Corazón de Cristal #1

•Capítulo 3•

•PRIMER DÍA•

LISSA

Desperté hace 10 minutos. Estoy sentada en la cama, pensando en mi primer día, tengo nervios y ansiedad, joder ni en la secundaria estuve así.

Me fijo en el despertador son las 6:30am mi primera clase empieza a las 8:30am. Me levanto de la cama, voy a mi armario, escojo un pantalón beige, una blusa azul manga larga, busco mis botines marrón.
Me termino de bañar y me cambio, suelto mi cabello castaño y me pongo brillo labial.

—Liah espero que ya estés lista, —le chillo, al notar que es las 7:00— haré chocolate para llevar.

Busco mi mochila aseguro guardar todas mis cosas mas mi billetera y las llaves del auto.

—Ya nos vamos, —dice Liah, se puso un pantalón de tela rosa con cuadros blanco su blusa blanca y un blazer, con sus tenis fila que tanto ama— ¡estas hermosas!

—Estamos, lista para ir a ser el centro de atención. —dice moviendo su largo cabello rojizo.

—Estoy acostumbrada. —respondo con una sonrisa coqueta.

Estamos frente a la universidad viendo a muchísimos jóvenes, en el estacionamiento hay todo tipo de vehículos. Vamos a esto.

Me bajo de mi Porches gris y tengo todas las miradas en mi dirección, pero Liah no se queda atrás. CAaminamos como si fuera en cámara lenta, sin bajar la cabeza ni perder la seguridad que nos caracteriza.

Se escuchan algunos pitidos, amamos ser el centro de atención. —Todas nuestras entradas son épicas.

—Lo son. —le digo, cuando estamos en el campus— Bueno cariño, nos vemos en la hora de la comida.

Nos despedimos y cada una se va a una planta diferente, arquitectura esta en la misma planta que ingeniería y administración de empresas, el campo es muy grande, del otro lado de la calle están los dormitorios.

Cuando estoy por entrar siento una mirada intensa, giro la cara para encontrarme con el mismo grupo de chicos que estaban en el apartamento, pero eso no es todo, el idiota del supermercado está con ellos, me mira con una sonrisa.

Los ignoro y pasó por su lado, cuando escucho; —Que raro que no anda chocando a las personas— inmediatamente me volteo. ¡Porque si! así soy.

—Ni el primer día uno puede respirar en paz, ¿por qué andan los idiotas tan temprano? —finjo pensar.

Su grupito de amigos sueltan una carcajada y me miran como si fuera la primera persona en responderle a su queridísimo amigo.

—Ven lo que dije. —les dice a sus amigos igual de idiotas que el. —No se quedaría callada.

—No tengo porque hacerlo. —lo miro con superioridad— ¿O es que soy la primera que no se les queda callada.

—No, tu eres la primera que lo reta y le habla así —dice uno de ellos, el que tiene muchos tatuajes— Te acabas de ganar nuestro respeto.

Ruedo los ojos, ignorando lo que dicen, —Permiso.

—Nos volvemos a ver mal hablada.

—Nos volvemos a ver Idiota.

Me voy dejándolo con una sonrisa arrogante en la cara.

Idiota.

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Estoy en mi primera clase con la “Master” como ella dice que debemos llamarla, pero es  Evelyn Thomson, mi maestra de conocimientos del arte. Quiere que hagamos una presentación para que todos nos podamos conocer, estoy sentada en la segunda fila, primer asiento.