Corazón de Cristal #1

•Capítulo 27•

•DULCES CARICIAS•    🔞 2/2

LISSA

—¡Aah más. —pido entre gemidos y gritos, su pelvis choca con la mía de manera sincronizada, estoy segura que después de esto me quedaré con un rico dolor en mis muslos.

—Estas deliciosa. —jadea miestras va más rápido, me he venido ya dos veces y han sido abrasador después de unos 5 minutos su gran verga grande y venosa ya está erecta. —Tu precioso coño me ahorca la polla, carajo me voy a venir. —dice gimiendo, algo demasiado sensual es escuchar a un hombre gemir, me provoca venirme con solo escucharlo.

Sale de repente de mi, para ponerme encima suyo, lo miro a los ojos y el me agarra del cuello para besarme. —Montame. —pide y yo deslizó sobre su gran verga hasta tenerla toda adentro.

—¡Mmh oh! —grito, cuando lo siento más profundo. —Mas por favor. —pido y el me da otra nalgada, estamos sudados, el cuarto sólo huele a sexo, solo se escuchan los choques de nuestros cuerpos.

—¿Asi, eh? —pregunta, yo solo asiento mientras me meneo sobre su polla. —Te gusta, te gusta montar mi verga. —dice mordiendo uno de mis senos.

—Si, si. —grito, cuando también menea sus caderas. —Me gusta tu gran verga. —gimo fuerte cuando el orgasmo me arrasa a un mundo de galaxias, veo estrellas.

No me da tregua, sigue penetrandome desde abajo alargando mi orgasmo, una, dos, tres penetraciones y se viene. —Jadeo adolorida y cansada, acomodo mi cabeza en su cuello mientras se acuesta.

—Estuvo muy rico. —digo besando su cuello después de unos minutos.

—Ada... —gruñe Amor déjame pararme para quitarme el condón. —me quejo pero lo hago, estaba muy cómoda.

—¡Mnh Darel! —gimo suave— Estoy muy sensible.

—Lo siento. —dice besando mis labios y saliendo de la cama. —¿Estas cansada amor?. —pregunta cuando vuelve, miro su cuerpo descaradamente, su verga ya no está erecta pero realmente si es muy grande y largo.

—Si. —digo y el ríe, me carga hasta la ducha.

—Vamos a bañarte para descansar. —dice con una sonrisa.

—Para dormir. —le corrijo, entramos al agua tibia de la bañera, recargo mi espalda en su pecho.

—Para descansar, —dice— no hemos terminado.

—Darel. —protesto pero estoy sonriendo— No tienes descanso. —digo miestras me relajo entre sus brazos.

—Con esta hermosa novia que tengo, no lo puedo tener. —sonrió. —Háblame de tu familia. —me tenso un poco. —Si no quieres no lo hagas es que hablas poco de ellos.

—Es algo complicado. —digo todavía tensa— Mi padre se fue hace tres años.

—¿Las abandonó?. —pregunta entre enojado y curioso.

—No, no. —digo rápidamente— El, se fue para mantenernos a salvó. —susurro, porque aunque me haya hecho daño su ausencia, reconozco que fue por nuestro bien.

—Si no quieres decirme, lo entiendo. —me dice, dándome un beso en la cabeza.

—Yo, confío en ti. —digo segura, porqué se que también confía en mí.

—Te quiero. —me dice, yo sonrió dándome valor para hablar.

—Mi padre es agente del FBI, —se que eso le sorprende— Pero cuando yo nací el se retiró para dedicarse a la familia, mamá encontró un ascenso en un reconocidonhospital de Manchester y decidieron comenzar aquí, años después nació mi hermana Zoé, cuando ella cumplió 2 años mi padre se enteró que un terrorista que el había encerrado escapo de la cárcel buscando vengarse de todos sus enemigos. —me tenso recordando eso, Darel acaricia mi cabello. —Obviamente mi padre estaba en la lista.