•Capítulo 52•

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Narrador Omnisciente

La sala que minutos antes había estado sonriente con una agradable armonía ahora se encuentra tensa y silenciosa. Las personas han empezado a abandonar el lujoso salón ya que el evento a terminado antes —haciendo que todos susurren— los invitados se miran entre sí, sin entender nada.

Por otro lado la familia Bronw está haciendo todo lo posible por controlar la situación, la pelirroja se sienta junto a la morena de risos todavía nerviosa y algo avergonzada, mientras que el ex militar llama a todos los contactos que tiene sin poder creer lo que ha pasado.

—No entiendo como pudo pasar eso. —susurra Miah sollozando junto a sus amigas.

Los chicos les piden que mantengan la calma, mientras Emiliano Bronw y el detective hablan sobre las grabaciones. Darel vuelve a romper una botella de whisky cuando le dicen que las cámaras del estacionamiento estaban inhabilitadas.

—Tranquilízate hijo. —súplica Talia al borde del llanto, y es que su corazón de madre no puede soportar ver el sufrimiento y la impotencia de su hijo.

—¡No puedo madre! —grita llamando la atención de los empleados.

Talia abre los ojos como plato asombrada porque su hijo nunca le ha levantado la voz, pero el esta igual ya que no quiso gritar, la observa disculpándose con la mirada sin querer hablar ya que esta apunto de perder el control.

—Relájate Darel. —la voz de Emiliano suena firme en una advertencia, mientras agarra a su esposa por la cintura.

—Déjalo. —susurra la rubia dándole una mirada comprensiva a su hijo.

El rubio se aleja sin decir más. El rostro de todos es de pura preocupación y agonía mientras esperan que la policía llegue al lugar.

Los minutos pasan y la inquietud aumenta, al no tener idea de lo que ha pasado y quien pudo haberse llevado a Lissa.

Laurel abraza a Liah que no ha dejado de llorar culpandose, ya que si hubiera estado pendiente su amiga no hubiese desaparecido y apesar de que las chicas le dicen que no es su culpa, ella no esta convencida.

—¿Pero y estas caras tristes? — entra Daniel Brown con la voz campante que lo caracteriza —¡Es que mi único hijo a muerto y no me enterado!

—Papá por favor. —su hijo rueda los ojos por la impertinencia de su padre.

—¿Que ha pasado? —pregunta ahora serio viendo la preocupación en el rostro de sus nietos.

Miah se levanta a abrazarlo ya que tenía mucho tiempo sin verlo, mientras lo aparta de los demás para explicar lo que está pasando.

El detective se acerca a Darel con mala cara, haciendo que todos se tense y es que no ha traído buenas noticias, ya que no tienen ninguna pista aparte del teléfono que encontraron. La policía llega media hora después, pidiendo declaraciones mientras los agentes inspeccionan el área.

—Debo llamar a mi tío. —dice William acercándose al rubio que no deja de mirar la pantalla se las grabaciones.

Darel asiente apesar de lamentar tener que conocer a los padres de su novia en estas circunstancias.

La policía debe calmar a los presentes ya que todo se convierte en un desastre cuando todos se levantan a preguntar al mismo tiempo, Darel casi cae de su asiento cuando le dicen que han encontrado rastro de sangre en una de las paredes.

—Todavía no estamos seguros que pueda pertenecer a la señorita Meyer.

Las mujeres no dejan de hablar poniendo a todos tensos, y es que la situación tampoco ayuda el estado en el que se encuentra Darel.

Corazón de Cristal #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora