PARTE 4°

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Casi Encuentro


❃❃❃

Ohm miraba las motas blancas que adornaban el cielo desde su ventana.

- Hola.

- Disculpa que mi hijo haga demasiado ruido. Toma... -La mujer le extendió un par de tapones para los oídos.

- No se preocupe, los niños son así -Por supuesto que Ohm entendía a los niños, por eso quería estrangularlos cuando hacían bulla. Él mismo ha sido un niño problema junto con Nanon.

"¿Qué será de su vida?"

El avión llegó a su destino y el vuelo a su fin. Por fin respiraba aires tailandeses, como lo diría en sus propias palabras.

Leyó el mensaje que le dejó su mamá en el celular, la dirección de la casa. Hace casi 9 años que no había regresado, y hace 7 años que había dejado de hablar con Nanon porque los horarios diferían, ambos consiguieron nuevos amigos y la universidad es realmente una patada en el culo.

Todo se sentía tan raro.

Tomó un taxi a quien le indicó la dirección que decía el mensaje. Su tailandés sonaba un poco extraño ya que hace mucho que no lo pronunciaba, solo se había concentrado en hablar chino.

- A ver... no ubico nada. Todo ha cambiado. Se supone que por aquí vivía el señor que era súper raro. Luego viene la casa de la señora de los conejos que no se estaban besando, sino 'cojiendo', la señora Vachirawit. Aquí había un puesto de golosinas y otro puesto de... Arroz pegajoso con Mango. Se me hace agua la boca.

Ohm iba señalando cada lugar que recordaba para poder llegar a su casa. Siguió su camino según lo recordado hasta que llegó a aquel callejón bastante amplio ¿o era ya una calle?, donde sus travesuras de niño se hicieron posible con la ayuda de cierto chico con hoyuelos.

Se paró frente a aquella casa, la casa de su entonces amigo, Nanon Korapat. De seguro vivían aún ahí, pero le daba cierta vergüenza tocar la puerta de su vecino y decir 'Hola'. No se habían hablado por bastante tiempo, años literales.

Regresó sobre sus pasos y fué hasta la puerta de su casa, esperando que sus padres abrieran la puerta.

- Que raro, no están...

Totalmente cansado por el viaje, se sentó en dos de aquellas sillas de piedra que su padre había puesto allí, cuatro ciertamente para Nanon, Ohm y sus respectivas hermanitas.

Su trasero claramente había crecido y apenas media nalga alcanzaba allí.

A las horas de haber esperado a sus padres, estaba sediento. Ya había anochecido cuando vió una sombra alta salir de un auto, tal vez tan alta como él, acompañado de una chica de cabello largo que bajó para despedirse. Al parecer era su novia, ya que le dio un beso que dejaría celoso a cualquiera que no tuviera novia, como Ohm.

El chico caminó un poco, pero al verlo se quedó mirándolo un buen rato. Ohm no podía reconocer al chico, ni el chico a él porque ambos llevaban mascarillas en sus rostros, además de gorras.

Luego de un rato, el joven entró en la casa de los Korapat y por su parte Ohm siguió sentado en las sillitas de piedras.


❃❃❃

Nanon se acercó a la habitación de su hermana y se tiró en su cama.

- ¿Sabes que tenemos vecinos nuevos?

- Sí Non, lo descubrimos hace como una semana.

- Pero hasta ahora no los conocemos.

- No Nanon, seguimos sin conocerlos.

Nonnie siguió concentrada en sus cosas, que eran tareas en realidad. Ella también estaba en la universidad, aunque no en la misma que su hermano. Era la presidenta de clase, bastante inteligente. El look de Nonnie era tomboy, le gustaba su estilo y estaba orgullosa de ello. Ni qué decir de su fama en su asignatura y no solo en ella. La chica era el crush de varias y varios no solo en la universidad. Su actitud de un alfa amable derretía a las muchachas, quienes siempre le pedían que les explique las materias que 'no entendían'. Algunas veces solo sonríe y les enseña, otras veces solo se aleja sonriendo. Su cabello corto le daba aquel aire de 'masculinidad sexy', mientras su sonrisa le añadía esa dulzura.

Nanon por su parte es el capitán del equipo de fútbol de su universidad. Es hétero, pero está de parte de que 'el amor, es amor'.

- Bueno, creo que ya vi a uno de los nuevos vecinos, es un chico.

- Ok.

- ¿Me estás escuchando?

- Con los oídos Non.

Nanon agarró el lapicero que Nonnie traía en las manos y rayó toda la hoja de apuntes de su hermana, mientras corrió hasta la puerta de la habitación.

- Diosito, haz que se enamore de verdad y empiece a joder a su novia.

- Idiota, sabes que ya tengo una.

- Cierto, la típica blondie sin cerebro -Nonnie miró a su hermano sarcásticamente.

- Por lo menos tengo pareja.

- ¿Y quién te ha dicho que yo no tengo pareja?

- Eso... eso había escuchado. Cuéntame... -Nanon se había tirado nuevamente a la cama de Nonnie.

- ¿Sabes qué creo?

- ¿Qué?

La cara de interés de Nanon era de un completo chismoso.

- Diosito se equivocó en nuestros géneros.

Nanon suspiró profundo al ver la mirada burlona de Nonnie y se puso de pie, arregló sus ropas y le tiró un almohadazo mientras mantenía su dignidad... en el piso.

Las horas fueron pasando y Nanon vio que el chico sentado en las sillas de piedra que estaban en la casa del frente, aún no se iba. ¿Y si era un ratero?

- Ma', ¿Y si está esperando para robar?

- No creo, has estado mirándolo desde que está ahí.

- Pero no me mira.

- ¿Te has dado cuenta que se ha quedado dormido sobre sus rodillas?

- Aún así...

- Nanon, cena... cuando no comes hablas cosas sin sentido.

Nanon no se rendiría, seguiría mirando al chico.

- Han pasado 10 minutos y ya se ha quedado dormido.

Nonnie empujaba la cabeza de Nanon para molestarlo.

- Deja a tu hermano, debe estar cansado.

Nonnie cerró las cortinas en el momento en que una camioneta llegaba a la casa del frente.


❃❃❃

- ¿Ohm? Hijo... -Ohm levantó su rostro y vió a su madre, quien lo miraba con asombro y cariño.

- ¿Qué pasó Yogi, me extrañaste? -Love pellizcó los cachetes de su hermano con dulzura, pero al mismo tiempo quería molestar a su hermano, quién al sentir los 'pellizcos', golpeó suavemente su mano.

- En realidad no quería que sufras TÚ por mi ausencia hermanita.

- Dejen de molestarse.

Los Pawat entraron a la casa y descansaron después de un largo día.


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(TERMINADA) TENSIÓN SEXUAL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora