Cap 73

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Mi padre estaba cambiado, ni yo lo reconocía, nunca pensé que las personas podían cambiar pero yo lo hice, me costó aceptar que me había enamorado de Gillian, me costó horrores aceptar mis errores y mis cagadas y aquí estoy como una mujer nueva cocinando con mi padre y si yo lo he hecho por que el no, le doy un voto de confianza, ha aceptado por fin a mi chica y para mi es lo más importante, no se si viene con otras intenciones hasta ahora en esta semana no ha dicho nada, he hablado can Laira ella fue la primera sorprendida y la que le dijo que viniera, se lo agradezco y la hecho de menos ojalá pronto podamos reunirnos, los niños crecen y no es lo mismo verlos por videollamadas.

-Buenos días, que hacéis?

Mi padre y yo nos damos la vuela, Gilian se acaba de levantar de la cama, la cara y los ojos la delatan de donde viene, el pelo revuelto así y todo está preciosa.

-Aqui cocinando para esta noche amor hoy es noche buena.

-Y mañana Navidad.

-Que graciosa.

Me acerco y le doy un beso sin importarme que mi padre esté delante, el beso lo alargó hasta que el carraspea y Gilian le suben los colores.

-Jajaja lo siento.

Le digo después de besarla.

-Mira que estamos preparando.

-Eso Gilian ven y danos tu visto.

-Todo  esto es para esta noche.

-Si habrá bastante?

Le digo algo preucupada.

-Quién viene a cenar?

-Los tres.

Le respondo.

-Pues creo que hay para todo el vecindario.

-Tu crees?

-Jajaja creo que nos hemos pasado hija.

Y si nos habíamos pasado, eramos tres y había comida para un regimiento, pero lo importante que fue la mejor cena de noche buena que recuerde desde que mamá ya no está  tenía a mi lado a la mujer que amaba y había recuperado a mi padre ahora no podía pedir más..... Si que podía hacerlo me vino a la  mente algo solo tenía que atreverme.

Hablamos de todo mi padre metía en todas las conversaciones a Gillian se notaba que quería saber de ella sus inquietudes, en ningún momento fue borde y sobre todo no la hizo sentir incómoda.

Mi padre se fue a dormir dejándonos solas tiradas en el sofá con la televisión encendida con algún programa de esos que hacían en Navidad, nosotras solo nos mirábamos, sonreiamos y le robaba algún beso.

-Espera aquí.

Me levante  de un salto.

-Donde vas se puede saber.

-Tu espera no te muevas.

-Donde quieres que vaya jajaja.

Fui corriendo hasta la cocina abri los armarios hasta que encontré lo que buscaba la caja de cereales en forma de aros, esto serviría de momento.

Fui al salón la vi con los ojos cerrados y pensé ya se ha dormido, con la mala leche que tiene cuando la despierto, agite la caja de cereales y abrió los ojos.

-Jajaja que haces? Tienes hambre? No has comido bastante jajaja.

-Tengo otra clase de hambre pero puede esperar unos minutos.

-Jajaja ya me estrañaba a mi.

-Que quieres que haga si tengo una novia con unas tetas que me vuelven loca.

-Que idiota eres cuando quieres.

Me arrodille ante ella, Gilian arruga la frente y la nariz y esta tan adorable cuando pone esa cara, se sienta bien en el sofá.

-Gorda que pasa, vienes con la caja de  cereales me vas a contar que le pasa a esa cabeza.

-Espera.

Abro la caja y busco un aro que no esté roto y que me pueda servir.

-A ver como empiezo.....

-Arranca parece mentira si no te conociera.

-A ver amor, se que no es la mejor manera de decirlo, ni la más romántica pero necesito preguntártelo.

Cojo su mano y en la otra el aro de cereales y mientras se lo pongo  en el dedo pequeño que es en el único que entra un poco.

-Gilian quieres casarte conmigo?

-Que.....

Me mira y mira el aro de  cereales.

-No es el mejor anillo lo se, te mereces el mejor anillo del mundo.... Es muy cutre verdad.

-Es el mejor anillo gorda.





Estoy flipando desde el primer momento que la veo con la caja de cereales, esta nerviosa, la veo venir pero no me lo creo lo que me dice, me pide matrimonio con un aro de cereales, esta asustada por que no le digo nada, tardo en responder por que aún estoy procesando lo que me acaba de pedir, que si me quiero casar con ella, como no voy a querer si con ella lo quiero todo.

-Es el mejor anillo gorda.

Me tiro encima de ella  la lleno de besos por toda la cara, la beso como nunca tiradas en el suelo, frente con frente.

-Es un si?

-Es un si quiero, es  un si quiero pasar el resto de mi vida contigo, es un si a todo amor te amo.

-Yo también te amo mi vida....

Y ya tenía sus manos por debajo de mi ropa atrapando mis pechos e intentando arrancarme la ropa.

-Gorda aquí no..... Tu padre.... No querrás que nos vea....

-Si tienes razón.

Se levanta y me da la mano me ayuda hacerlo, me sube a sus brazos enredando mis piernas a su cintura y mis manos enredados en su cuello conectando nuestros labios, dando tumbos llegamos a nuestra habitación , en la misma puerta me empotro contra ella misma.

-No se que me haces.... Gigi.... Me vueles loca.... Te deseo a cada momento.....

Metio su mano dentro de mi pantalón, estaba húmeda sus dedos se resbalaban fácilmente, tocaba y jugaba.

-Gorga vamos.... No puedo más....

-Dime que quieres.... Pídemelo....

-Gorga.....

La cara me ardía tenía doble calor por la vergüenza y por la calentura..

-Dime.....

-Follame....

-Mmmm Mmmm.....

Metio sus dedos en mi, me penetro despacio y poco a poco iba aumentando la velocidad, me corri entre sus dedos ahogue mis gemidos en su boca.

Me llevó hasta la cama dejándome caer en ella despacio y luego dejándose caer encima mirándonos a los ojos, destellaba felicidad sonreia sin parar, y sin darse cuenta le di la vuelta me coloque encima de ella.

-Me gusta cuando sacas esa fiera que llevas dentro.

-Solo haces que la saques tu gorda.

Fui a sus labios, mi anillo de cereales hacia rato que había pasado a mejor vida, no tenía anillo tampoco hacía falta por que la tenia a ella y un día sería mi mujer, no importaba cuándo si dentro de unos meses o unos años para mi ya lo era.

-Hazme el amor.....

No quería sexo fuerte como le gustaba me pedía que le hiciera el amor y es lo que hice le quite la ropa despacio, Malú me ayudo a quitarme la mía, las dos desnudas piel con piel, nos fuimos besando despacio sin prisa, besando su piel admirando su cuerpo perfecto para mi, rodamos sobre la cama, no había prisas por tocar el cielo, el reloj estaba parado para nosotras, tuvimos varios órgasmos, las dos gritamos nuestros nombres con las manos entrelazadas, diciendo todo lo que sentíamos sin  decir ninguna palabra, solo con besos solo con miradas, con nuestras manos acariciandonos hasta quedarnos dormidas como si fuéramos un solo cuerpo.

Mi jefa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora