•Capítulo 33•

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•FELIZ NAVIDAD•

LISSA

Horas después de hablar con mi padre, a la mañana siguiente todo estaba tenso, hasta que el volvió a abrazarme cuando baje a desayunar, mamá lloró de alegría, Zoé estaba muy emocionada, dice que ahora sí somos una familia feliz. Por otro lado mis abuelos le han dado a la casa un ambiente más acogedora y dulce, con sus consejos, las galletas de la abu, mi Nana sonríe porqué dice que la relación entre mi padre y yo es la más linda que ha visto.

Estoy en mi cuarto con la tía Melissa, hablándole sobre las chicas, la universidad y también de Darel.

—Esta guapísimo. —dice y río, le estoy mostrando las fotos de el que tengo en mi celular. —¿Y esto Lis?

—No mires eso. —digo asustada cuando me muestra un vídeo.

—Oh si lo haré. —dice pícara.

—Tía, no. —digo pero es muy tarde ya está viendo dicho vídeo, donde estoy en ropa interior de encaje arriba del regazo de Darel, besándonos como si no hubiera un mañana.

—Dios mío, quien te viera. —ríe, mientras aprovecho para quitarle mi celular. —Si tus padres o tus abuelos ven eso, les causará un infarto. —se carcajea y yo volteo la cara de la vergüenza.

—No debiste ver eso. —me quejo.

—No, no debí ahora estoy traumada. —ahora la que ríe soy yo por su cara de asco. —Mejor cámbiate para ir al centro comercial, llama a Adaliah para que nos acompañe. —dice saliendo de la habitación.

Cuando termino de vestirme con unos vaqueros blancos, una blusa sin mangas azul, me pongo una chaqueta blanca larga con mis botines beige.

—¡Hija! —me llama Papá, todavía se me hace un poco raro su presencia, pero trato de tomarlo con calma.

—Papá...

—Vengan antes de la cena, tu abuelo y primo vendrán.

—¿De verdad? —pregunto emocionada.

—Si. —después de darle un beso en la mejilla y también al Abu Fede salgo de la casa junto a Melissa.

Pasamos la mitad de la tarde afuera, entre compras, batidas, chismes. Y es que Adaliah esta media loca encontrándose con la locura de mi tía se arma tremendo espectáculo, pero nos la pasamos muy bien, después nos despedimos de Liah y vamos directo a la casa.

Cuando llegamos la mayoría está en la sala con los nuevos invitados.

—Pero que hermosa esta mi Ada. —dice mi abuelo Lenier.

—Abuelo. —chilló emocionada, es un hombre guapo, con cabello castaño claro ahora muy canoso por la edad y los ojos azules características de los Meyer.

Lo abrazo miestras me cuenta cómo está su salud y yo le cuento un poco de mi vida universitaria.

—A tu primo favorito no lo saludas. —dice una voz que reconozco muy bien, lo miro esta mas bronceado que la última vez que lo ví, tiene las mismas características de los Meyer, mandíbula cuadrada, un rostro serio y neutro como el coronel militar que es, sus ojos en un azul tan claro que hasta parecen gris.

—Will... —digo con una sonrisa emocionada, hace 4 años que no los veía. —Que guapo estás.

—Siempre primita, y tu ya no eres una enana. —dice para molestarme.

—Nunca fui enana. —digo y todos ríen. Pasamos otro rato en familia hasta que que se hace la hora de la cena.

Todos los Meyer's son una generación de militares y agentes, creo que la única que no siguió los pasos de mi familia paterna fui yo, pero ellos se han dedicado toda su vida a eso, el Abuelo Lenier ya es un general retirado y viudo, mi primo William es coronel del ejército estadounidense y agente encubierto de la FBI a sus 26 años.

Corazón de Cristal #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora