CAPÍTULO 32

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BABI

- ¿Cómo has dormido?- le pregunto a Shana.

- Regular – hace una mueca con la boca.

- ¿Te sirvió alguna crema de papá?

- Si, me alivió bastante pero no se me quito del todo.

- Es normal. Los golpes son recientes y necesitarás unos días mas para recuperarte – dice mi hermana a su lado.

- Claro, en unos días estarás casi recuperada – le sonrío.

Voy a la cocina para preparar mi desayuno y me siento junto a ellas en la mesa del salón.

- ¿Queréis hacer algo esta tarde? - les pregunto.

- A mi no me importaría ir a comprar ropa – sonríe mi hermana inocente.

- Como siempre – pongo los ojos en blanco.

- Me gusta el plan – afirma Shana.

- Bien. Aprovecharemos para comprar la cena – digo.

- ¿Y Tom? - pregunta Shana.

- Si no llega tarde lo esperamos – digo – si no lo vemos directamente en la cena.

- Voy a llamarlo a ver que dice – se levanta Sarah.

Terminamos de desayunar y voy un rato a entrenar. Aunque este de descanso no es un sacrificio para mí. Además entrenar aquí es mucho mejor de lo que puedo hacer allí. Hay gimnasio también pero tenemos tan poco tiempo para disfrutar que casi no merece la pena. Aquí en casa puedo estar el rato que quiera y nadie me molesta.

Hago la comida que consiste en una hamburguesa con patatas. Tenemos que aprovechar lo poco que podemos estar aquí para alimentarnos bien. Cada vez venimos mas delgadas de la prisión.

– ¿Qué te ha dicho papá? - le pregunto a Sarah cuando nos sentamos en la mesa.

– Dice que vayamos nosotras. Nos verá en la cena.

– Mejor. Así aprovechamos y le compramos un regalo para su cumple.

– ¿Cuándo es? - pregunta Shana con keptchut en la boca.

– El 23 de diciembre.

– Justo en navidad – sonríe.

– Me gustaría pedir vacaciones y pasar toda la navidad aquí.

– Yo quizá también las pida y vaya a Londres – da otro bocado a la hamburguesa.

– Pues a ver que le decimos a Keyan... - pongo cara de asco.

– Yo tengo claro que si no me da vacaciones, cojo tres semanas de asuntos propios –
se encoje de hombros – no puede decirme nada. Estoy en mi derecho.

– Claro. Yo haré lo mismo en caso de que no me deje.

– Que se busque a alguien esos días. O que los cuide él con los cojones. - se come una patata indignada.

– Ya me gustaría verlo rodeado de todos aquellos – me río – no duraría ni un día allí dentro.

– Por eso no se mezcla con nosotros. Solo va de sala en sala y a la calle.

– Así cualquiera es director... - musita mi hermana.

– Ah, ¿sabes que me dijo Jack el otro día? - le digo a Shana llamando su atención.

Le cuento lo que me dijo sobre su mujer. Daría lo que fuese por ponerla a ella y quitarle el puesto a Keyan. Me cae verdaderamente mal.

Terminamos de comer y subimos a prepararnos. Cuanto antes vayamos, menos gente hay. No me gusta ir de compras cuando hay muchas personas. Me agobio y no disfruto igual. Estoy mas pendiente de esquivarlas que de la ropa.

CELDA 001 [+21] [LIBRO 1] [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora