Mi jefa

Cap 80

Salimos después de comer hacia la ciudad de Palma donde mañana mismo tenia la consulta con el médico  y me harían la biopsia, estaba bastante nerviosa para que negarlo, por eso fuimos pronto, Malú había cogido una habitación del hotel y claro el mas caro de la parte de la isla.

La habitación era una flipada, en la vida había estado en una así lo que más nos  gustó por que su cara lo dijo todo fue la gran bañera en medio de la habitación.

-Has visto mi amor......

Sonrió de manera muy pícara y ya  me puso a mil.

-Gorda....

Se mordió el labio y yo la imite, se puso a llenar la bañera con agua caliente, reguló las luces y la temperatura de la habitación para que quedara cálida.

No deshicimos ni las maletas directas a esa bañera, nos desnudamos desparramado la ropa de cualquier manera.

Nos metimos en la bañera ella apoyada y yo en su pecho con sus brazos entrelazando mi cuerpo acariciando de manera tranquila, pero poco a poco fue subiendo la temperatura de nuestros cuerpos, cambio las posiciones los besos se volvían intensos me susurro entre un descanso de sus besos.

-Quiero follarte aquí tendré cuidado contigo pero tu no lo tengas conmigo.

Pego mi cuerpo al suyo muy fuerte, me comía la boca y el cuello  y con su pierna hacia fricción en mi sexo, no tarde en tener  mi primer órgasmo.

No hubo parte de mi cuerpo que no besara que no chupara, pronto se le olvidó que iría con cuidado, follamos de manera salvaje, estábamos tan metidas en hacerlo que se me olvidó que al día siguiente tenía médico ahora solo quería disfrutar de ella y ella de mi.

Fue apoteosico tuve varios órgasmos igual que ella, el baño quedó hecho un asco agua por todas partes había más en el suelo que dentro de la bañera y a Malú le pareció tan divertida la situación.

Me dejó tan hecha polvo que ni fuerzas tenía de salir de la bañera, fue Malú la que me sacó en brazos dejándome de manera delicada en la cama y acostandose a mi lado, mirándonos por minutos sonriendo como tontas.

-Tendré que llamar al servicio de habitaciones para que suban a recoger toda el agua.

-Que dices estas loca! Que vergüenza! Hazlo tú a mi me has matado.

Abrió los ojos como platos.

-Yo?

-Si tu princesa yo estoy muerta por tu culpa no puedo ni moverme.

-Y como lo hago?

Rodee los ojos como podía ser más torpe.

-Gorda  coge las toallas tiralas encima del agua.

Arrugó la nariz dio media vuelta maldiciendo como solo ella lo hace por que hasta eso me gustaba de ella y yo mientras en la cama reía divertida.

-No se que te hace tanta gracia.

-Jajaja es tu culpa Malú.

-Antes no te quejabas.

-Me quejo ahora que estoy sin fuerzas.

Lo dejo peor de lo que estaba y se tiro encima de mi volviendo al ataque se había propuesto hacerme olvidar de la consulta y su manera era esta follando sin parar hasta dejarme sin conocimiento y lo consiguió me dejo derrotada dormí como un bebé.

Lo peor fue cuando me desperté estaba hecha un horror, llena de moratones, chupetones y tenía médico y ahora como iba a ir a la consulta.

-Malú!!

Al escuchar mi grito se levanto de golpe seguía dormida y babeando.

-Que.... Que....

Se desperto desorientada.

-Mira!! Mira mi cuerpo!!!

Ella me miraba hasta que estalló en carcajadas.

-No te rías dios mío que vergüenza, que hiciste anoche conmigo.

Mire alrededor el baño un desastre, toallas tiradas por el suelo empapadas por todo el agua que había hechado.

-Joder....

Fue lo único que salió de mi boca que bochorno cuando subiera el servicio de limpieza y viera esto imaginaria cualquier cosa y luego el médico madre mía puse mis manos tapando mi cara avergonzada mientras escuchaba sus risas de fondo.

Desayunamos en la misma habitación, la gorda no quería salir de la habitación aún, pidió de todo sabía que era mi hora en la que yo más comía, con la barriga llena y dolorida nos fuimos a la consulta.

Tuvimos que esperar un buen rato, si hubiera sido por ella hubiera pagado para ser la primera.

Primero me pasaron hacer la biopsia y luego a la consulta, el médico ya sabía de que iba mi asunto.

-La biopsia tardará un par de semanas en saber el resultado, pero quiero mirarte, puedes quitarte la ropa y tumbarte en la camilla y te explorare.

Mire a Malú y ella a mi me puse roja la cara me ardia, Malú no sabía donde mirar.

Fui a la camilla y allí mismo me quite la ropa y me tumbe en la camilla el doctor fue donde yo estaba, mire su cara en todo momento para ver su reacción mientras me exploraba , no hizo ninguna mueca ninguna mala cara y no era por que no se viera que si lo hacía, supo disimularlo muy bien.

Ya vestida nos volvimos a sentar delante de él.

-Mientras esperamos los resultados de la biopsia, te voy a recetar unos antiinflamatorios para el dolor y unas  pastillas para reducir el tamaño de los quistes pero el final es el mismo operarte y sacarte el ovario, no hay prisa pero es necesario hacerlo, con los medicamentos te sentirás mejor y también te recomiendo una vida tranquila y nada de sexo salvaje.

Quise que la tierra me tragara, lo había dicho por el estado de mi cuerpo, no sabía por donde mirar y encima Malú estalló en risas con el médico.

Salí de la consulta todo lo rápido que pude.

-Tu ves que vergüenza... Que vergüenza....

-Jajaja no es para tanto amor...

-No es para tanto dice.... No vas a follar en una buena temporada.

-Jajaja me vas a castigar así no puedes ser tan mala.

Llegamos al hotel, la habitación estaba impoluta ni rastro de lo que había pasado horas antes.

Malú no quería marcharse aún decidimos terminar de pasar el día ir a la piscina o la playa pero claro con mi aspecto ni loca.

-Pero como voy a ir así! Estas loca!!

-Cariño no pasa nada.

-Que no gorda no voy a ir y estar vestida como una monja ve tu yo me quedo aquí descansando.

-Yo sola no voy.... Y si vamos al centro comercial de compras.

-Tu la cuestión es gastar y gastar.

-Por hacer algo juntas amor, te invito a comer donde quieras y aprovechamos el día.

-Esta bien eso de comer me atrae.

Eso hicimos fuimos al centro comercial, de tienda en tienda cargada de bolsas por que había que ver lo que le gustaba comprar a la gorda compradora compulsiva, lo mejor fue al restaurante mi chica no escatimo para nada, el mejor del centro, esquisito.

Pasamos un día bonito haciendo cosas juntas cogidas de la mano, con algún que otro beso sin importar nada.

Esa noche quedamos dormidas temprano agotadas de todo abrazada a ella sintiéndome feliz, mi cuerpo dolorido pero feliz, tenía el amor de mi vida a mi lado, la mujer en la que me quería acostar y despertar todos los días el resto de mi vida