Teen Wolf ~ One Shots

73. Scott McCall

Scott y tu tomaban un paseo, el había tenido la idea y habían salido a caminar a un vecindario bastante lindo, uno que no quedaba lejos del centro de Beacon Hills, pero que tenía unos parques y restaurantes perfectos.

-¿Te gusta este lugar?

-Es hermoso, no pensaba que existiera algo tan lindo, tan cerca del pueblo- Le comentas.

-Lo sé- Dice el- Es un lindo lugar para establecerse, para no sé, calmarse y crear una vida.

-Si, es un lindo lugar- Te parecía extraño como Scott caminaba por ahí, era claro que conocía mucho el lugar que se sentía seguro sé conocer dónde estaba.

-Mira- Dice Scott señalando un cartel.

-¿Qué pasa?

-Esa casa esta a la venta.

-¿Y?- Dudas.

-Pretendamos que somos una pareja que busca casa y pidamos una visita- Dice el.

-¿Qué?

-Vamos será divertido- Scott solo toma tu mano y te lleva hasta la entrada de la casa para tocar el timbre.

De pronto la puerta se abre para dejar ver a una mujer que tenía una carpeta en sus manos, debía de ser la agente de bienes raíces.

-Hola ¿les puedo ayudar en algo?- Pregunta.

-Hola soy Scott y esta es ______, nos gustaría un tour por la casa- Dice el muy tranquilo y tu solo te asegurabas de seguirle el juego.

-Un gusto, soy Vilma y es su día de suerte, no tengo visitas programadas, pasen, pasen, así les puedo dar un tour- Ambos entran a la casa y de inmediato te quedas anonadada de lo hermosa que es la casa.

La mujer les dio un recorrido por la casa, cada habitación te hacía enamorarte más y más de la casa, sabías que no era tuya pero se sentía como si hubiese sido hecha para ti, los techos altos y el estilo rustico que tenía te había sorprendido.

-Y esta es la habitación principal- Cuando llegan la vista te sorprende, desde la ventana se podía ver un gran patio lleno de rosas rojas, tu flor favorita.

-Que cosa más bella- Dices mirando afuera.

-Les daré un momento- Dice Vilma y sale de la habitación, te extraña que los haya dejado solos.

-¿Qué pasa?- Preguntas cuando ves a Scott mirandote fijamente con una sonrisa en su rostro.

-¿Bailamos?- Dice Scott y tu lo miras extrañada. El saca su celular y pone música lenta.

-Jajajjja, no sé que haces, pero solo me dejaré llevar- Te gustaba esa situación, imaginar que esa era su vida.

Scott te acerca a el y empiezan lentamente  a mover sus pies para bailar con la música.

-¿Te gusta la casa?- Te pregunta al oído Scott.

-Me encanta, no sé porque, pero se siente muy nuestra- Ríes.

-Lo sé.

Ambos seguían bailando muy abrazados, te sentías tan bien ahí ahí los brazos de Scott, se sentía como tu hogar. De pronto Scott empieza a hablar.

-Te amo con toda mi vida, amo tu forma de pensar, amo tu forma de ver la vida, amo tu sonrisa- Scott susurraba todas esas cosas a tu oído mientras continuaban bailando.

-Amo todo de ti- Sonríes mientras el terminaba su discurso.

Te separas de él lo suficiente como para ver su cara.

-Por mucho que me encante la ola de cumplidos, esto se siente muy raro, es como cuando me propusiste matrimonio, también hubo un discurso precioso, pero ahora no veo que más puede haber para que estés haciendo todo esto. No creo que me vayas a contar que estás embarazado.

-No, no- Ríe.

-¿Entonces?

-La casa es nuestra- Te dice el tranquilo.

- Jajajaj, por más que me encante este juego, esta casa no es nuestra esta a la venta y no tenemos como pagarla Scott.

En ese momento por la puerta entra Vilma, con una sonrisa.

-Señor McCall, traje los papeles para que los firme- Dice Vilma y le entrega el contrato a Scott, esa fue la primera vez que realmente sentiste que todo lo que te decía Scott era verdad.

-¿Esto, es... es cierto?- Dudas tartamudeando. Vilma se va rápidamente como si hubiese entendido que era un momento más bien íntimo.

-Si, esta es nuestra casa.

-¿Cómo pagaste esto?

-Bueno, he ahorrado mucho dinero, un día llegué aquí porque había venido a buscar un pedido que mi mamá hizo a una de las vecinas que tiene un negocio de pasteles y cuando vi esta casa en venta, pedí una visita y al entrar sentí que era nuestro, sentí que quería este lugar y lo quería compartí contigo, es como si me hubiese llamado, la compre hace una semana- Admite el.

-¿Y Vilma?- Preguntas.

-Ella me ayudó para la sorpresa, realmente hoy vino para que firmaramos los papeles de la propiedad y hacerla nuestra, necesito tu firma ya que la casa es nuestra- Hace énfasis en esa última palabra.

-Wow, esto es demasiado- Dices y miras por la ventana, viendo el hemoso jardín de rosas.

-Las mande a plantar después de comprar la casa, le hacía falta tu toque de rosas- En ese momento querías llorar de la felicidad, había puesto rosas para ti.

Te acercaste a el y lo abrazaste fuertemente, no pudiendo creer la suerte que tenías de estar a su lado.

-¿Te gusta?- Te pregunta.

-Me encanta.

-Aquí vamos a construir nuestra vida- Dice el y te acercas para chocar sus frentes y sentir sus respiraciones.