Promesa

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Haechan se despertó en medio de la noche y de inmediato sus gritos despertaron a sus papás. Taeil se sentó cómo pudo con su enorme pancita y Johnny se levantó para llegar a su cuna-cama, cargándolo.

– ¿Haechan, qué pasó hijo?

El niño lo abrazó sin dejar de llorar y buscó con la mirada a Taeil, sintiéndose desesperado hasta que sus ojitos lo enfocaron bien.

– ¡T-TU-TUVE UNA PEDADILLA BIEN FEA! Aaaaai. Est-toy muy tliste...

– Mi chiquito ¿Nos quieres contar?

Johnny le dió un besito mientras lo llevaba a la cama. Haechan sollozó y se abrazó a Taeil, respirando con dificultad.

– Mi bebé hermoso ¿Qué pasó osito? Ya, ya. – besó su frente mientras sobaba su espaldita para calmarlo, pero no funcionaba. Haechan le miró la cara y volvió a gritar.

– T-tuve un sueño feo y palecía de veidaaaá. Me duele m-mi colazón...

– Mi amor, ¿Qué soñaste? ¿Con Chucky?

– N-no... Chucky no me da miedo la veidá...

Haechan se sentó sobre su pierna y miró de reojo a Johnny. Se frotó los ojitos con los puñitos y suspiró.

– ¿Entonces qué era?

– Mmmm... Soñé que estábamos los tles en un bosque la veidá. Y que entonces de lepente, tú te subías a la espalda de un oso glisli – Haechan miró a Taeil y sollozó – y entonces... Nosotlos íbamos atlás de ti la veidá pala salvairte. Pelo... ¡Pelo nos decías que te ibas! M-me dijiste que me ibas a abandonait poique hago belinches y que a mí papi John igual poique decías que ya no nos quelías pelo nosotlos seguíamos yendo atlás de ti. ¡Y TÚ ME DABAS UNA PATADA EN LA PANZA!

– Ay, amor...

– Y YO LLOLABA MUCHO LA VEIDÁ. Y TE DECÍA QUE NO ME DEJALÁS Y ME DECÍAS QUE YA NO ME QUELÍAS NI TANTITO Y ME PATEABAS FUEITE PALA QUE NO TE ALCANZARA.

Johnny le acarició el cabello y los besó en la frente a los dos para luego bostezar apoyando su espalda en la alta almohada, dónde se medio durmió.

– Mi osito bonito fue muy feo tu sueño, pero...

– Chi y tengo mucho miedo... La veidá. – su boquita se volvió a poner temblorosa y gritó, llorando otra vez mientras se aferraba a su papá. – Y-yo no quielo que me dejes pofavoit no me dejes papi Taeil y-yo te amo m-mucho. ¡SELÉ BUENO! POFAVOIT NO ME VAYAS A DEJAIT NUNCA ELES MI PAPITO

– Mi vida yo jamás te dejaría. Nunca nunca nunca. Yo te amo mi
solcito hermoso.

Haechan lloriqueó en su pecho, sintiéndose confortado.

– Y-yo te amo a ti papi Taeil...

– Yo te amo más amor, eres todo para mí.

– M-me da miedo que m-me abandones. Me da miedo.

– Nunca te voy a abandonar. Te lo prometo.

– ¿De veidá? ¿Aunque haga belinches y me eche pedos fueites sin queleit?

– De verdad. Te lo prometo.

– Te amo mucho de veidá. Con todo mi colazón de bebé.

Taeil le sonrió y lo llenó de besos.

– Yo a ti te amo muchísimo, mi vida. Con todo mi ser.

– De veidá me da miedo que me abandones papi Taeil. Me da mucho miedo.

– Nunca pasará eso mi amor pequeño. Ya, ya.

Taeil lo abrazó y arrulló un poco hasta que dejó de llorar. De pronto sonrió con alegría y movió un poquito más a su hijo para llamar su atención.

Bear Family 🐻 JohnilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora