CAPÍTULO 49

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BABI

Varek: No puedo salir. No paran de pasear por delante de mi celda.

Babi: No te preocupes. Prefiero que no te arriesgues.

Varek: Me cago en la puta. Quiero verte.

Babi: Y yo. Inténtalo mañana.

Varek: Descansa Barbie.

Babi: Un beso papi.

Dejo el móvil e intento dormir. Me da coraje esperar la noche con ansias para verlo y no poder. Sé que es complicado que salga y me tengo que aguantar.

El turno de mañana se pasa lento, pero el de tarde se pasa peor. Mi función es nada más que ordenar historiales delictivos de los presos que entran nuevos; Los conozco, completo su informe y los archivo.

No son muchos los que entran a diario pero me tiro un buen rato para ordenarlos. Tengo que estar pendiente de cada dato, no se me puede pasar nada. Si lo hago mal, se forma un lío con las carpetas y la culpa recae en mí.
Keyan sigue sin meter personal suficiente y estoy yo sola. Hay una persona en cada módulo exterior porque los demás también están justos en los módulos internos.

Termino mi turno y voy hacia la cafetería. Apenas coincido con Shana. Ella tiene turno de tarde y noches, aunque por las mañanas tiene que estar disponible por si Varek necesita algo, ya que está a su cargo.
Yo tengo el turno de mañanas y tardes, así que no coincidimos. Lo poco que hablo con ella es por medio de un walkie que he conseguido de la oficina de seguridad. Está conectado con el de ella.

Me como rápido el pescado que hay y voy a mi habitación. Me ducho y me pongo un conjunto de ropa interior blanco y muy sexy que me compré la última vez que fui de compras con Shana.
Si Varek viene esta noche, quiero recibirlo bien. Tengo una sorpresa preparada para él.

– ¿Estás ocupada? - le hablo a Shana. Tengo que hacer tiempo hasta que se apaguen las luces.

– Estoy aburrida – ríe.

– ¿Crees que podrá salir Varek después?

– Hoy hay uno menos. Está con un preso en enfermería y no creo que vuelva.

– ¿Ha pasado algo?

– Dixon le ha pegado una paliza a uno nuevo.

– ¿Sin motivo?

– Sin motivo – afirma – a este cabrón no le hace falta nada para actuar así.

– Ojalá acaben con él pronto. Es una escoria – me tumbo en la cama.

– He estado a punto de cargármelo, te lo juro.

– ¿Por qué no lo has hecho? Tiene condena firme. Da igual si muere.

– Ha aparecido Keyan en mitad de la pelea.

– ¿En serio? - pregunto sorprendida – Keyan nunca se mezcla con los presos.

– Si, a mí también me ha sorprendido. De hecho ha sido él quien lo ha llevado a aislamiento.

– Que raro – musito.

– Por eso he preferido estarme quieta. No quería hacerlo delante de él.

– Mejor – asiento.

– Van a apagar las luces – avisa – voy a intentar a ayudar a Varek a salir. Hablamos mañana nena.

– Gracias. Que te vaya bien.

Dejo el walkie y me apoyo en la pared de en frente de la puerta. No me quiero perder ni un detalle de la cara de Varek cuando me vea.

Diez minutos después, mete la llave desde fuera y espero a que entre. Cierra la puerta a sus espaldas y me mira con la boca medio abierta.

CELDA 001 [+21] [LIBRO 1] [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora