CELDA 001 [+21] [LIBRO 1] [TERMINADO]

CAPÍTULO 56

BABI

Las semanas pasan y por fin tengo la revisión del segundo mes de embarazo. Estos últimos días he tenido mas dolor de lo normal, solo espero que todo esté correctamente.

Steve entra por la puerta y me indica que me tumbe en la camilla. Lo hago y Varek me coge de la mano sonriendo. Sé que tiene mucha ilusión, es la primera ecografía a la que asiste.

– ¿Nerviosa? - pregunta el médico.

– Un poco.

– ¿Es normal que tenga tanto dolor? - pregunta Varek preocupado.

– Si – sonríe el médico – los primeros dos meses son los peores. Ahora entrarás en una nueva etapa y seguro que todo cambia.

Aplica el gel sobre mi abdomen y ya tengo la vista fija en la pantalla antes de que empiece a mover el ecógrafo. Latidos empiezan a retumbar en la sala y Varek me besa la frente.

– Está todo perfectamente – habla el médico.

– Menos mal – digo soltando un suspiro.

Observo a Varek que mira la pantalla embobado y tiene los ojos llorosos. Nunca lo he visto llorar y que se emocione de esta manera hace que me enamore más todavía.

– Sois lo mejor de mi vida – dice mirándome a los ojos.

– Te quiero – susurro.

Seguimos mirando la pantalla observando a nuestro bebé hasta que Steve termina de revisarme.

– Voy a darte una medicación algo más fuerte. Pero estoy seguro de que a partir de esta semana no la necesitarás – Steve saca un bote de pastillas de su almacén.

– De acuerdo. ¿Cuando tengo que volver a venir? - pregunto.

– El mes que viene. Haremos una revisión por mes.

Varek asiente y el médico me limpia el gel para que pueda levantarme.

– En estas semanas empezarás a subir de peso – añade Steve – hay mujeres que no le agrada la idea. Espero que no seas una de ellas – ríe.

– No queda otra – me encojo de hombros.

– Bueno ya tienes la barriga un poco abultada – Varek me sonríe.

– ¡¿Qué dices?! - voy corriendo a mirarme en el espejo que hay en la consulta.

– Pero muy poco – específica.

– Yo no me veo nada – giro hacia los lados observándome.

– No te preocupes, ya lo verás – dice Steve.

– Gracias por todo – le digo – nos vemos en un mes.

– Cuidaros – se despide.

Salimos del hospital y nos montamos en el coche.

Estas semanas no hemos parado con la decoración de la casa. Pensábamos que en una semana lo tendríamos todo pero hemos necesitado más. Ni siquiera he tenido apenas tiempo de ver a mi familia.

Cuando no estaba comprando, estaba en la cama pasándolo mal. Tenemos pendiente invitar a las familias para que conozcan la casa.

– ¿Cuando los vamos a invitar? - pregunto.

– ¿Te apetece hoy?

– Si, pero prefiero por la noche.

– Pues por la noche. Luego los llamamos.

Miro hacia la ventana y hago una mueca con la boca.

– ¿Qué te pasa? - pregunta mirándome de reojo. A veces me sorprende lo mucho que me observa, ni siquiera he dicho nada.