CELDA 001 [+21] [LIBRO 1] [TERMINADO]

CAPÍTULO 38

BABI

Bajamos del coche después de tres horas y admiro la casa frente a mí. No parece tan grande como la mía, pero es muy bonita. Tiene tonos cremas y la mayor parte está pintada en blanca.
Le sonrío mientras sacamos la maleta.

– Si te encuentras bien esta tarde podemos ir a la ciudad. Estamos a quince minutos – propone.

– Claro que si – contesto – estoy deseando ver el Big Ben.

– Es extraño que hayas estado toda tu vida viviendo en Inglaterra y no hayas visitado Londres.

– Yo también lo pienso. Antes de entrar en la academia nunca me han traído. Y desde que mamá murió no hemos hecho apenas viajes.

– Comprendo – asiente.

– Pero si he estado en otras ciudades – añado – antes de que pasara todo a mi padre le encantaba viajar todos juntos. Creo que Londres estaba en la lista de destinos.

– Solo me estabas esperando a mi ¿no? - bromea.

– Exacto. Sabía que iba a venir contigo aunque no supiera de tu existencia – sigo la broma. Nos dirigimos a la puerta y toca al timbre.

– Espero que disfrutes estos días y te sientas cómoda. No sé si mi familia estará al nivel de la tuya...

– No te preocupes – la tranquilizo – tu familia debe ser igual de genial que tu. Y aunque no lo creas, mi familia también tiene defectos.

– Bueno no los he conocido – se encoje de hombros.

– Es cuestión de tiempo – sonrío.

La puerta se abre y una mujer de mediana edad nos recibe. Tiene que ser su mamá. Es guapa y tienen un parecido.

– ¡Por fin! - exclama dándole un abrazo a Shana – Pensaba que ibas a quedarte a vivir en Bradford para siempre.

– Lo siento. He estado liada y no he podido venir antes – le da un beso en la mejilla – ella es mi amiga Barbara.

– ¡Que alegría conocerte Barbara! - me abraza a mi también – Shana nos ha hablado mucho de ti.

– Espero que todo bueno. – le guiño un ojo a mi amiga – Yo también me alegro de conocerte.

– Por supuesto – asiente Mary – pasad, pasad.

No llevamos ni cinco minutos y Mary Wilson me parece la persona mas encantadora. Tiene un aura parecida a mi madre. Ella era también amable y simpática con todos.

Entramos y la casa es mas bonita todavía por dentro. Sigue predominando el color blanco y los tonos crema. Tiene un olor a menta fresca y se respira tranquilidad.

Nos guía hacia el salón y nos recibe una gran mesa con todo tipo de comida. Voy a llegar con diez kilos de más.

– Voy a llamar a mi marido. Cuando va a pasar el rato a la parte de atrás del jardín pasan las horas y no se inmuta – ríe – poneros cómodas.

– Vale – responde Shana.

Vamos hacia la mesa y nos sentamos a esperar. Sabía que su familia me iba a gustar. No he visto a su padre, pero no hace falta para saberlo. Son gente buena y humilde, igual que ella.

– Perdonad – habla su padre entrando en el salón – estaba arreglando unas cosas fuera – sonríe.

– Tu y tus flores – Shana pone los ojos en blanco.

Nos levantamos y lo saludamos de la misma manera que a su madre. Su abrazo no es tan intenso, pero infunde confianza.

Nos sentamos todos al rededor de la mesa y comenzamos a comer mientras hablamos. Sobretodo hablo yo, al ser nueva supongo que tienen mas ganas de saber de mí a parte de lo que le haya contado Shana.