Especial: cumpleaños del Sol. 🌞

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The other night dear, as I lay sleeping
I dreamed I held you in my arms
But when I awoke, dear, I was mistaken
So I hung my head and I cried.

You are my sunshine, my only sunshine
You make me happy when skies are gray
You'll never know dear, how much I love you
Please don't take my sunshine away...

Johnny cantaba dulcemente en aquella habitación de hospital, que ahora estaba iluminada por el anaranjado atardecer. Taeil bostezó y luego sonrió con los labios medio cerrados, estaba demasiado cansado pero no quería dormirse y perderse a su esposo cantándole a su recién nacido.

- ¿Crees que los bebés son así de pequeños, o el nuestro es más chiquito? Debería preguntarles a Taeyong y Jaehyun cuánto pesó y midió Mark cuando nació. Lo haré mañana. ¿Crees que le esté gustando que le cante?

Las manos de Johnny se movían inquietas en el pequeño cuerpecito que las enfermeras habían dejado colocado sobre la cama, justo frente a él, ataviado en un delicado conjunto de color beige con estampados de girasoles. No podía dejar de mirar las tupidas pestañitas de su bebé, su nariz chiquita, su boquita formando un pucherito mientras dormía y la manera adorable en qué sus deditos rosados y diminutos se aferraban a su dedo pulgar. Entre más lo miraba, menos podía apartar la vista.
Johnny nunca había creído enamorarse tanto como lo estaba de Taeil, pero lo estaba. Junto a él descansaba su cámara, repleta de fotografías de los dos amores de su vida que no podía esperar para imprimir y poner en un álbum.

- ¡Sus pies son tan hermosos! Taeil, eres increíble, tú los hiciste ¡Mira que bonitos deditos! ¿Ya viste que tiene un poco de cabello rizado? Dios, es el bebé más precioso del universo y no lo digo porque sea nuestro.

- Es preciosísimo, mi amor. Es el bebé más bonito.

Taeil susurró apoyándose con cuidado en la almohada de la cálida habitación para no mover la cama e inquietar al ser de 3.210 kg que descansaba plácidamente cerca de sus piernas, ajeno a todo el amor que sus papás estaban sintiendo por él.

- Haechan, en casa tu habitación tiene papel tapiz de ositos y florecitas, pero vas a dormir con nosotros un tiempo. Estuvimos esperándote mucho, vas a ser un niño muy felíz porque te amamos mucho. Te vamos a abrazar mucho ¿Mmmh?

Haechan abrió sus pequeños ojitos y gesticuló una sonrisa chimuela, volviendo locos de amor a ambos y Johnny lo levantó con cuidado para que los tres estuvieran más cerca. Era la segunda vez en ese primer día en el mundo en qué su mirada se encontraba con la de ellos y nada podía emocionarlos más.

- Te amo, Haechannie. Siempre vamos a estar juntos, siempre voy a cuidarte mi bebé chiquito, a cuidarlos a los dos.

Johnny besó la mejilla de Taeil y luego la naricita del bebé, que no tardó mucho en llorar pidiendo ser alimentado otra vez.
Aún no lo sabían, pero el llanto de Haechan iba a ser algo que escucharían mucho más de lo común durante sus días y noches, porque su hijo lloraba ante la más mínima provocación, le gustaba ser arrullado, dormir en brazos y escuchar las voces de sus papás. Y las noches en vela, citas canceladas y poco tiempo de actividades que hacían antes se prolongaron en todo un primer año.

- ¡Papá! Puedes ayudaime, necesito ir al baño. Y papi Taeil dice que ya casi vamos a paitil ei pastel.

Haechan se removió frente a él, sacándolo de su ensoñación dando saltitos pequeños ataviado en su traje de velociraptor que claramente no podía quitarse por su cuenta para ir al sanitario.

- Vamos.

Johnny pegó un globo de Jurassic World que se había caído de la pared para poder acompañar al niño. Le sonrió al dejarlo sentado en el retrete y esperó con paciencia.

Bear Family 🐻 JohnilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora