerpo temblaba con sus caricias, con algún pequeño, gemido se escapaba sin querer.

-Tranquila mi amor, no tengas miedo, solo siente.

Sus manos me acariciaban despacio, sin prisas, sus besos eran tan tiernos  cálidos,me hablaba a la vez que me acariciaba  deciendo cosas bonitas, me decía que me amaba, me deseaba , que con solo sus caricias llegue al órgasmo, me dio tanta vergüenza que me puse a llorar como una niña.

-Eh mi amor no llores.... No tengas vergüenza, yo también estoy emocionada y sabes por que mi amor.

No podía hablar aún tenía sollozos acompañados por los espasmos de el órgasmo que había tenido con solo sus caricias.

-Por que este órgasmo es mío como todos los que vendrán....

Me abrace a ella, me rodeo con sus brazos, beso mi cabeza y mi frente, luego mis labios otro beso que me dejó sin sentido.

-No te preucupes de nada mi niña descansa y duerme mi niña.

Malú no tardo mucho en quedarse dormida, no le podía ver la cara pero su respiración pausada me decía que había quedado agotada.

Me costó dormirme, necesitaba tenerla pegada a mi, aunque quisiera irme era misión imposible ya que su agarre a mi cuerpo era fuerte, hasta quedar dormida, hacía tiempo que no dormía tan bien.

Mi jefa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora