🌺CAPITULO 24🌺

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"Todo en esta vida deja rastro tanto bueno como malo...
Pero siempre vemos primero lo negativo que se hace a nuestro al rededor"



Anna...



Un tenso silencio se hizo presente entre nosotros. En el lugar que estábamos no se lograba oír la música proveniente del evento, por lo que mis latidos desenfrenados eran lo único que retumbaban en mis oídos.

Había pasado tanto tiempo desde que lo había visto, que a pesar de tenerlo frente a mi, me resulta obra de un sueño. Quizás si me desmaye y no me di cuenta.

Estuve tentada a pellizcarme para confirmar que no estaba soñando, sin embargo su voz lo impidió ocasionando que una corriente traspasara toda mi espina dorsal.

-Ángel- repitió cortando un poco más nuestra distancia.

Sus ojos no se apartaron de los míos. El reflejo de algo paso por ellos, pero solo fue tan fugaz que no pude distinguir con seguridad de que se trataba.

En mi vida había convivido con personas que para muchos resultan imposibles de leer, eso debido a mi profesión como psicóloga y también porque mi padre y hermano son exactamente iguales. Nunca dejan que nadie sepa que es lo que pasa por sus mentes. No obstante, con el pasar de los años pude aprender a leerlos, quizás sea nuestro vinculo como familia o que ellos levantan esa careta solo en muy pocas ocasiones. La cosa es que nunca tuve problema con eso.

A diferencia de Vladimir.

Él siempre a resultado un enigma que no he podido resolver, sus expresiones nunca demuestran algo más que sea frialdad y ese toque de indiferencia que te hace pensar si realmente alberga algún tipo de sentimientos.

En estos momentos resulta igual, pero puedo casi asegurar que existe algo más.

-Me seguiste- le digo y me sorprendo al escuchar mi propia voz tan mordaz- ¿Que quieres?

Una amargura se instala en mi pecho, y puedo sentir como el nudo en mi garganta comienza a formarse. Lo que me obliga a tragar saliva al ver que este sigue sin formular palabra.

-Te ves muy hermosa.

Da otro paso, esta vez corriendo su mirada por todo mi cuerpo. Me siento tan pequeña bajo su vista, es como si todo este tiempo nunca hubiera existido y sigue siendo como aquella noche en la que tomo mi mano y me saco de aquel lugar donde me vendieron.

No bajes la mirada, me susurra la voz irritante y le hago caso. A pesar de sentirme intimidada, quiero por lo menos esta vez, tener algo de fuerza y no dejar que mis emociones me traicionen.

Fallo mis intenciones al momento que desvío la mirada buscando las maneras que su intensa mirada no logre terminar de hacer estragos en mí.

-¿Te vas a casar?- pregunta una vez que sus ojos vuelven a los míos.

Su pregunta hace que pise tierra y vuelva al momento que estoy viviendo. ¿Me voy a casar?

Esa idea choca con mis pensamientos logrando que caiga en cuenta todo el peso que eso trae consigo.

Quizás si debí tomar más tiempo para pensar mejor las cosas.

Muy tarde para eso.

-Estabas allí, lo viste por ti mismo- digo, para luego observar nuevamente su rostro.

Vlad frunce su entrecelo un poco, como aún procesado lo que le acabo de mencionar. Luego de eso, eleva la comisura de su boca como si de un chiste se tratara. ¿Le divierte esto?

Una Flor para Mi Angel [#3 Saga Flores]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora