Bear Family 🐻 Johnil

Hello Future: pt. 20

No tengas miedo esta noche, sólo necesitas saber que nunca estás sola.
Sé que a veces es difícil ver la luz, pero tú y yo seguimos soñando. 🌻

To my Mar_Soul
Mi girasola diamantada. ❤️‍🩹

                       
🐰🦊

Jaemin entró aquél sábado a la heladería más grande del centro de la ciudad, escuchando el tintineo en la puerta del lugar a su paso. Se acercó al mostrador y le sonrió a la chica mientras miraba todos los sabores disponibles, intentando decidir el suyo.

– Uno de fresa con chispas de chocolate, por favor. – señaló con el dedo la crema de color rosa bebé y miró como se lo servían. Chenle y él estaban pensando invertir en una pequeña tienda de postres, pero aún no estaban seguros de eso. Él ya no confiaba en Chenle luego de que lo abandonó con todo y Daegal una semana completa en pleno ciclo escolar para irse de vacaciones. Qué tiene de bueno la tonta Hawaii.

– Hola Jaemin. 

Esa voz. La reconocería dónde fuera, y en tan sólo segundos agradeció haberse puesto su camisa negra que sus papás le regalaron por navidad porque lo hacía lucir mayor.

– Hola, Renjunnie.

Su mirada se encontró con la del chico precioso, que le sonreía cálidamente. formado detrás suyo para esperar su turno. Casi le dolía que Renjun lo viera como si fuera la cosa más tierna y pequeña del mundo, porque él no quería ser visto así por él.

– Esto está muy lejos de tu casa ¿Por qué veniste tan lejos Jaemin?

– Es que vine por unas cosas de la escuela y aproveché para comprarme uno ¿Y tú?

– Lo mismo. – Renjun alzó la bolsa de tela con lienzos pequeños y pinturas. – Tengo que hacer bocetos para mi clase de arte y además tengo que enviarle uno a la universidad junto con mi solicitud. Aún tengo que buscar un tono de pintura para óleo que no encontré en las tiendas que fui y tengo que ir a ver si lo encuentro en otras.

– Yo creo que si te aceptarán. Verás que si.

– Gracias, Nana. – el chino le sonrió otra vez, alterandole el corazón y luego avanzó para pedir su helado, con sus cabellitos ahora grises moviéndose suavemente. Apoyó sus brazos un poco en la barra para alcanzar a ver, viéndose muy tierno y pequeño con su suéter amarillo. Jaemin no lo perdía de vista.

– ¿Puedo pagar mi helado y el suyo? – Jaemin ofreció el billete a la chica, que asintió mientras le entregaba ambos tickets y recibía el dinero.

– No es necesario Nana, yo puedo invitarte. Soy el mayor.

– No. Yo invito.

Ambos salieron juntos del local mientras comían sus helados. El silencio no se sentía incómodo entre ambos, pero Jaemin sabía que tenía que aprovechar este tipo de oportunidades porque casi nunca estaban a solas.

– No puede ser ¡Tú usabas uno igual! – Jaemin se preparó mentalmente para ver lo que Renjun le señalaba, sabiendo que no podía ser nada bueno si era algo exhibido justo afuera de la tienda para bebés. – Te veías adorable.

Nana suspiró mientras miraba un mameluco de conejito colgado de un aparador y luego vió a Renjun, que soltó una risita mientras lo recordaba siendo un bebé. Jaemin detestaba aquello, y no le molestaría si no fuera porque en verdad le gustaba Renjun y este sólo lo veía como un pequeñito cuando ya no lo era.
Sin mencionar que el exnovio de Renjun era un universitario y que eso le quitaba muchas esperanzas. Tal vez le gustaban mayores.