・⁺ 𝐒𝐏𝐑𝐈𝐍𝐆 𝐃𝐀𝐘《𝙺𝚘𝚘𝚔𝚅》

Chapter 66

Jungkook se sentía inmensamente orgulloso de Taehyung. Ya que a pesar de los obstáculos y las caídas emocionales que algunas veces se le presentaba, Taehyung siempre se levantaba con una determinación admirable. Aunque en ocasiones, la terquedad característica de su novio podía llegar a ser frustrante, especialmente cuando se trataba de mantener una actitud positiva frente a su enfermedad. Y eso, había complicado la tarea de mantener un enfoque optimista, sobre todo porque Taehyung ya había abrazado la desesperanza.

El proceso de aceptar la realidad de la enfermedad de Taehyung había sido una montaña rusa emocional para ambos. Sin embargo, Jungkook estaba dispuesto a brindar todo su amor y paciencia, recursos que parecían inagotables cuando se trataba de su novio.

A pesar de todos los desafíos y cambios que enfrentaron, Jungkook nunca se apartó de su lado. Siempre le recordaba a Taehyung que, aunque fuera él quien estuviera experimentando la peor parte de la situación, él permanecería allí, firme y comprometido a su lado, recordándole que no estaba solo en esta travesía.

Jungkook no encontraba palabras suficientes para describir la inmensidad de sus sentimientos por Taehyung. En muchas ocasiones, ni siquiera él mismo lograba entender completamente la profundidad de su amor. La intensidad de sus emociones podía resultar abrumadora en ocasiones, sobre todo porque nunca se había imaginado enamorándose de esta manera. No obstante, sentía una gratitud profunda por la oportunidad de vivir esta experiencia única.

Su amor por Taehyung era apasionado, arraigado en cada fibra de su ser. No había límite en lo que estaría dispuesto a hacer por su novio, o al menos eso creía hasta este momento. Porque en este instante, se encontraba en un dilema sin saber cómo manejar la situación actual, y curiosamente, era la terquedad de Taehyung la que lo había llevado hasta ahí.

—Yoongi, te aseguro que él está bien. No puede verte justo ahora, pero te llamará cuando sea el momento adecuado —Jungkook intentaba transmitir calma, aunque su voz delataba su nerviosismo. La tensión en la habitación era palpable, y estaba claro que Yoongi había alcanzado su límite.

— ¡A la mierda con eso! —exclamó con frustración—. ¿Y cuándo será ese "momento adecuado", huh? ¿Cuánto más tengo que esperar? ¿Otro maldito mes?

Jungkook comprendía perfectamente la frustración de Yoongi; habría deseado poder abordar la situación de manera diferente. No obstante, Taehyung había sido inquebrantable en su decisión de no compartir detalles sobre su enfermedad. Quizás no percibía la complejidad de la situación como lo hacía Jungkook, ya que él era quien cargaba con la peor parte: la responsabilidad de ocultar la verdad a sus amigos.

Cada día era una repetición constante, una rutina que se había instaurado desde el torneo en el que Taehyung había sido ingresado al hospital. La rutina consistía en sus amigos haciendo preguntas acerca del estado de su novio. Al principio, había logrado mantener a Hoseok y Yoongi tranquilos, pero a medida que pasaban los días, esa tranquilidad se desvanecía ante sus ojos.

Jungkook comprendía que, tarde o temprano, ese límite se rompería. Aunque desearía poder decir que estaba preparado para ese momento, en realidad, lo que más anhelaba era que nunca llegara. Le sorprendía que Yoongi hubiera explotado antes que él, porque Jungkook tampoco llevaba con facilidad el peso del secreto sobre la enfermedad de su novio.

En ese preciso instante, Jungkook obstruía el acceso a las escaleras que conducían a la planta alta, donde se encontraba la habitación de Taehyung. Por desgracia, ese día estaban solos en casa, y Jungkook habría agradecido inmensamente algo de apoyo por parte de su cuñada o su suegro. Sin embargo, la situación había culminado de esta manera, con una tensa confrontación entre él y Yoongi.

—Sé que estás molesto, lo entiendo. Pero te pido que respetes su espacio, nada de esto le hará bien. Piensa en su salud. 

—¿Y qué se supone que debo pensar? Porque no tengo ni una maldita idea de lo que está pasando. Solo sé que desde aquel día, todo cambió. Estoy en un vacío, Jungkook... Mis recuerdos se limitan a ver a Taehyung en el suelo y luego, nada. Dejó de ir a la escuela, no contesta mis mensajes ni mis llamadas. ¿¡Qué mierda se supone que haga!? —gritó con frustración, sus ojos cristalizados por la impotencia que lo asfixiaba—. Fue él quien me dijo que no debía enfrentar todo esto solo... —susurró más bajo, su voz llena de tristeza—, entonces, no entiendo por qué nos está alejando. Solo... quiero verlo, Jungkook. Estoy aterrado, no quiero perderlo, no otra vez.