Vladimir...
Ya pasaba un poco de las diez de la noche, ya el personal se encontraba dormidos. Por mi parte me encontraba sentado, con un vaso vacío el cual llevaba más de media hora rodando entre mis manos. Seguía con mis pensamientos fijos en solo una cosa: en ese rostro de ángel con cuerpo de diosa y llama de pecado.
Tuve que recurrir a todo mi autocontrol para no tomarla esta tarde entre mis brazos y hacer la mía. Tan solo recordar como ese conjunto se ajustaba a su cuerpo a la perfección y, como su piel blanca destacaba debajo de la suave tela; sentía que mi miembro comenzaba a doler debido a la erección que solo su imagen producía en mi.
-Maldita sea.
Sacudí mi cabeza, tratando de controlarme un poco.
Apreté con mayor fuerza el objeto en mis manos. Me resultaba frustrante y molesto toda esta situación, solo recordar como el bastardo de Nikolay la comía con la mirada, provocaba que mi sangre hirviera de la rabia.
No se que fue lo que me empujo a reaccionar de esa manera, quise volarle la cabeza por observar al ángel. A Mi Ángel.
Alborote mi cabello, y volví a maldecirme por mi pensamiento. Y como si es destino no estuviera mas en mi contra la dulce voz de Anna retumba en el lugar haciendo acto de presencia.
-Oh, disculpa- hablo con timidez.
Levante mi vista recorriendo su cuerpo con mi mirada. Sus piernas expuestas eran todo un espectáculo que encanta a simple vista, solo llevaba un shork corto ligero junto con una sencilla blusa de tirantes. Se mostraba tan angelical, tan delicada.
-No te preocupes- dijo sin quitar mi atención de ella.
A paso lento fue ingresando a la cocina, su mirada la mantenía baja cosa que la hacía ver aún más tierna.
-Deberías estar durmiendo.
-No podía dormir, así que vine por un vaso de agua- contesto ahora si observandome.
Tome la jarra de agua y le serví en el vaso que poseía en mis manos. Se lo ofrecí y ella me dedico una sonrisa de agradecimiento.
Ella se disponía a irse, pero no podía dejarla ir antes de hablar con ella.
-Quiero disculparme por lo de esta tarde- dije tratando de sonar lo menos tajante posible- creo que fui muy impulsivo.
-Esta bien, entiendo que en este mundo eso se suele ver muy seguido.
Su rostro mostraba tranquilidad, es como si no le asustara nada de mi.
-También por como te hable, no debí tratarte así. Solo te preocupas por Ali.
-No tienes porque disculparte. La verdad fui muy indiscreta...
-No, no digas eso. Sinceramente te agradezco que seas así con ella, como te podrás dar cuenta nuestra relación no es la mejor.
-Pero esta tarde, ver lo contenta que estaba por compartir contigo. Entendí lo mucho que te ama- ladie una sonrisa, asintiendo.
Sabia lo importante que era para mi hermana. Así como ella lo es para mi, haría lo que fuera para que Aliona estuviera a salvo y feliz. Sin embargo, en este mundo eso resultaba algo complicado. Tenía que mantenerla a raya de todo lo que ocurría en mi vida para su protección, no podía permitir que intentara hacerme daño a través de ella. Es por eso que soy distante, no me involucro tanto en sus cosas. Y a pesar que soy consciente que la lastimo, me hago la idea que es por su bienestar.
-Tu tampoco puedes dormir?- hablo después de un momento.
-Tengo mucho en mi cabeza- me encogí de hombros- y tu porque no puedes dormir?
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Una Flor para Mi Angel [#3 Saga Flores]
RomanceElla... Ella es la definición de dulzura, inocencia y pureza. Era la luz de su familia, con una sonrisa y belleza capaz de cautivar a cualquier hombre. Pero dentro de toda esa bondad y buen corazón escondía demonios que noche tras noche la torturaba...