Corazón de Cristal #1

•Capítulo 18•

(Parte 2/2)

•BESOS ROBADOS•

DAREL

Bruno mars se escucha en el parlante miestras conduzco por las calles de Londres. —Estas aquí cierto. —digo apenas acepto la llamada.

—Si. —dice burlón— Te veo en el lugar de siempre, en 30 mints. —cuelga antes de que pueda responder.

Doy media vuelta en la carretera para ir directamente a uno de los laboratorios del abuelo, si está aquí es porque tiene un nuevo invento o algo importante que decirme.

—Viejo. —le digo abrazándolo, es un hombre todavía fuerte y sano teniendo 73 años, su cabello antes castaño ahora está lleno de canas y las arrugas debajo de sus ojos con esa mirada de superioridad que siempre tiene.

—Muchacho mira como has crecido, —dice con una media sonrisa, ruedo los ojos porque lo dice todos los meses— Vamos que tengo algo para mostraste.

—¿Esta vez si te quedarás? —pregunto, por que cuando el viene así de repente, es sólo para algo importante de las investigaciones.

—No, así que ni una palabra a tu padre. —dice serio.

—Papá piensa que estas en reposo. —digo burlón.

—Pues tú todavía no te haces cargo de mis bienes y el no sirve para eso. —la realidad es que a papá nunca le intereso la bioquímica, pero yo desde pequeño amaba pasar tiempo con el abuelo y inventar cosas.

—Esta bien, no diré nada.

—Solo tienes un año, recuerdas.

—¡Abuelo! —digo porque se supone que deberían ser dos.

—Que abuelo, ni que ochos cuarto. —dice el viejo obstinado— Te quiero al mando de todos mis bienes en un año.

—Ya hablamos de eso. —le digo rondando los ojos.

—Mejor te muestro mis avances. —dice cambiando de tema. —Las células vivas que estábamos analizando, le agregué lo que creaste y mira lo que encontramos.

Son células de un cuerpo moribundo por el cáncer de páncreas, tuvimos la gran idea de que a los avances científicos que ya había creado agregarle hojas medicinales, creando un antídoto contra el cáncer, se lo envié al abuelo para que se lo inyectará a la célula cancerosa.

—Muchacho, por error le inyecte tu antídoto a un paciente, pero no para el que lo creaste, si no uno que sólo le habian dado un año de vida por el avance del cáncer en sus huesos. —lo miro perplejo, porque nunca había pasado algo así.

—¿Que pasó abuelo?

—No se con que lo hiciste, pero ya tenemos antídoto para el cáncer de huesos en pacientes avanzados. —dice emocionado.

—¿Como abuelo? —lo miro atónito — ¿De que hablas? —pregunto ansioso.

—El antídoto es una especie de hierro, el hierro se lo inyectaron a un paciente y fue como una droga para sus huesos, aunque tendrá que estar en tratamiento por 6 meses. —dice el abuelo con orgullo.

—¿Me estas diciendo que en vez de crear una cura para el cáncer de páncreas hice uno para el de huesos? —siento algo en el pecho, pero se siente agradable —Pero mejor aún que creé una especie de sustancia de hierro, ¿qué dicen los científicos de la NASA sobre eso?.

—Estan entre sorprendidos y maravillados. —dice con su típica sonrisa arrogante —Después de lo que pasó en el laboratorio, lleve el antídoto para que lo analizarán, 110 científicos lo han analizado y todavía no pueden creer lo que hiciste ni como lo hiciste, por eso te digo que en un año debes tomar el mando de mis bienes, porque la NASA te quiere lo más pronto posible en sus laboratorios.