"Es parte de la sociedad,
descubrir como manejar a las personas que desprecian..."
Vladimir...
Limpio los residuos de sangre que había quedado en el cuchillo. Observo a mi patética presa, el cual no ha dejado de quejarse desde que lo trajimos aquí. Los temblores en su cuerpo y las convulsiones debido al dolor de perder ambas manos, da el aviso que ya no le queda mucho tiempo de vida.
Que lastima.
Me vuelvo a aproximar a su cuerpo, ignorando el fétido olor a sangre que emanaba, ya sus ojos casi han perdido la vida. Por lo que ya no queda mucho que hacer.
-¿Aprendiste la lección?- pregunte analizando cada una de sus facciones.
El infeliz me observo antes de toser, y darme una mirada cargada de miedo.
Había descargado parte de mi frustración y rabia en él. Se lo merecía, merecía sufrir cada dolor que su esposa vivió. Al principio su castigo iba a ser menor, quizás pudo haber vivido un tiempo más. Sin embargo su peor error fue haber tocado a mi pequeño ángel. Quise acabar con el en ese momento, apretar su cuello y estrangularlo por haber tenido la osadía de golpearla.
El demonio en mi interior exigía ver su sangre correr y no iba a detenerme hasta cumplir mi cometido.
-Ve... Vete al infierno...- dijo con dificultad.
Solté un risa amarga mientras giraba mi rostro a mis hombres, los cuales se mantenía de pie mirando al sujeto con burla.
-Estoy en el, infeliz- le dije antes de darle una señal a Nikolay.
El sujeto en el suelo lo mira asustado, intenta utilizar las últimas fuerzas que le quedan para arrastrarse lejos de él. Nikolay tararea una canción mientras calienta una bara de hierro que utilizan para marcar al ganado en las granjas.
Dos de mis hombres sujetan al hombre, el cual trata de soltarse inútilmente con lo que le queda de brazos.
-Hombre quedate quieto, me vas a salpicar de tu sangre- reprocha Nikolay acercándose a el.
-No... no... ¡Malditos enfermos!
Otro de mis hombres lo despojo de sus pantalones y bóxer, dejando su miembro expuesto.
-Oh mira un pequeño maní- comento Nikolay haciendo que rieran los presentes.
-Dejen...me.
-Pero si viene lo mejor- respondí cruzando mis brazos.
-¡Exacto!- expreso Nikolay entusiasmado- ¿Alguien quiere maní tostado?
-No... Déjenme... ¡¡SUELTENME!!
De la garganta del hombre salio un fuerte grito al sentir el objeto de hierro en su entrepierna. El olor a carne quemada se ligó con el aroma de humedad proveniente del pequeño deposito en el que nos encontrábamos. Sonríe al ver como el sujeto se retorcía y suplicaba que parara. Las convulsiones fueron en aumento, espuma comenzó a brotar de su boca sin poder detenerla mientras que poco a poco la vida fue desprendiendose de sus ojos.
-¡Carajo! yo quería seguir divirtiéndome- suelta el pelirrojo tirando la bara al suelo- ya no aguantan nada estos marica.
-Desaganse del cuerpo- digo dando por terminado este asunto.
Salgo del lugar y me dirijo a mi auto, siento que me siguen pero no es necesario girarme para saber de quien se trata.
-¿Piensas seguirme?- digo dirigiéndome al asiento de piloto.
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Una Flor para Mi Angel [#3 Saga Flores]
RomanceElla... Ella es la definición de dulzura, inocencia y pureza. Era la luz de su familia, con una sonrisa y belleza capaz de cautivar a cualquier hombre. Pero dentro de toda esa bondad y buen corazón escondía demonios que noche tras noche la torturaba...