PARTE 41°

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Ohm

Las vacaciones llegaron y mi padre me dijo que nos quedaríamos en Tailandia, fue la mejor noticia.

Ahora que lo recuerdo, no le he pedido a Nanon que sea mi pareja. Solo hemos cogido como conejos y no le he dicho nada.

– ¿En qué piensas?

– En Nanon.

– Dios, ¿No hay día que no lo hagas?

Ella se tira a mi cama y me mira.

– Ohm…

– Umm…

– ¿Cómo te enamoraste de Nanon? Digo, es tu mismo sexo.

La miré porque aunque no tenga el sexto sentido de las mujeres, Love es sumamente transparente cuando alguien le gusta.

Y sí, ella está enamorada de mi cuñada.

– No te voy a mentir diciendo que es lo mismo que enamorarte de alguien de tu sexo opuesto. Personalmente creo que es más profundo. O de repente es porque yo lo amo a él y nunca he amado a alguien que no sea él.

– ¿Y las chicas con las que te acostabas?

– Solo quería sexo Love, suena horrible, pero eso sentía. Era solo placer y hormonas.

Ella miró al vacío.

– ¿Te gusta alguien?

– No estoy segura.

– ¿De tu mismo sexo?

Ni siquiera se sorprendió de que yo supiera. Solo se puso de pie y salió

– Gracias hermano.

Pasaron muchos días desde que los Korapat y nosotros fuéramos de vacaciones a Ko Samui, lugar precioso para los que quieran estar de vida nocturna frente al mar. Nuestros padres aprovecharon para llevarnos al templo. Pero apenas nos descuidado, Nanon y yo fuimos a una caseta.

– Carajo! Cada día estás más apretado.

– Cierra el puto hocico Ohm… Ahh aahh… mierda, no tan fuerte.

Mis manos sujetan su cintura y caderas con vehemencia para tener un mejor empuje y penetrarlo profundo hasta hacerlo gritar de placer.

– Ohm… Ohm… ahh ahh ahhh fóllame duro.

– Bipolar de mierda.

Pude escuchar su risa junto con sus gemidos.

Aún sostenido de aquella mesa, levanté una de sus piernas y la coloqué sobre mi hombro, cómo una puta bailarina de ballet. Mi mano agarró su rostro y besaba sus labios en cada penetración. No sé desde cuándo se ha vuelto tan elástico pero me fascina.

A lo lejos escuché la voz de nuestros padres, llamándonos y por un segundo nos detuvimos pero volvimos al sexo para terminar más rápido.

– Ohm –Alguien tocó la puerta– Llevaré a mi mamá a otro lugar. Tápense la boca, hasta acá los escucho.

– Nonnie ¿los encontraste?

– No mamá, ya revise aquí, deben estar jugando por allá. Vamos.

Lo siento madre, pero no puedo estar lejos del cuerpo de mi amor.

– Non –Apenas pude pronunciar su nombre porque la excitación no me dejaba– ¿Quieres ser mi novio?

– Estúpido ¿cómo se te ocurre pedírmelo así? Ah!

(TERMINADA) TENSIÓN SEXUAL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora