Prólogo

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El cambio de las estaciones trae consigo una infinidad de cosas nuevas. Cuando la nieve finalmente se derrite y deja el paso a las coloridas flores llena el ambiente de una sensación de calor, los días son más largos y los arcoíris son más frecuentes.

Cambios. El inicio que marcó la primavera y que trajo consigo calidez para muchos.

Excepto para Jeon Jungkook, quién para él este nuevo cambio de estación solo significaba dejar su hogar, su escuela y amigos para mudarse junto a su madre que estaba a 11, 426 km de distancia, definitivamente, hubiera deseado un invierno infinito.

Siempre sintió que no tuvo una vida deseada pues aunque era la persona más popular de la escuela y el capitán del equipo de baloncesto quién tenía a todas las chicas a sus pies, quién iba de fiesta en fiesta ahogándose en alcohol y teniendo encuentros casuales de una noche, -típicos estereotipos de un imbécil de primera- Jungkook en el fondo solo era una persona necesitada de atención.

Desde muy pequeño su padre los abandonó a él y a su madre dejándoles nada más que deudas, el salario de ella a penas y era suficiente para que ambos pudieran subsistir, ¿Qué si odiaba a su padre? 

Oh, claro que lo hacía.

Con todo el dolor de su corazón Eun ji tuvo que dejar a su pequeño hijo con sus padres en Seúl, mientras ella tomó una oportunidad de trabajo en Estados Unidos. No quería abandonar a su pequeño pero si deseaba darle la vida que merecía, tenía que trabajar para salir de las deudas y entonces poder dedicarse a ella y a su hijo.

Así fue como Jungkook tuvo que crecer en casa de sus abuelos, era tan solo un pequeño de 10 años cuando su madre lo dejó ahí, la tristeza que la ausencia de la hermosa mujer dejó en su vida le causó buscar atención a como diera lugar, sin importar como.

Inclusive... Si tenía que convertirse en el idiota más popular de la escuela.

Conforme el pelinegro iba creciendo intentaba convencerse de que lo que había conseguido era suficiente para llenar el vacío que sentía en su interior. Pero ciertamente nunca lo fue, porque la atención que recibía de los demás era simplemente efímera, ya que nunca obtuvo una conexión genuina con nadie más.

Aun así le encantaba la atención, las miradas que le daban las chicas y chicos cuando atravesaba los pasillos, los gritos cuando encestaba en la cancha de baloncesto e incluso los regaños de los profesores cuando se metía en problemas, si bien no era lo que esperaba, en todo el tiempo transcurrido se había acostumbrado a vivir de esta manera.

Primavera. La que trajo consigo un sinfín de cambios, fue la que marcó el comienzo de la nueva vida que a Jungkook le esperaba, la que marcó el comienzo de un amor que no se hubiera imaginado y la que puso en marcha el reloj de arena.


20 de marzo, inicio de la primavera.

Fue el día que Jeon Jungkook llegó a la ciudad de Thomasville en Carolina del Norte. Comparada con la ciudad ostentosa de la que venía, esta tenía un ambiente más tranquilo, sin grandes edificios, plazas lujosas o antros donde ir de fiesta los fines de semana, al menos su nueva escuela contaba con un equipo de baloncesto.

— Esto no podría ser mejor. — exclamó con sarcasmo para sí mismo cuando finalmente dio con el aula de su primera clase del día, historia.

¿Estaba nervioso? Demasiado, al menos agradeció los cursos de inglés que sus abuelos le hicieron llevar, por no decir que prácticamente lo habían obligado. En ese tiempo no se hubiera imaginado que ya tenían planeado todo esto. A pesar de entender y hablar bien el inglés, su acento y sus características físicas le colgaban un letrero en la frente que prácticamente gritaba "Soy coreano" o bien chino como algunos otros creían.

・⁺ 𝐒𝐏𝐑𝐈𝐍𝐆 𝐃𝐀𝐘《𝙺𝚘𝚘𝚔𝚅》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora