Kenzo
—¡¿Te has vuelto loco?!—Susurró medio gritó ella.
—Buenas noches a ti también, me alegro de que sigas respirando monjita.
Me apartó de un empujón y se acomodó la ropa.
No había mucha visibilidad en el callejón, pero pude ver perfectamente que llevaba puesta una sudadera verde holgada junto con unos pantalones grises de hacer deporte. El pelo lo tenía malamente recogido con una pinza y mechones de su cabellera se mostraban rebeldes en su cara. Tenía la nariz y mejillas rojas.
—¿Quién ha hecho llorar a mi monjita?
Se incomodó ante mi comentario y tomó más distancia de mi.
—¿Y a ti que te importa idiota?, ¿No tienes algo que robar por ahí?
Ignoré eso último que dijo.
—Tienes razón, no me importa en lo absoluto quién te hiciera llorar, ¿quieres saber lo que realmente me importa?
—No.
—Respuesta incorrecta, prueba otra vez.
—...
Simulé un suspiro de tristeza y negué.
—No me lo estás poniendo nada fácil monjita, pero está bien. — Mi rostro abandonó aquel aire burlesco y mis facciones se endurecieron, quería que supiera que lo que diría a continuación era totalmente en serio y que no quería más juegos— Con quién o qué hablabas en el parque.
Jane palideció y desenredó sus brazos del pecho.
—Definitivamente te has vuelto loco.—Intentó salir de allí pero estiré mi mano haciendo que creara una barrera entre la pared y mi brazo. Estaba tan cerca que podía notar sus ojos verdes más apagados de lo normal.
—Te voy a dar otra oportunidad, ya llevas dos, no habrá una tercera Janie.
—Solo estaba cansada, necesitaba relajarme un poco al aire libre. Eso es todo—podía escuchar los latidos de su corazón repiquetear nerviosos.
<<Miente.>>
—Y tan relajada estabas que por poco mueres.—Dije con frialdad y burla viendo como volvía a perder el color.
—Yo no...
—Jane, vamos a dejar de jugar al Cluedo y cuéntame la verdad, porque tanto tú como yo sabemos lo que vi. Y te aseguro que ninguno de los dos saldrá de este callejón hasta que no me digas algo convincente.
—Aunque quisiera, que no quiero—añadió—no te diría nada relacionado conmigo. Pienso hacer que todo el mundo vea el ser que eres y dejen de verte como lo hacen.
<<¿El ser?>>
—¿El ser? ¿A que te refieres con el ser que hay en mí?—Jane había puesto exactamente la cara de no tener que haber dicho algo.
—Es una forma de hablar.—Se excusó.
Mi paciencia se había terminado.
Di un puñetazo a la pared haciendo un claro agujero en él. Jane se sobresaltó y dio un respingo asustada.
—¡He tenido mucha paciencia contigo! Te he seguido el juego y ya te has divertido, ahora dime todo lo que sabes si no quieres que cumpla mi promesa de deshacerme de ti.
Le agarré del cuello como aquella vez en el despacho del Sacerdote y mantuve mi mano ahí pero esta vez sin apretar.
—Si te lo digo...—vaciló—Si te lo digo, entonces Él lo sabrá.
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Avaricia [#1 Pecados ]
Teen FictionKenzo, primogénito de Lucifer y pecado de la Avaricia, es desterrado del infierno junto a sus seis hermanos tras haber puesto en peligro la estabilidad del submundo. Por primera vez se verá solo, sin poderes, sirvientes y sin la compañía de sus herm...