PARTE 47°

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Ni Nanon, ni Ohm trataron el tema esa noche.

Dew decidió que se quedaría esa semana definitivamente, así tendría la oportunidad de molestar un poco a Ohm.

– ¿No vas a tomar desayuno?

– No tengo hambre. Además tengo que ir al departamento, la entrega de trabajos empiezan este mes y tengo que acomodar mis cosas.

– Ohm hijo, hice tu desayuno preferido. Papá ya está en la mesa, nos está esperando.

Ohm bajó a desayunar junto a Love.

– Ohm, Love, mamá y yo queremos celebrar nuestro aniversario de bodas ¿Recuerdan que les habíamos dicho?

Ambos asintieron contentos.

– Papá me invitó a pasar un mes por Europa.

Ambos empezaron a molestar a sus padres.

– Se lo merecen.

– No estaremos en casa y quiero que se porten bien.

Ohm alistó sus cosas y Love igual.

– Cada uno tiene sus propias llaves, así que cuando puedan vengan a verificar que todo esté bien.

– Papá ¿Puedes darme dinero para comprarme ropa? –Preguntó Love.

– Por supuesto princesa.

Antes de irse, el cabeza de la familia extendió un sobre con varios billetes a su adorada hija.

– Sé que lo usarás con sabiduría.

– Sí papá.

Love abrazó a sus padres y se sentó al lado de Ohm en la camioneta.

– ¿Cuánto te dieron?

– Lo suficiente para comprar drogas.

– ¿Para qué quieres más ropa? Tienes dos roperos grandes llenos de ropa de distintos colores. Y todos son vestidos floreados.

– También tengo vestidos sin estampados.

– Hermanita, todos tus vestidos son para vestir a una monja.

– Hermanito, que no sepas apreciar los vestidos porque tengas a un chico como novio, no es mi culpa. Los vestidos son bonitos.

– Pero cómprate algo novedoso, por lo menos hasta la rodilla. Enseñar algo de carne no te hará mal. A las chicas les gusta.

– No me gustan las chicas. Me gusta Nonnie.

– Al fin lo aceptaste.

– Ya te lo había dicho idiota.

Ohm hizo memoria.

– Ahh sí. ¿Ya hablaste con Nonnie sobre el asunto de la vez pasada?

Love negó.

– Ohm, sé que no debí decirle nada a su enamorada, pero estaba muy molesta porque me dijo que yo no debí ir con su familia. Que Nonnie me odiaba y que jamás estaría conmigo. Que solo fui un amor de adolescencia, pero que ahora me tiene asco y cólera. Y me dijo que yo parecía una niña, una niña!!! Yo no soy una niña Ohm. Soy una mujer!

Ohm miró a su hermana y luego la carretera. Es cierto, su hermana ya era toda una mujer, pero su cuerpo y forma de vestir parecía de una niña de la antigüedad.

– ¿Qué tal si cambias tu estilo de vestimenta?

– ¿Para qué?

– No sé, así podrías llamar su atención.

(TERMINADA) TENSIÓN SEXUAL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora