Capitulo 49

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Kenzo

Escupí la sangre que se acumulaba en mi boca mientras me levantaba rápidamente del suelo. Volví a ponerme en posición de ataque.

—Los dos sabemos que lo puedes hacer mejor.—Corrí hacia él para embestirlo. 

Ambos forcejeamos en el suelo, él quedando encima de mí, lanzó un puñetazo que impactó en mi mejilla izquierda haciendo que me aturdiera durante unos breves segundos. Me forcé a recomponerme y esquive otro golpe ladeando la cabeza. 

En un rápido movimiento conseguí voltear mis piernas y apretar su cuello entre ellas. 

Sus manos fueron hasta mis muslos y comenzó a ejercer fuerza en ellas para separarlas. Traté de mantener la misma posición durante más tiempo, pero finalmente consiguió zafarse de él y terminó por lanzarme contra uno de los árboles.

—Joder—estaba seguro que el sonido que había escuchado era otra de mis costillas rompiéndose por el impacto.

Sujeté la zona la zona adolorida y me levanté fijando la vista en él.  Quería borrarle esa estúpida sonrisa de la cara.

—No te veo muy concentrado—dijo—,tal vez necesitas un poco de motivación.

Comenzó a caminar en sentido a la entrada de la cueva donde estaba Jane. Olvidando el dolor de mis costillas y el resto del cuerpo tras haber pasado tanto tiempo peleando; corrí hasta él y me tiré en su espalda.

Sujeté sus cuernos y tiré de ellos hacia atrás. Cayó encima de mí, pero al menos retrocedió unos cuantos pasos lejos de su anterior objetivo. 

En el suelo, torcí su cabeza hacia un lado y apreté las piernas en su cadera. Traté de girar su cuerpo en direcciones diferentes con toda la fuerza que tenía. Al escuchar sus huesos comenzar a quebrarse, solo fue una pequeña motivación para que continuara ejerciendo más fuerza. 

Dejé de tirar en cuanto detuvo su intento de forcejeo. 

Me separé y vi como su torso junto con sus piernas iban en direcciones diferentes a su cuello y cabeza. 

Me tomé un tiempo para tomar aire, mientras esperaba a que se recompusiera. 

Miré hacia el interior de la cueva y volví a mirar a Behemoth. Todavía estaba inconsciente en el suelo. No tenía tiempo para pensar, tenía que coger a Jane y sacarla de allí y en cuanto me asegurara de que ya no corría ningún tipo de peligro, terminaría con ese bastardo. 

Me apresuré a entrar en la cueva y busqué a Jane con la mirada.

Jadeé cuando no conseguí visualizar su cuerpo por ninguna parte. 

Era imposible que se hubiera marchado.

—¿La buscabas a ella?—Sus asquerosas manos tenían presa la cara de Jane. Apretó sus cachetes haciendo que la chica se quejara. 

—¡No te atrevas a tocarla!—Bramé enojado aumentando mi anatomía, mientras caminaba hacia él deprisa. 

Unas manos frías sujetaron mi cuello levantándome del suelo. Jane palideció en cuanto vio como un demonio apretaba su agarre en mí mientras que otros dos me rodeaban.

Negó con la cabeza divertido—. Mírate, a punto de perder la cordura por ella—señaló a Jane. 

Vi de reojo como uno de los dos demonios a mis laterales se acercaba mostrándome sus dientes.

—La chica tiene su encanto—dijo echándole un vistazo—, pero nada del otro mundo.

Llevé mis manos a las del demonio y comencé a separar sus dedos uno por uno de mi cuello. 

Avaricia [#1 Pecados ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora