•Capítulo 23•

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«No me hago responsable si el capítulo resulta ser muy empalagoso o cursi.»

TUS BESOS SABEN A FRESAS•

DAREL

—El próximo mes empezarán las teorías y prácticas. —dice mi profesor de bioquímica, un hombre castaño entre los 50 años, alto y con gafas de montura.

—Tendré que ir dos veces a la semana. —digo, analizando las carpetas que acaba de entregarme.

—Trata de que sea tres veces, estaré esperando que me mandes tu tesis de este mes. —asiento— ¿Podrás venir mañana?

—Si, sobre la tesis lo enviaré esta noche.

—Necesito que le des clase a los de primer año.

—Profesor....

—Si no fuera necesario no te lo pediría, además será sólo un exámen,  no tendrán que saber que eres mi estudiante. —me aclara

—Esta bien, vendré. —le aseguró, me explica otros temas referentes al próximo semestre. Y otras cosas privadas del que me esta ayudando. —¿Vio lo que le envié?.

—Si, en unos días te daré la respuesta. —me despido y salgo de su oficina. Mis clases son virtuales, pero este semestre tendré que venir para que el profesor sea mi tutor personal y pueda autorizar mis investigaciones, no es que sea obligatorio pero hasta no tener mi licencia no puedo hacer experimentos ni otras cosas referentes al tema. Cuando dije que nadie sabía de esto era cierto, ninguno de los alumnos del profesor sabe que estudio con ellos, el es un buen amigo del abuelo y me ayuda a mantener todo en privado, además de la fuerte cantidad que pagamos al decano.

Cuando llego a la comedor veo a mi fiera, tenemos unos días sin vernos sólo hablamos algunas veces por videollamadas, ella está estudiando para el exámen de fin de semestre y yo tengo mucho trabajo en la empresa además del laboratorio y mi tesis.

La miro y noto que tiene la fracción triste.
—Deja de mirarla, que se van a dar cuenta. —dice Ryan sentándose a mi lado, lo miro pero no digo nada, no es que fuera un secreto de estado, además algunas veces somos muy obvios, aunque al parecer todavía nadie sospecha nada, aparte de Lau, Ryan y Joshua claro. Pido un café amargo antes de salir de la instalación, mis clases terminaron por hoy.

Darel: ¿Te veré en la noche?.

Mi fiera: Si, ':) en el lugar de siempre.

Sonrió y subo a mi deportivo, tengo trabajo pendiente en la empresa.

—Buenas tardes, señor Brown. —dice la secretaría de papá. Entró directo a mi oficina, después hablaré con él.

Tres horas después de hacer llamadas con los socios, papeleos, firmas de documentos que tengo que aprobar y una reunión de último minuto con los compradores nuevos, me despido de Papá para ir a mi apartamento.

—¿Porque tanta prisa? —pregunta el.

—No tengo prisa. —digo pero ruedo los ojos cuando veo que sonríe.

—Una chica, no es así. —lo miro mal— Cuando conocí a tu madre también estaba así, siempre deprisa para ir a verla.

—Papá...

—¿Cuando la conoceremos?. —pregunta, ignorando mi queja.

—Es algo muy reciente padre, te suplico que todavía no le digas nada a mamá. —levanta la mano en señal de rendición. —Lo digo enserio. —digo saliendo, escucho como ríe. Ese viejo le irá con el chisme a mamá.

Corazón de Cristal #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora