Cap 5

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-Ya te vas?

Escucho la voz de mi amante de esta noche mientras recojo mi ropa del suelo sin hacer mucho ruido y no despertarla esta vez sin éxito.

-Si.

-Quédate a dormir conmigo.

-Sabes perfectamente que nunca me quedo.

Nunca me quedo a dormir con nadie después de hechar un polvo por que es solo eso sexo, hace mucho que no paso la noche con nadie después de lo de mi ex y es tanta la desconfianza con la gente que no puedo.

-Solo por hoy.

-Tina no lo hagas difícil, las cosas ya te las deje claras.

-Malú no te estoy pidiendo nada no lo mal intérpretes ya sé lo que hay entre nosotras sexo cuando a ti te apetece.

-No te pases Tina en esto son dos y si tu no quieres no hay así que no me vengas con esas.

-Lo siento.....

Termino de ponerme la última pieza de ropa y me estoy arrepintiendo de haber venido, no me gusta repetir con la misma por esto por que al final siempre quieren más.

-No hace falta que durmamos podemos hacer otras cosas.

-Tengo trabajo y esta apunto de amanecer.

Se enfada y se da la vuelta, me cuelgo mi bolso y antes de salir le digo.

-Puedes quedarte todo el día pide lo que quieras para desayunar.

-No soy tu puta Malú.

-Nunca te he dicho eso.

-Pues lo parece Malú solo hace falta que me dejes dinero.

-Tina esto termina hoy, me has faltado el respeto, te cambiaré de departamento en las oficinas.... Adiós.

La escucho insultarme pero mejor dejarlo pasar, cierro la puerta de la habitación del hotel, no entiendo por que se enfada siempre que hemos quedado lo hemos hecho aquí en esta habitación, el hotel es mío y quien se queda es ella lo tiene todo gratis.

Mientras bajo por el ascensor llega el taxi me monto en el hasta mi casa alejada del barullo de Madrid.

Lo primero que hago es darme una ducha, desayuno y me meto en la cama, seguramente pasaré el domingo en la cama durmiendo soy de buen comer y de dormir siempre que el trabajo no me lo impide.

Pero hoy no me quita el sueño el trabajo lo que si lo hacen sos esos ojos de gato, no puedo evitar pensar en ella, en esa chiquilla, en un imposible.

Cuando me despierto ya es media tarde y mi barriga ruge, primero voy al baño hago mis cosas y voy directa a la cocina y como siempre mi cocinera me ha dejado preparada la comida ella sabe que me gusta comer bien y cocinar muy mal soy una auténtica negada en labores del hogar posiblemente por que me he criado con todo hecho y ahora es muy difícil arreglarlo y el dinero está para eso.

Como en la cocina más que nada para no hacer tanto viaje, cuando mi estómago está calmado voy a mi despacho y trabajo un poco hasta que el sol desaparece y salgo a correr eso si me gusta sobre todo cuando estoy en tensión y mi empresa me lo produce pero hoy la tensión no esta provocada por la empresa si por esos ojos de gato que no puedo olvidar.






-Gillian!

-Malak!

Nunca me hubiera imaginado volverla a ver.

-No te había conocido.

Le digo dándole dos besos.

-Ya, por el velo.

Mi jefa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora