•Capítulo 58•

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Final 1/2

DAREL

Me mantengo cerca de Ada aunque se que es lo último que quiere, le he dado espacio, trato de no incomodar la, pero noto la forma en la que me observa cada vez que me acerco. El odio, el resentimiento y la culpa.

Pese a que me culpa de lo sucedido, cosa por la que no me molestó en arreglar porque se que es verdad. Si yo no hubiese dejado la toxina en un lugar tan obvio todo esto no hubiera pasado en primer lugar.

Sigo esperando que me grite, que me golpee o cualquier cosa pero ella solo se queda así, distante, ignorando me como si no valiese la pena hablar sobre el tema.

Y eso es lo que me molesta, su indiferencia, pero eso no es lo peor, lo más  relevante es que ya ni siquiera se siente cómoda a mi lado, lo se por la forma en la que me mira justo ahora.

La estoy ayudando a cambiarse en el baño del hospital, le acaban de dar de alta, —cosa por la que agradezco— pero el temor y la vulnerabilidad en su mirada sin algo con lo que no estoy acostumbrado.

—Esta bien, puedo sola. —me dice por tercera o quinta vez, ya ni recuerdo.

No digo nada, solo me aparto para que pueda salir.

Solo quisiera poder ayudarla, si solo me dejara hablar o solo abrazar sus heridas, poder amarla y demostrarle que nunca fue mi intención que le hicieran daño.

—No podemos simplemente fingir que nada pasó.  —digo asiendo que se gire abruptamente.

—¡No te atrevas a hacer eso! —me apunta con un dedo— Si finjo que nada pasó es porque todo esto, todo me duele, no dejo de pensar en lo que pasó, se repite en mi cabeza una y otra vez como disco rayado.

—Lo sé,  —la mirada mortal que me lanza podría matar a cualquiera— lo que quiero decir es que te entiendo, pero fingir no hará que deje de doler...

—Perdí a mi bebé Darel, es que no lo entiendes.

Su grito hace que me paralice por un momento, justo esto quería evitar, pero el doctor dijo que podía ser bueno. Embotellar todo no hará que mejore.

—Puede ser que sintamos el dolor de manera diferente, pero ambos lo perdimos Ada. —tomo su mano tratando de hacerla entender mi punto— Saber que pude evitar todo eso me mata por dentro, pero aún más ver que no puedo ayudarte.

—No entiendes... —dice negando con la cabeza— No te estoy culpando Darel.

No respondo.

La atraigo a mi, la abrazó con fuerza porque al parecer las palabras ya no son suficientes, quiero que entienda que puede salir de esta, que podemos salir adelante juntos.

—Vas a salir de ésta, puede que no lo creas ahora, pero lo harás. —digo acariciando su pelo— No le des el gusto de ver que cumplió con su propósito.

—Pero lo hizo. —el dolor en su voz me destruye.

—No, no es así. —digo con firmeza— Eres fuerte Ada, una sobreviviente y tu captor ahora está en un lugar donde nunca más podrá volver hacerte daño, y soy consciente de que todo lo que paso no olvidaras, tampoco digo que lo hagas, solo te pido que luches, no te rindas, no te encierres en tu dolor.

Sus lágrimas caen a montones en mi camisa, pero eso es lo de menos, solo le permito desahogarse, llorar esta bien, le hará bien.

—Cada vez que cierro los ojos lo veo Darel, —dice entre sollozos— la sonrisa macabra, la sangre entre mis piernas.

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⏰ Última actualización: Feb 22 ⏰

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Corazón de Cristal #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora