•Capítulo 37•

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FLOR MARCHITA•  🔞

LISSA

Poco más de una semana a pasado después de todo el problema de los chicos, que lo resolvieran sin mucho drama, debo decir que pensé que no sería fácil, pero Darel a pesar de sentirse dolido y traicionado lo tomo bastante bien a lo que pensé, mi chico, últimamente está muy estresado con los problemas sin resolver de su laboratorio y otras cosas con la empresa que no me quiso decir.

Trato de hacer algo o ayudarlo en lo que pueda, pero no es mucho lo que puedo hacer, pero como su novia le doy mi apoyo incondicional y mi cariño con el cual se a sentido mejor durante las noches. Volvió al apartamento y ahora cada noche duermo ahí con el sobre mi pecho, me encoge el corazón verlo con tantos problemas, si no estuviera ayudándole y exigiendo que llegue a dormir ni lo haría, los chicos también están ayudando con lo que puedan, y aunque las chicas no saben nada referente al tema «por seguridad» tratan de ayudar con algo.

—Ya es muy tarde. —escucho las chicas gritar desde la sala, ruedo los ojos, anoche se desvelaron viendo las tres películas de cincuenta sombras de Grey. —¡Lissa!

No respondo, sin embargo recojo mi mochila para salir dándome un repaso por última vez en el espejo, tengo una falda de cuero marrón medio muslo, una blusa de tiritas blanca que queda un poco arriba de la falda, me pongo unos tenis blancos, recojo mi cabello en un moño alto, el verano esta entrando.

—Pero que sexy va la niña. —dice Abi, la miro y se sonroja, sólo tomando mi termo térmico con el chocolate amargo caliente, salimos todas juntas.

—¿Estaban viendo para platicar?—pregunto burlona.

—No necesitamos de eso. —dice Adaliah.

—Mi novio no me deja pasar necesidades. —repite orgullosa Miah.

—El mío tampoco. —decimos las tres restantes y reímos. Si, Abi ya tiene novio.

Es algo privado que solamente algunas de nosotras sabemos, pero hacen una pareja increíble, me encanta verlos juntos.

—Propongo hacer noche de chicas calientes. —dice Liah y la miro sin entender, Halle es la que conduce— Contando nuestras fantasías sexuales vividas y las que no. —todas apoyamos, Miah dice que se encargará del día que lo haremos.

Estoy sentada en el patio estudiando para mi exámen, aunque solo falta media hora para que suene el timbre, he estado muy ocupada con esta materia en específico, se está volviendo tedioso pero no es algo que no pueda sobrellevar.

—Hola. —dice Sabrina.

—Hola querida. —le digo con una sonrisa, noto que está un poco nostálgica.

—Viajare la próxima semana para mi país, por problemas familiares. —me dice, se que ella y Rachel son colombianas, además de hermanas claro.

—¿Tu hermana también irá?. —pregunto y niega.—Esta bien, me encargaré de tu trabajo.

—Gracias. —dice sonriendo con tristeza.

—No hay de que, si necesitas algo me dices. —asiente y se marcha.

No hago más preguntas porque no parece querer hablar de eso, pero le muestro mi apoyo por si lo necesita.

Salgo un poco enojada del aula —cancelaron el exámen para otro día— ¿porqué no avisan antes? miro la hora en mi celular y veo que todavía es hora de almuerzo, sigo caminando sin prestar atención.

—Idiota. —chillo cuando choco con alguien, sin fijarme quién es.

—Como los viejos tiempos. —dice Darel y mi cara arde de la vergüenza. —Tenías mucho sin llamarme así pequeña fiera.

Corazón de Cristal #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora