"Las flores florecen en primavera, así como ellas nosotros también..."
Anna...
Ya había pasado más de una semana y ya las heridas del Vlad se encontraban en mejores condiciones, por lo que de tanto insistir se le permitió salir del hospital.
Por mi parte, mi alta se me había otorgado hace tres después de haber dado a luz. Debo señalar que los días que estuve fue una pelea constante entre el doctor y mi demonio, ya que Vladimir se encontraba no muy agusto con la idea de que otro hombre me tocará.
Incluso Aliona lo reprendió debido a su cavernícola actitud.
En el tiempo que tuve en el hospital, pude hablar con Peter, el cual fue dado de alta un día después de que naciera Andrei. Al parecer ya estaba viviendo en un cómodo departamento con mi primo y eso me ponía muy contenta.
Por otro lado, estaba feliz de estar con mi familia nuevamente. Pero por otro sentía un poco de nostalgia porque tendría que partir con Vladimir hacia Rusia. Allí sería nuestro hogar de ahora en adelante.
Pese a esto, no me entristecí ya que estaría con mi demonio y mi hijo, los tres haríamos una familia. También estaría conmigo Natalia, la cual ya mostraba su enorme pancita de embarazo. Ella ya se había mudado con Nikolay, por lo que me relaje al saber que ella estaría conmigo.
Aliona tomo la decisión de quedarse en Boston, al parecer le estaba llendo muy bien con la preparación de sus prendas. Ya pronto podría cumplir con su sueño de ser una gran diseñadora de moda. También estaba el hecho de que ahora Adrian no se separaba de ella. Mi padre se sorprendió bastante al ver el cambio que había dado mi hermano en este corto tiempo, ya no era tan distante y ahora se involucraba más con la familia, pero sin dejar de lado su responsabilidad como jefe de negocios.
Con respecto a mi lugar en la organización, lo seguiría cumpliendo, pero desde mi hogar. Al igual que mi sueño de tener mi consultorio y cumplir con mi vocación de psicóloga, no lo abandonaría, quizás en un futuro vuelva a retomarlo. Solo que estos momentos solo quiero centrarme en este nueva etapa de mi vida.
Vladimir me ayudó a bajar del vehículo, mientras que Drako nos ayudaba a bajar las maletas.
A mi mente no pudo evitar recordar la primera vez que estuve frente a esta mansión, y compararlo con este momento.
Habían cambiado tantas cosas.
Vladimir me indico que lo siguiera y con una sonrisa lo acepte. Este llevaba en sus brazos a nuestro hijo, el cual continuaba dormido.
El calor del interior de la vivienda nos recibió, en esta oportunidad ya no sentía el ambiente tan frío como aquel día que me fui. Ahora todo era diferente, ahora podía decir que me sentía en mi hogar.
-Ven, quiero enseñarte algo.
Caminamos hacia el segundo piso de la mansión. Aún recuerdo con claridad todo lo que pase en este lugar, momentos bonitos y otros... Quizás no tanto.
No pienses en eso. Ya todo termino, me digo a misma a medida que avanzamos por el lugar.
Nos detuvimos frente a una puerta de color blanco. Frunci el ceño al no recordar si alguna vez la vi cuando estuve aquí.
Aunque realmente no es que me la pasaba revisando todas las habitaciones de la mansión.
Al abrirla, cubrí con mi mano mi boca debido a la impresión. Todo era absolutamente bonito.
La habitación estaba decorada para la llegada de nuestro bebé, todo en tonos blancos y celestes. La cuna era una belleza tan delicada y con pequeños detalles pintados a sus lados.
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Una Flor para Mi Angel [#3 Saga Flores]
RomanceElla... Ella es la definición de dulzura, inocencia y pureza. Era la luz de su familia, con una sonrisa y belleza capaz de cautivar a cualquier hombre. Pero dentro de toda esa bondad y buen corazón escondía demonios que noche tras noche la torturaba...