Vladimir...
Lanzo un último tiro logrando que el cuerpo caiga al suelo y me salpique un poco de su asquerosa sangre.
Asco.
Observo al hombre, el cual aún se encuentra vivo sujetado por mis hombres. Este es sumamente joven, al parecer a penas es un aprendiz en este campo.
-Llevenlo al sótano, y duermanlo. Mañana temprano lo llevan una de las bodegas para ocuparme personalmente de él.
-Si señor.
Dicho esto guardo mi arma, y dejo las instrucciones suficientes para que los encargados limpien con el desastre. No me quiero imaginar los gritos que dará mi hermana si observa el monto de sangre en la sala de casa.
Cuando voy subiendo las escaleras me encuentro a Susana, la cual al verme suelta un suspiro de alivio. Dramática.
-Mi hermana?- pregunto al ver que salio de la habitación de Aliona.
-Ya uno de los guardias le informo que ya el peligro paso, dijo que fueras hablar con ella.
-Después, tengo otro asunto que atender.
No le doy tiempo a contestar, ya que a pasos rápidos me dirijo a mi habitación.
Una vez allí me acerco a la puerta del baño, a simple vista solo se notaba silencio. No obstante al acercarme más hacia la puerta del baño pude escuchar el leve sonido de unos sollozos, los cuales se detuvieron al momento que toque la puerta.
No hubo respuesta.
Volví a tocar, esta vez con más fuerza. Pero aun no hubo respuesta de su parte.
-Ángel, soy yo.
Solo unos pocos segundos pasaron antes de que la puerta del baño fuese abierta, dejando ver la figura de Anna parada en el alumbrar de la puerta.
Sus ojos se encontraban rojizos y con la señal de varias lágrimas secas en sus mejillas. Un nuevo sollozo broto de sus labios al verme.
-Ven a mi- dice suavemente.
Solo eso basto para que ella brincara a mis brazos. Su llanto, me rompió y el temblor en su cuerpo solo la hacia ver aun más pequeña.
La atraje más a mi, y con delicadeza le otorgue caricias en su espalda.
-Tenia tanto miedo de que algo te ocurriera- dijo entre sollozos separándose un poco de mi. Sus ojos dieron con las salpicaduras de sangre en mi rostro- ¿Estas bien? ¿Estas herido?- su preocupación se hizo notar.
-Estoy bien, esta sangre no es mía.
Ella asintió, para luego volver a abrazarme.
Alce su pequeño cuerpo, logrando así que sus piernas rodearan mi cintura. Ella chillo por el repentino acto, por lo que no pude evitar sonreir.
Me dirigí a la cómodo y me senté, colocando a Anna ahorcadas sobre mi. Ella alejo su rostro, haciendo que la observara. Bajo su mirada ruborizada debido a la evidente cercania de nuestros cuerpos, cosa que me pareció totalmente adorable.
-¿Qué fue lo que ocurrió?- pregunto.
Observe su rostro unos momentos en silencio,
Podía sentir su cuerpo aún temblar del miedo, por lo que la atraje hacía mi. Esta vez ella aferro sus manos a mi camisa.
Tome con mis manos la trenza que sujeta su cabellera castaña, quite la liga que la mantenía y comencé a deshacerla.
-Shh... No pienses en eso ahora- dije mientras peinaba su largo cabello- ya paso.
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Una Flor para Mi Angel [#3 Saga Flores]
RomanceElla... Ella es la definición de dulzura, inocencia y pureza. Era la luz de su familia, con una sonrisa y belleza capaz de cautivar a cualquier hombre. Pero dentro de toda esa bondad y buen corazón escondía demonios que noche tras noche la torturaba...