Bear Family 🐻 Johnil

Luna y Sol

Wendy entró a la oficina de Johnny, poniéndole su mejor sonrisa a su jefe aunque estuviera haciéndole ir al trabajo en pleno diciembre cuando se suponía estaban de vacaciones, aunque en realidad ella acudía porque se sentía obligada a ello. El hombre estaba abrazando a Chenle mientras lo veía dormir plácidamente.

- Ingeniero...

- Johnny. Ya te dije que me digas Johnny, Wendy.

- Perdón. Johnny. - él le sonrió, girándose para verla de frente, cuidando no despertar a su hijo. - Llegó un paquete para ti.

Ella alzó la caja que aunque era muy amplia no pesaba demasiado y la dejó en el escritorio que estaba lleno de biberones, cobijas y juguetes de animalitos.

- Muchas gracias. Perdón por hacerte cargar.

- No es nada.

Wendy jugó con sus manos y se dió la vuelta, dispuesta a irse.

- Wendy deberías irte a casa. Son vacaciones.

- Me siento mal si usted viene solo. Es mi trabajo.

- Ni siquiera hay trabajo. De verdad, vete a casa a descansar con tu familia.

Nadie entendía por qué Johnny era el único que seguía yendo a la oficina ocasionalmente. Se quedaba algunas horas ahí, sentado en silencio mientras cuidaba a Chenle y luego volvía a su hogar.

Había muchos rumores de que su esposo lo había abandonado llevándose a su hijo mayor muy lejos. Otro era que se habían divorciado y se habían repartido a los niños como si fueran cachorros. Y los peores eran los que acusaban a Wendy y a él de estar juntos cuando ella se limitaba a ayudarlo con el bebé algunas veces.

- Pero...

- Lo digo en serio. Ve a casa y pasa una linda navidad. Nos vemos el próximo año.

John dijo con firmeza. No quería seguir haciendo que su pobre secretaria estuviera en la oficina en esa época.

- Mmm... Bueno. Está bien. Muchas gracias. Espero que su navidad sea muy linda y que disfrute con sus seres queridos.

- Muchas gracias. Igualmente.

La observó irse y regresó la mirada a Lele, volviendo a arrullarlo con ternura. Su hijo frunció el ceño, comenzando a despertar y su boquita se curvó en un pucherito muy adorable, haciéndolo sonreír.

- Buenos días mi bebé precioso. Awwww.

Besó su frente y mejillas. Adoraba mucho a su bebé y disfrutaba demasiado mimarlo y darle todo el amor que pudiera, aunque ya estuviera volviéndolo un consentido. Chenle lloriqueó falsamente, buscando que su papá le diera más cariñitos.

- Eres la alegría de mi vida mi amor bendito. - besó sus delicadas cejitas, haciéndolo canturrear. - Tú eres el que arregla las cosas bonitas de mi vida mi nene hermoso. No tienes idea de cuánto te amo. No puedes dejarme nunca.

Dió palmaditas en su traserito. El bebé estaba visiblemente contrariado, ya harto de la oficina y antes de que llorara le metió el biberón a la boca. Chenle comenzó a comer desesperado, pasando los deditos por la cara de su padre que decidió cantarle cómo siempre lo hacía.

- If you ever leave me, baby
Leave some morphine at my door
'Cause it would take a whole lot of medication
To realize what we used to have
We don't have it anymore
There's no religion that could save me
No matter how long my knees are on the floor...
'Cause there'll be no sunlight
If I lose you, baby
There'll be no clear skies
If I lose you, baby
Just like the clouds
My eyes will do the same.