Bear Family 🐻 Johnil

Hello future: pt. 12

– Dime qué me amas, Taeil. Sólo dilo.

– N-no.

Johnny se detuvo de golpe y sujetó sus manos impidiendole tocarse. Taeil jadeó, intentando moverse contra él.

– Entonces me voy.

– ¡N-no! No, por favor no.

Taeil lo miró con desesperación y recibió gustoso sus escandalosos besos. Se movió contra él pero no era suficiente y le arqueó una ceja, frustrado.

– Dime qué me amas. Mañana me voy y quiero oírte.

– No quiero.

– Bien. Te veo luego.

– ¡Por favor! Por favor Johnny...

– Dime.

El alto le besó el cuello y se movió un par de veces más, haciéndolo sentir aún más sensible y necesitado.

– Quiero acabar. Por favor...

– Ya sabes que tienes que hacer.

– P-pero no lo siento. N-no te amo.

– Bueno.

Johnny le mordió el pecho y lo embistió con rudeza, haciéndolo sentir tan cerca, pero hizo ademán de apartarse. Taeil le abrazó la espalda y le dió un beso en el cuello para detenerlo.

– Está bien ¡Está bien! Johnny... Te amo...

El alto sonrió mientras aflojaba el agarre de sus muñecas y volvía a complacerlo, creando sonidos obscenos en la habitación.

– ¿Mucho o poco?

– M-mucho. Mmmh.

– Yo a ti mucho más.

– ¿Si papi?

– Si mi amor.

Taeil lo miró con una sonrisa cansada y el alto no dejó de besarlo por un buen rato cuando se acomodaron para descansar.

– Quiero dormir. Tengo sueñito.

– Descansa bebé.

– Si. Vete cuando me duerma.

El bajito se dejó abrazar y no tardó mucho en quedarse dormido. Johnny aprovechaba que su aún esposo conversaba en sueños para hablar con él porque nunca solían intercambiar tantas palabras cuando se veían.

– Te amo.

– Mmmh.

– ¿Tú me amas?

Taeil frunció el ceño y suspiró, angustiado.

– Por favor mi bebé, quiero que me ames de nuevo.

– Uhm.

– ¿Tú sabes que te amo Taeyomi?

Sonrió sin abrir la boca y soltó una risita.

– Creo que si.

– Te amo demasiado.

– ¿Si?

– De verdad sí ¿Cómo estás?

– Bien. Tengo sueño.

– Eres muy lindo. Te ves muy bonito.

– ¿Si?

– Si. Lo eres mucho.

– Gracias.

– ¿Por qué ya no me quieres?

El castaño volvió a fruncir el ceño y sus labios le temblaron.