"Los destinos de las personas no siempre son lo que se espera...
Por más que luches, algunas veces es mejor dejarse llevar..."Anna...
En mi mente traía muchas cosas, pero al mismo tiempo solo podía visualizar una nube que cubría cada espacio que abarcara mi cerebro. Y sinceramente eso no me importaba.
No me importaba, ya que no quería pensar, no quería recordar y mucho menos sentir arrepentimiento. Me deje llevar y siendo franca, me sentía bien.
Las manos de Vlad acarician mis muslos y sus labios va desde mi boca a mi cuello. Inclino mi cabeza a un lado, dando todo el acceso, y aferrandome a sus hombros.
No se con exactitud cuanto tiempo transcurrió, o el camino que el auto transito durante todo el tiempo que estuve dentro de él. Solo pude sentir cuando este se detuvo, obligándome a fijar mis ojos en el ruso.
-(Ya no hay vuelta atrás mi ángel)- no tenía idea que palabras me ha dicho, pero debio ser algo bueno ya que mi cuerpo respondió tan solo al escucharlo.
Vlad sale del auto antes que yo para luego tenderme una mano invitándome a ir con el. Sin pensarlo dos veces la tome.
Me di cuenta que estábamos ingresando a un edificio elegante, con varios hombres a nuestro alrededor atentos a cualquiera cosa que ocurriera. Subimos en el ascensor, en el cual solo nos encontrábamos el y yo. Apreté mis manos frente de mi algo nerviosa, de repente la tensión se volvió mas intensa y más al oír el sonido del ancesor al llegar al piso designado.
Pero solo fue cosa de un momento, ya que al siquiera dar un paso fuera de la caja de metal, Vlad se giro y comenzo a devorar mis labios con anhelo y necesidad. Su lengua invadió mi boca y rodeo con su mano mi cintura acercando más nuestros cuerpos.
Fuimos dando pasos torpes, aun sin separarnos, solo dejándome guiar por él. Escuche un clik, seguido del ruido de una puerta abriéndose. Nos alejamos un poco y mis ojos fueron a dar al lugar donde nos encontrabamos, sin embargo no tuve mucho tiempo para detallar con claridad.
Vlad me elevo obligando que enredara mis piernas a su alrededor. Con las miradas conectadas subimos unas escaleras, la cuales llevaban a una hermosa habitación.
Me baje quedando en medio del lugar aún con los ojos intensos del ruso en mí, los cuales ya no poseian ese gris frio que era habitual en ellos. En esta ocasion los mire diferente, un poco mas oscuros y con esa chispa de cazador que en lugar de intimidarme terminaba con hacer vibrar cada poro de mi piel.
Vlad dio un pasos hacia la pequeña mesa con licores posicionada en una esquina, para luego tomar un vaso y servirse un poco. Luego de eso tomo asiento en la orilla de la cama jugando con su bebida. Estaba por hablar, pero su ronca y seductora voz no me lo permitio.
-Esta noche, cuando te vi bailar me hizo recordar un pequeño deseo que tengo desde algún tiempo- menciono aún mirando su bebida- y espero que esta noche estés dispuesta a cumplir dicho deseo.
Su vista se levanta en mi dirección, a espera de una respuesta.
-Que... ¿Que deseas?- tartamudie un poco.
El se inclino un poco hacía atrás apoyando su mano detrás de si en la cama, mientras que con la otra sujeta la bebida en sus manos. Ahora su total atención esta en mí.
-Quiero que bailes para mí- dice simple- pero al ritmo que quiera.
Sinceramente no entendía a lo que se refería. No obstante no replique y accedí a su petición.
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Una Flor para Mi Angel [#3 Saga Flores]
RomanceElla... Ella es la definición de dulzura, inocencia y pureza. Era la luz de su familia, con una sonrisa y belleza capaz de cautivar a cualquier hombre. Pero dentro de toda esa bondad y buen corazón escondía demonios que noche tras noche la torturaba...