Chapter 12

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El fin de semana transcurrió con tranquilidad, Jungkook no había visto a Taehyung desde el sábado que despertó en su casa y que este finalmente decidió contarle a cerca de su trágico pasado. A pesar de no haberlo visto no dejaron de hablar ningún momento por mensajes o llamadas que el azabache le hacía a Kim. Y sin bien, Jungkook ya había desarrollado un apego por Taehyung, después de haber escuchado al castaño romper en llanto ese instinto de no querer dejarlo solo aumentó en demasía. 

Ya era lunes, Jungkook jamás se había sentido tan emocionado de poder ir a la escuela, generalmente todos los días le costaba despertarse haciéndolo solamente cuando su sexta alarma le hacía notar que se le estaba haciendo muy tarde. 

Pero hoy fue diferente porque incluso se despertó antes de su alarma y se alistó sin poder borrar esa sonrisa en su rostro. Porque hoy volvería a ver a cierto castañito que alegraba su corazón con tan solo observarlo a la distancia. Estaba tan feliz que ni siquiera le importó bajar a la cocina a tomar su desayuno mientras su madre seguía ahí, viéndolo con asombro ya que este nunca bajaba hasta que ella salía de casa para irse a trabajar.

— Buenos días cariño. — Saludó la pelinegra suavemente a su hijo. — ¿Te sirvo el desayuno?

Jungkook la vió por un momento y simplemente asintió enfocando su atención en su celular. Su madre le sonrió yendo a servirle y haciendo bolita el pedazo de papel en donde escribiría aquella nota que siempre le dejaba al azabache junto al desayuno.

— Aquí tienes, ten un buen día cariño. Nos vemos en la noche.

Eun ji esperó por un momento pero no recibió respuesta del contrario, por lo cual solo suspiró con tristeza y se dispuso a salir de la cocina para ir por sus cosas y así irse a trabajar, sin esperarlo antes de que saliera de la habitación escuchó aunque en un tono muy bajo aun audible, unas palabras de parte de su hijo.

— Ten cuidado. 

La madre del azabache volteó a verlo y lo divisó enfocado desayunando mientras se colocaba sus auriculares. Asintió hacía él a pesar de que este no podía verla y susurro para sí misma con una sonrisa — Lo tendré...— Se dio la vuelta para continuar su camino, tomar su bolsa que estaba colgada en la entrada y luego de colocarse sus zapatillas salió de su hogar.

Jungkook no recuerda cuando fue la última vez que desayunó con tanta tranquilidad y aunque quiso emplear el tiempo de sobra que tenía en ir a traer a Taehyung a su casa para irse juntos obviamente el castaño no lo dejó. El azabache estaba empezando a odiar aquella condición que el contrario le había impuesto para permitirle estar a su lado, odiaba la maldita jerarquización tan establecida que manejaban en su escuela y odiaba que a pesar de tener a Tae en su vida la idea de volverse un don nadie aún le diera un poco de temor. Pero quién podía culparlo por ello, había vivido gran parte de su vida de esa manera, tanto que ya era como un instinto el colocarse esa mascara que no dejaba ver a nadie la persona que realmente era, lo roto que realmente estaba.

En cuanto terminó su desayuno lavó sus trastes y fue directo a su habitación para cepillar sus dientes y tomar su mochila para irse a la escuela. Una vez en su carro conectó su celular al bluetooth del estéreo para reproducir su playlist, todo el camino se la pasó cantando con su ánimo hasta el cielo, nada le quitaría la alegría y emoción que sentía de ya querer encontrarse con aquellos ojos cafés que se enfocaban solamente en él una vez que sus miradas se cruzaban.

Estacionó su carro, bajó de él, le puso seguro y con su mochila en el hombro finalmente comenzó a caminar hacia la escuela. Cualquiera diría que iría directo a su salón, pero no, Jungkook se desvió hacía aquel pasillo que en el fondo contenía una escalera con un letrero de advertencia, aquel que el azabache había ignorado un montón de veces para subir y llegar hasta aquella aula al final de esta. 

・⁺ 𝐒𝐏𝐑𝐈𝐍𝐆 𝐃𝐀𝐘《𝙺𝚘𝚘𝚔𝚅》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora