・⁺ 𝐒𝐏𝐑𝐈𝐍𝐆 𝐃𝐀𝐘《𝙺𝚘𝚘𝚔𝚅》

Chapter 54

— Ya te dije que estoy bien— dice con el ceño fruncido, cruzándose de brazos y dejando escapar un suspiro mientras niega con la cabeza.

— No lo sé Yoongi, quizás deberías descansar un poco más.

— ¿Y tú te has sacado la carrera de medicina en menos de dos semanas o qué? Ya te dije que estoy bien.

Luego de un buen descanso y de que el doctor asegurara que Yoongi se encontraba completamente bien, finalmente volvió a la escuela. Él lo agradecía mucho, pues si pasaba un día más en esa habitación de hospital se volvería loco. Lamentablemente para él, su novio no tenía en cuenta su salud emocional, pues aseguraba que lo mejor era que se quedara más tiempo en observación hasta estar completamente bien.

Yoongi adora lo mucho que Hobi le cuida, él y Yuna han sido un encanto estos días al estar pendientes en todo momento. Es algo que agradeció, al menos los primeros días, porque cuando ya estaba bien y listo para marcharse de allí, no pudo evitar comenzar a frustrarse cuando prácticamente ya estaba en perfectas condiciones. Era una persona adulta, totalmente capaz de tomar sus propias decisiones. Si él quería irse, debería ser capaz de hacerlo.

Bueno, eso no pasó.

Negarle algo a los Jung es algo que consideraría imposible. Realmente hubiera agradecido el apoyo de Yuna en esos momentos, es decir, ella es enfermera por lo cual entendería el hecho de que ya le habían dado el alta para marcharse. No contaba con que se pasaría las instrucciones del doctor por donde le diera la gana y se uniría a Hobi para mantenerle más tiempo en el hospital.

Así fue como Yoongi tuvo que quedarse un poco más de lo que le hubiera gustado, claro, hasta que finalmente decidió revelarse y consiguió que los Jung le dieran el alta.

Claro que aquello no iba a terminar ahí. Volver a la escuela fue bastante terapéutico tanto como física y emocionalmente. Él deseaba retomar su vida con normalidad, pero eso no parecía estar en los planes de Hobi quién se mantenía alerta en todo momento.

— Bebé, escúchame— murmuró Yoongi, tomando su mejilla con una mano y acariciando con suavidad—. Sé que te asustaste mucho, pero estoy bien ¿Si? mírame— pidió—, estoy bien— replicó con seguridad.

El pelirojo mordió su labio inferior, observando a su novio con nerviosismo. Claro que era consiente de que estaba siendo un maldito paranoico. Pero no podía evitarlo, cada que intentaba asimilar que ya todo estaba bien, las imágenes de lo sucedido aquel día llegaban a su cabeza y entonces se llenaba de pánico. Lo que el padre de Yoongi le hizo no había sido cualquier cosa, los golpes que recibió le habían generado una contusión en la cabeza, que si bien no había sido grave del todo si requería de cierto reposo.

Hoseok no quería limitarle, deseaba que a partir de este momento pudiera disfrutar su vida con calma, algo de lo que careció por mucho tiempo debido a su padre. Claro que se sentía mal por ser él quién se lo estuviera impidiendo, es solo que jamás se había sentido tan aterrado en su vida como ese día en que casi le pierde.

— Lo siento...— murmuró, bajando su mirada con los ojitos cristalizados—. Solo quiero que estés bien y yo solo estoy actuando como un lunático.

Yoongi tomó su mentón y le obligó a mirarle, acortó el espacio entre ambos y depositó un casto beso en sus labios. — Está bien, te amo sin importar qué.

Una bonita sonrisa decoró el rostro de Hoseok— yo también te amo.

Y antes de poder besarle nuevamente se escuchó un carraspeo que les hizo detenerse—. No quisiera interrumpirlos, les juro que no. Pero debemos empezar el entrenamiento.